Cargando, por favor espere...

La danza de las firmas y la corrupción
Si hurgamos en la nueva ley de Revocación de mandato, ésta no se trata de estar jugando a la ruleta rusa con el cargo de Presidente. Para el ciudadano común, poner a funcionar un aparato nacional que recabe casi 3 millones de firmas, resulta imposible.
Cargando...

El tiempo se agota. Para el día 25 de diciembre, los partidarios del Presidente de la República deberán haber reunido aproximadamente dos millones 758 mil 227 firmas de 17 entidades federativas para que proceda legalmente su solicitud y el Instituto Nacional Electoral convoque, organice y valide una consulta ciudadana sobre la revocación del mandato de Andrés Manuel López Obrador. Digo aproximadamente, porque la ley exige el tres por ciento de los ciudadanos registrados en el padrón electoral y, como se comprende, esa cifra puede calcularse con exactitud hasta el día de la revisión final de las firmas, una vez que se haya precisado cuántos mexicanos vivos siguen inscritos en esa lista; la ley exige, además, que en 17 entidades federativas se cumpla ese tres por ciento.

En caso de cumplirse con los requisitos, el domingo 10 de abril del año que entra se convocará a la ciudadanía a expresar su decisión acerca de si el Presidente de la República continúa en el cargo o se le revoca el mandato. Es más o menos la mitad del sexenio. La Ley de Revocación de Mandato es nueva en México, no existía, fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el pasado 14 de septiembre y es la realización de una propuesta de Andrés Manuel López Obrador. Aparentemente se trata de una ampliación de la vida democrática del país en el sentido de que el ciudadano tendrá oportunidad de detener las acciones de un mal gobierno antes de completar los seis años del mandato oficial y retirar del cargo al Presidente de la República en turno.

Suena bien. Pero a poco que hurguemos un poco más en la nueva ley nos daremos cuenta de que no se trata de estar jugando a la ruleta rusa con el cargo de Presidente de la República. Para el ciudadano común o para un grupo espontáneo de ciudadanos sencillos, más aún, para los que viven en pueblos o colonias populares y están atados a un empleo precario y no solo no tienen un auto para desplazarse, sino ni siquiera un poco de dinero para “comprar datos” para su rudimentario celular, poner a funcionar un aparato nacional que recabe en plazo perentorio dos millones 758 mil firmas, resulta poco menos que imposible. Es tarea exclusiva de los grupos con poder.

Esa realidad, muy difícil de cuestionar, ya recorta inmensamente el alcance de la gran medida democrática y la reduce a la maquinación de una minoría que tiene propósitos muy concretos. No obstante –se dirá– siempre quedará para toda la población, al alcance de su mano, acudir el día de la votación y expresar su voluntad y, si gana revocar el mandato, el Presidente se va. También esto suena bien. Pero, también, como todos los fenómenos de la realidad, tiene entrañas. En la sociedad en que vivimos, ¿quién tiene el poder y el dinero para penetrar y tomar posesión de la mente de muchos seres humanos? ¿Quién puede construir personajes y hasta programas de gobierno como se hizo con la supuesta trascendencia justiciera del neoliberalismo o con la añagaza de que el fin de la corrupción, o sea, un Estado opresor barato, es el mundo por el que deben luchar y entregar su vida los pobres o, peor aún, con la ocurrencia de que al sanguinario crimen organizado hay que destruirlo para siempre con abrazos? No hay duda, Carlos Marx tenía razón: “Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época; o, dicho en otros términos, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad es, al mismo tiempo, su poder espiritual dominante”. ¿Quién, pues, tiene todas las posibilidades de ganar y hasta de arrasar una consulta sobre la revocación de mandato? ¿Los que tienen el poder o los que no lo tienen?

