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En estos tiempos electorales no podemos dejar de reflexionar sobre lo que se propone y lo que se omite. En el llamado “espectro político” que se presenta a los mexicanos para escoger a quienes se encargarán de llevar a cabo las políticas económicas y sociales más importantes no encontramos alternativas respecto al orden de cosas actual. La mayoría de los análisis se centran en si la 4T tiene el apoyo suficiente para seguir gobernando o, por el contrario, si la oposición puede recuperar el poder perdido en 2018.
Para ambos grupos, los antagonismos de clase no ocupan un lugar central, tampoco la desigualdad generada por el sistema. Desde el oficialismo se ha dado por hecho que el neoliberalismo ha sido superado cuando el actual Presidente lo terminó por decreto, ahora se habla del “pasado neoliberal”. Sin embargo, hay que ser muy obstinado para seguir manteniendo esa idea después de cinco años, con los resultados del aumento de la desigualdad y la concentración de la riqueza como lo demostró el informe de la Oxfam. En las propuestas de los candidatos presidenciales no hay alusión a estos problemas, pareciera incluso que existe un acuerdo tácito para ocultarlos.
En algún momento, Federico Engels, uno de los referentes de las luchas sociales, habla de la existencia de “curanderos sociales”, quienes “aspiraban a remediar las injusticias de la sociedad con sus potingues mágicos y con toda serie de remedios, sin tocar en lo más mínimo, claro está, al capital ni a la ganancia”. Estos charlatanes sociales no son exclusivos del tiempo y lugar de Engels, existen en todos lados, como en México, donde se prometió que la fórmula para terminar con todos los males era acabar con la corrupción.
A poco de concluir el sexenio, si hay algo que las clases dominantes del país deben agradecer al obradorismo es haberle dado una bocanada de aire al sistema neoliberal mediante la contención de la lucha de clases. Ciertamente, el descontento generalizado que se demostró en 2018 no era sólo con la figura presidencial, sino con un sistema que condenaba a la pobreza a millones de personas, no por cuestiones de corrupción solamente, sino por la naturaleza misma de la desigual distribución de la riqueza. La exigencia era no sólo de un cambio político, sino económico. En este clima de tensiones, cuando las clases dominantes no podían seguir dominando como antes, y los dominados no querían seguir siendo dominados como siempre, la falta misma de la alternativa provocó la aparición de un apaciguador, de alguien que vino a desarticular la protesta social.
Para evitar que el descontento se le fuera encima, se echó a andar una de las añejas prácticas del Estado mexicano: regalar dinero. Ni los grandes analistas críticos de izquierda lograron escapar al embuste. Los que se desgarraban las vestiduras antaño, hoy disfrutan las mieles del poder.
No hay diferencias de fondo en lo que se quiere presentar como dos proyectos de nación diferentes. Son dos caras de la misma moneda que sólo se distinguen por su grado de derechización. No por nada en los niveles de operatividad, ahí donde se logra convencer a la gente para que voten por uno u otro, están personajes que bien pudieron estar en uno u otro partido, pero que hoy salen con un color diferente. Todo esto para acorralar a los votantes que, carentes de una alternativa real, se conformen con el viejo dicho de la política mexicana: el menos peor.
Si algo se puede hacer en estas campañas es pugnar por regresarle la iniciativa a las masas, para que se articulen las formas de protesta que han sido desbaratadas por la izquierda oficial, con el objetivo de, en el mediano plazo, proponer un verdadero proyecto alternativo de nación.
El gobierno que encabeza el mandatario estatal y sus funcionarios como el secretario de Desarrollo Social en Sinaloa, quien, acusaron está más preocupado por llegar a un nuevo cargo.
El nuevo papel del gigante asiático comienza a hacerse evidente. El mundo unipolar surgido de la SGM, construido bajo la égida norteamericana y secundado por las potencias europeas, empieza a desintegrarse.
El presidente Enrique Peña Nieto ofreció este jueves en redes sociales su mensaje de despedida
Con este proyecto se exhibe nuevamente el afán propagandístico de la 4T y la utilización electoral de los apoyos monetarios.
Los mexicanos del Sur del país deben preocuparse por la situación y apoyar a quienes quieren un mejor futuro para la zona.
Cartóncart
La filosofía de Hegel estableció en efecto la idea de la unidad de lo material y lo espiritual, “de su acción recíproca y su devenir solidario”. Desde esta perspectiva, “el hombre es uno solo con la totalidad del ser”.
Cartón
Nos enfrentamos ahora a un “nuevo” estado de excepción. Ante el desplome inminente de un sistema, no tardaron en limpiar la “pizarra mágica” en la que antes escribieran “nazismo” para poner en su lugar “Moscú”.
No podemos ver en la destitución del Doctor Celis, un proceso sano para extirpar la enfermedad de la corrupción, sino como un siniestro uso de la fuerza del Estado.
El gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares dejó Veracruz en un estado casi absoluto de inseguridad
Salambó es la hija que Amílcar Barca, el histórico, nunca tuvo. En la creación de Gustave Flaubert, puede representar el ansia de libertad que obsesiona a Matho, el esclavo libio que la mira hermosa, imponente, silenciosa, como si no existiera. Y la desea.
La delegación de tres jóvenes artistas que hace escala en Tijuana para el primer taller de danza, teatro y música, tiene más de 50 alumnos
El llamado se realizó en el marco de la conmemoración del Día Mundial de Al-Quds
Con esta marcha los estudiantes universitarios, se solidarizaron con la BUAP y la UPAEP.
Escrito por Diego Martínez Sánchez
columnista