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Nadie puede negar el triunfo contundente de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en 2018, porque ganó con más de 30 millones de votos, cifra equivalente al 52.96 por ciento de la votación total. Su ventaja sobre el candidato que quedó en segundo lugar fue del 30.47 por ciento. Desde la elección del expresidente Ernesto Zedillo en 1994, no se veía a un ganador en 31 de las 32 entidades del país. El tsunami AMLO en 2018 se debió a la propuesta simplista de acabar con la corrupción, como germen de todos los males de México. En campaña permanente durante 18 años, aprovechó el deterioro de vida de la población para convencerla de un cambio. Y, efectivamente, su partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) obtuvo la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados; cinco de nueve gubernaturas (Chiapas, Morelos, Veracruz, Tabasco y Ciudad de México (CDMX), a la que poco después agregó Puebla, ya estando en el poder) y, gracias al “efecto AMLO” varios personajes grises, que no tenían ninguna posibilidad de triunfo, se vieron premiados con presidencias municipales y delegaciones. El poder en manos de los morenistas fue resultado de la crisis y el desgaste del sistema político. Al inicio de su mandato, AMLO contó con más del 80 por ciento de popularidad; pero, un año después, su soberbia y la falta de resultados de su gobierno consiguieron que las mismas encuestadoras que antes reportaban altos índices de aprobación, hoy coincidan en que ésta ha caído de manera vertiginosa en al menos 20 puntos. Sus improvisaciones y ocurrencias son el pan de cada día y el prestigiado semanario inglés The Economist afirma, con toda razón, que mientras México necesita estrategias de Estado él, en cambio, se dedica a brindar sus espectáculos cotidianos frente a la prensa.
En las conferencias mañaneras se mueve, en efecto, como un pez en el agua porque éstas son organizadas con patiños y periodistas afines a la “Cuarta Transformación” (4T) y en ellas solo busca su lucimiento personal con base en el tratamiento de temas intrascendentes, los cuales son lejanos a los asuntos fundamentales que preocupan a los mexicanos, como la falta de crecimiento económico, la generación de empleos, la atención del Estado al campo, la caída del sistema de salud, los nulos resultados en educación, la violencia y la criminalidad imparable.
Y cuando se plantean a AMLO estos problemas, es cuando surgen sus respuestas ocurrentes u ofensas contra sectores de la población y organizaciones sociales que han padecido o padecen, en carne propia, la violencia criminal en las calles, los feminicidios o el maltrato de ensoberbecidos funcionarios públicos, gobernadores y presidentes municipales que siguen sin chistar sus instrucciones de negar apoyos y financiamiento para infraestructura y equipamiento urbano en comunidades marginadas, fertilizantes a campesinos y medicamentos a enfermos terminales.
El gobierno va de yerro en yerro y, lejos de corregir y asumir su responsabilidad, echa la culpa de su ineptitud a los “conservadores”, a los Presidentes anteriores o a enemigos imaginarios. Hasta el momento, AMLO no ha realizado una sola acción cuyos resultados sean plausibles; por el contrario, se ha vuelto experto en “regarla” y, lo que es peor, cada error suyo representa un duro golpe para las capas populares, ya que la pobreza y la miseria extrema de éstas van en aumento como nunca. El sugestivo lema de su campaña, “primero los pobres”, pasará a la historia como la frase más demagógica de todos los tiempos. El pueblo mexicano no se encuentra feliz y, contrario a lo que el Presidente piensa, está indignado y ofendido. La cuestión se agrava porque la 4T se considera dueña absoluta de la protesta social y ahora que sobran los motivos para levantar la voz, AMLO agrede y ningunea a los diferentes sectores que se han manifestado denunciando su falta de atención. El Gobierno ha provocado de tal modo el descontento popular que los estudiantes también se manifiestan, como ocurrió en días pasados en Puebla y Veracruz, donde los gobernadores Miguel Barbosa y Cuitláhuac García, respectivamente, desempeñan mal su trabajo. El pasado cinco de marzo se organizó una histórica marcha de protesta en la que participaron más de 100 mil personas encabezada por estudiantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
La 4T se desinfla y el pueblo sale a las calles. Es fácil prever que los morenistas tendrán que recurrir a toda clase de maromas si no quieren perder las elecciones federales y locales de 2021. No la tienen fácil porque el “efecto AMLO” se ha convertido nuevamente en un “tsunami”, pero ahora en sentido contrario y, como ficha de dominó, amenaza con arrastrar a las otras piezas de juego hacia una estrepitosa caída. Al tiempo.
La catástrofe en Acapulco vista desde los ojos de nuestra colaboradora Yuneri. Una opinión más personal y emotiva mientras narra la devastación y el sufrimiento de las familias que se quedaron sin nada tras el paso del huracán Otis.
AMLO afirmó: “ya domamos la pandemia”, “ya se ve la luz al final del túnel” y la más recordada, que la pandemia por Covid-19 le vino a esta administración como “anillo al dedo”.
Del 2018 al 2024 los homicidios aumentaron un 26 por ciento con respecto al sexenio anterior, encabezado por Enrique Peña Nieto.
Las remesas son un grito desesperado y una denuncia clara de la falta de empleos que obliga a las personas a dejar su terruño querido.
En la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, hay una propuesta de exhorto para iniciar un proceso de fiscalización especial de los recursos.
El lema "soberanía energética" es usado por AMLO para influir en los comicios de 2024, ya que análisis financieros y energéticos no avizoran factores reales que, en el corto plazo, hagan posible la “autosuficiencia energética” de México.
Solo una fuerza social organizada puede oponer una resistencia tanto para revertir el carácter jurídico de la norma, como para denunciar aquellos casos que se conviertan en atropellos reales.
Glen VanHerck jefe del Comando Norte de Estados Unidos (US Northcom), estimó que el crimen organizado opera en alrededor del 30 al 35 por ciento del territorio mexicano.
“Se estima que para final de año la deuda pública represente 54% del PIB, por lo que pasarían más de 10 años para que la deuda regrese a un nivel de 44% del PIB.
De las 17 posiciones del gabinete del gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, solo seis están ocupadas por mujeres
Personajes que en otro tiempo fueron tildados de corruptos por el Presidente, hoy ocupan cargos de primera línea en el gobierno de la 4T o figuran como consejeros y asesores en el partido gobernante.
El gobierno tendría que pagar la empresa unos mil 50 millones de pesos, que hasta el momento se desconoce el destino de los recursos, porque no hubo obra pública.
No es por presumir, pero se los advertimos. Efectivamente; el Movimiento Antorchista advirtió a la nación que no era el momento para hacer experimentos políticos ni cambios extremistas sin rumbo
La SEP previamente anunció que habrá un periodo extraordinario de recuperación, cuyo objetivo es atender rezagos e insuficiencias en el aprendizaje.
De los 93 millones de ciudadanos que tenían su derecho al voto, votaron del 51.7 por ciento al 52.5 por ciento de los votantes.
Paquete Económico 2025: recortes, desigualdad y pobreza
Denuncia Coordinadora Territorial del Pueblo de Mixquic acoso y violencia política
Una lección de Walter Benjamin. Una crítica al progreso
Continúa cerrada circulación de autopista México-Querétaro por accidente
Sheinbaum en el G20 y el camino que México debe seguir
Escrito por Capitán Nemo
COLUMNISTA