En consecuencia, la consulta sobre la revocación de mandato no es, no será, en caso de que finalmente se realice, un acontecimiento que amplíe y profundice la democracia, es una iniciativa para difundir la idea de que a tres años de gobierno, cuando un gobernante debería estar políticamente debilitado, el que ahora tenemos, hombre excepcional, sigue teniendo el respaldo clamoroso de los mexicanos y… vaya usted a saber qué propósitos, qué planes se tengan para hacer uso de ese real o imaginado apoyo ciudadano. Creo que, por lo menos, para prolongar el ejercicio del poder del grupo que actualmente lo detenta, por el mismo personaje o por interpósita persona. En consecuencia, no cabe la duda, la consulta para la revocación de mandato es para fortalecer y favorecer a una minoría.

Así se explica que sean los lopezobradoristas (de Morena o no de Morena) los que se hayan echado a cuestas la tarea de reunir los dos millones 700 mil y tantas firmas. Así queda explicado cómo, para cumplir la tarea, estén echando mano del aparato estatal y ya difundan que se trata de una “ratificación”, no de una revocación, como dice la ley. Ya está trascendiendo que la clave secreta de la gigantesca labor de recolección de casi tres millones de firmas (que, además, para que sean válidas, deben incluir la fotografía de la credencial de elector por los dos lados y la fotografía del rostro del que otorga la firma), no son las casetitas con logotipo de Morena que se pueden ver en algunas plazas mosqueándose y que los encargados de ellas cierran y se marchan en punto de las seis de la tarde cuando termina su turno laboral, eso es solo propaganda.

La tarea se realiza arduamente en otro lado y por empleados del gobierno a la hora de entregar los diversos apoyos que otorga a la ciudadanía el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Ya que la mayor parte de los programas de apoyo se entregan presencialmente, los recaudadores de las firmas se apostan, por ejemplo, en las mesas de pagos de las pensiones a adultos mayores y solicitan el apoyo “voluntario” ante la mirada de los elementos de la Guardia Nacional que siempre están presentes. A ver quién es el valiente que se rehúsa.

En fin, sacar las firmas sin participación activa del gobierno estatal o federal o los dos, es tan difícil e increíble como hacer que un notario público en Veracruz santifique la venta de un terreno urbano en la ciudad de Xalapa sin asegurarse de que la persona que se ostenta como vendedor sea, en efecto, el legítimo propietario del bien o, siquiera, su legítimo representante o, también, difícil de creer que la autoridad judicial le dé entrada inmediata y diligente a la denuncia de una mujer que se dice defraudada por tal operación y proceda de volada a iniciar un proceso a una persona que es la legítima propietaria del bien desde hace treinta años, pero que es completa y absolutamente ajena a la turbia operación de venta del inmueble. Sin intervención del gobierno no se estuviera persiguiendo, pues, al compañero presidente del Comité Directivo Estatal del Movimiento Antorchista en Veracruz, el ingeniero Samuel Aguirre Ochoa.

Otra de las maravillas que suceden en nuestro país, supuestamente sin la mano negra oficial, es el transporte de indocumentados desde la frontera sur. Tuvo que suceder una lamentabilísima tragedia en Chiapa de Corzo en la que murieron 57 personas para que la opinión pública nacional e internacional cayera en la cuenta de que mientras miles de migrantes se amontonan y desbordan varias ciudades cercanas a la frontera con Guatemala, otros migrantes que cuentan con algún recurso para pagar su traslado son llevados impunemente hacia la frontera con Estados Unidos. ¿Cómo pudo ese tráiler que llevaba casi 200 personas amontonadas recorrer 266 kilómetros y cruzar casetas (si tomamos como punto de partida Amatenango de la Frontera) sin que ninguna autoridad lo detectara y lo detuviera? Crimen organizado, claman los defensores de la 4T; sí, pero bien amartelado con el gobierno.

Así que el proceso de recolección de firmas, que puede culminar en una supuesta hazaña política de los laboriosos y abnegados militantes morenistas, la persecución de los líderes antorchistas en Veracruz y la sorprendente aparición de un tráiler con 200 emigrados que se vuelca y los mata en Chiapa de Corzo no se pueden comprender si no se reconoce que la corrupción, la temible y destructiva, sigue ahí, igual que antes o más peligrosa y devastadora que antes.


