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“El marxismo está acabado. Tal vez tuviera cierta relevancia en un mundo de fábricas y de revueltas por hambre, de mineros del carbón y de deshollinadores, de miseria generalizada y de concentración de las masas obreras…” es una de las afirmaciones que se repiten hasta el hartazgo. Desde memes hasta conferencias sesudas sobre “la gran mentira de la teoría del valor de Marx”, toda una maquinaria ideológica que se ha planteado enterrar las ideas de uno de los pensadores más influyentes de la historia. Pero la crisis de 2008 volvió a poner sobre los círculos de debate, incluso en medios de comunicación, la vigencia de Carlos Marx.
En este contexto, Terry Eagleton publicó este libro para denunciar a quienes (como lo hicieron tras la caída del muro de Berlín) se apresuraban a señalar que el autor de “El Capital” había errado completamente. Eagleton es un filósofo, escritor y profesor de literatura inglesa en las universidades de Lancasteer y Notre Dame; es reconocido como “uno de los intelectuales europeos más brillantes”, autor de múltiples obras y, aunque no oculta su admiración por Marx, no es un vulgar fanático, pues sostiene que “pese a ciertas cosas que ese pensador no supo prever, no tienen ninguna razón los radicales de derechas o los posmodernos de izquierda que con la mayor ligereza han despachado a Marx”.
El autor se plantea la siguiente interrogante: ¿y si todas las objeciones que se plantean habitualmente a la obra de Marx estuvieran equivocadas? No pretende presentar a Marx infalible (cosa con la que el mismo Marx estaría en desacuerdo), sino que, ante el apresuramiento de los que pretenden enterrar sus ideas de forma definitiva, cada capítulo del libro está dedicado a desnudar las falacias detrás de todas esas afirmaciones facilonas.
Ronald Reagan dijo alguna vez que un comunista es quien leyó a Marx y Lenin, y un anticomunista, quien los entendió. Lamentablemente, mucha confusión reina en las mentes de las personas, pues las palabras “comunista” o “marxista” se utilizan para descalificar a oponentes políticos por la carga negativa que se han encargado de inyectarle a esos conceptos. Es por eso que “Por qué Marx tenía razón” es una obra ampliamente recomendable, porque abona al debate serio sobre la vigencia del marxismo sin caer en el dogmatismo que tanto han usado sus enemigos para descalificarlo por completo, pues Terry nos presenta a un Marx con gran fe en los individuos y la humanidad y muy poca en los dogmas abstractos.
Marx no ha muerto, y no sólo porque es quien ha explicado de mejor manera el funcionamiento del capitalismo, sino porque sentó las bases para una nueva sociedad. Quizá ése sea el verdadero temor de quienes permitieron los festejos del bicentenario de su nacimiento en algunas de las mejores universidades del mundo, al mismo tiempo que reprimían las protestas populares. Es por ello que debemos recordar también su segunda tesis sobre Feuerbach: El problema de si al pensamiento humano se le puede atribuir una verdad objetiva no es un problema teórico, sino un problema práctico. Es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento.
Por último. Fue el presidente de la segunda potencia mundial, escoltado por un monumental retrato de Marx, quien declaró que “doscientos años después, el nombre de Marx es todavía respetado en todo el mundo y su teoría aún resplandece con la brillante luz de la verdad”. China y otros países que nunca han ocultado ser guiados por el marxismo en la planeación de sus políticas han sido los más exitosos en la crisis en que se bate el mundo actual. En cambio, México, en donde el presidente ha declarado que aquí no se cumple la teoría marxista porque la desigualdad viene de la corrupción y no de la explotación, se encuentra entre los que peor han sorteado la pandemia. Preguntémonos entonces: ¿el marxismo está acabado?
Las medidas económicas del gobierno para hacer frente a la contingencia sanitaria no deberían reducirse a los programas sociales previamente en marcha y a otorgar créditos.
“El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) se ha desacelerado bruscamente en México este año”, destacó la OCDE
Bancomext negó contar con información sobre los financiamientos a PEMEX y a la refinería de Dos Bocas, de los megaproyectos de López Obrador, por lo que el INAI ordenó al banco le ordenó realizar una búsqueda exhaustiva.
La importación de gas y derivados del petróleo en mayo aumentó a 670 mil 875 barriles diarios, el segundo nivel más alto en 2024.
En su comparación anual, el valor real de producción de las empresas constructoras retrocedió menos 10.2%, las horas trabajadas descendieron menos 4.4 %
El desempleo ha afectado principalmente a las mujeres, quienes son las más vulnerables a ser despedidas.
Sancionando a Rusia, el imperialismo se ha dado un tiro en un pie; no puede resistir los efectos de sus propias acciones, evidenciando así su debilidad económica.
El mismo documento señala que en nuestro país aumentó 10 millones el número de personas en pobreza extrema por ingreso.
Los productos que más aumentaron su costo está el limón, cuyo precio promedio tuvo un alza de 82.64 por ciento, al pasar de 17.29 a 31.57 pesos por kilo.
Unos 91 millones de mexicanos viven en pobreza, pero 48 millones de ellos sobreviven en pobreza extrema.
ENOE inidicó que el mercado laboral mexicano registró una contracción en junio pasado.
El ex secretario de Hacienda criticó que el gobierno de la actual administración morenista haya dejado sin educación ni alimentación asegurada a 3.6 millones de estudiantes, al ser la mayoría provenientes de las zonas más marginadas del país.
Los pronósticos del Fondo son los más drásticos sobre el desempeño del PIB de México.
Los líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) de 21 naciones, que incluyeron al presidente de EE.UU., y China también dijeron que no recurrirían a políticas comerciales proteccionistas.
Además de la amenaza de la nueva mutación del Covid19 aún más contagiosa, AMLO confía en que este año el PIB crecerá 6% gracias a las remesas y la inversión extranjera. Hasta ahora, la creación de empleo y el crecimiento económico han sido mediocres.
Escrito por Editorial Esténtor
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