Escrito por Omar Carreón Abud

Ingeniero Agrónomo por la Universidad Autónoma Chapingo y luchador social. Autor del libro "Reivindicar la verdad".


Noticia anterior
Prensa y verdad
Noticia siguiente
La trampa del consumismo

Notas relacionadas

Analistas coinciden en que este Gobierno ha ocultado sus grandes deficiencias con eventos masivos como el realizado el 1° de julio; además de culpar a gobiernos pasados para rechazar el fracaso de su Gobierno.

Es preocupante la opacidad con la que se ha llevado a cabo la obra de rehabilitación y renovación del primer tramo, sostuvo el diputado local Aníbal Cañez.

Tras haber excluido del presupuesto las necesidades más urgentes de la gente, como la reconstrucción de Acapulco, Morena y aliados (PVEM y PT) aprobaron en comisiones PEF 2024 por mayoría.

El proyecto de la 4T ha puesto como prioridad la megaobra del Tren Maya, al añadirle 6 mil millones de pesos más de lo que se había presupuestado.

“Este sexenio se acerca a su fin sin haber cumplido su principal obligación: darle a los mexicanos seguridad... la falta de seguridad se manifiesta en muchos frentes. Uno de ellos es el de los asaltos en las carreteras”, refirió Ricardo Anaya.

Hasta ahora, la verdadera democracia, la que procura la igualdad socioeconómica real, sigue ausente; hoy, tras cinco años de un gobierno fallido, la amenaza de un proyecto dictatorial se cierne sobre el país.

Este 14 de febrero el Frente Ferrocarrilero bloqueará el Tren Maya con una protesta nacional ante la nula atención a sus demandas por parte de López Obrador.

Sin licitación de por medio, la Presidencia de la República asignó el servicio de reserva de aviones, hospedaje y alimentación en los viajes de López Obrador a la empresa Accesturismex, ligada a dos funcionarios federales.

El espíritu persecutorio del Presidente exhibe la involución de la izquierda mexicana, desde la decente figura de su abuelo, el muy respetado don Wenceslao Roces, a su inquisidora nieta modelo 4T. Sin embargo, hay algo más profundo, de orden estructural.

Ya inició la discusión del PEF 2024. Según la propuesta de AMLO, ¿habrá más y mejores servicios de salud pública? No, si quieren curarse, deberán pagar medicamentos y medicina privada. Así de sencillo.

Los males presentes en las sociedades gobernadas por el capital no son nuevos ni son responsabilidad exclusiva del neoliberalismo, como parecen creer algunos. Son resultado de la política liberal a secas aplicada desde principios del Siglo XIX en Inglater

El partido oficialista, Morena, vuelve a bloquear la elección de comisionado del INAI, con ello, el organismo continuará inoperante al no completar el número de comisionados necesarios para funcionar.

A los datos contundentes de lo que la 4T ha hecho para beneficiar a los más ricos de México, se añade ahora, en los hechos, que está en marcha el procedimiento para llevar al país a la privatización de la salud y de la educación.

El especial aborda el rescate de Altán Redes, que ya se encontraba en quiebra, y que será herencia (endeudada junto con Pemex, por muchos millones de dólares y con otros graves problemas) de la 4T a la siguiente administración federal.

La suerte de los mexicanos no cambiará mientras no unamos esfuerzos y, entre todos, construyamos un partido de nuevo tipo, con políticos de nuevo tipo y que ponga a gobernantes que salgan del mismo pueblo.

Edición impresa

Editorial

El verdadero culpable del atentado contra Trump


La venta de armamento es un fructífero negocio; las más perfectas y mortíferas armas dejan fabulosas ganancias a los capitalistas.

Sociedad anónima

Sociedad anónima 1143