Cargando, por favor espere...

Soberanía popular y cambio de clase política
Las organizaciones y movimientos sociales hacen mucho por impeler al Estado para que atienda las demandas y necesidades populares.
Cargando...

En las sociedades modernas, la política está organizada sobre la base de Estados que se encargan de gobernar y administrar los recursos públicos. Sin embargo, todo Estado supone una escisión con la sociedad: unos gobiernan, mientras la mayoría son gobernados. El Estado es, entonces, una estructura que se fundamenta y que ejerce su poder mediante la obediencia, coactiva o voluntaria, del resto de la sociedad. Sin embargo, el poder estatal es prestado, pues no dimana de él, sino del pueblo, que es el verdadero soberano, ya que el poder político solo es la posibilidad de encontrar obediencia en otros para la consecución de un fin, mas es en esos otros, el pueblo, en quienes reside el poder.

Pero ¿de dónde surge esta obediencia? Hay tres fuentes principales: 1) el control estatal de grupos armados como el ejército y la policía; 2) el control de la economía, ya sea porque el Estado administra bienes escasos, porque establece acuerdos con élites económicas o porque el Estado mismo es una de esas élites; y, finalmente, 3) el apoyo voluntario, más o menos directo, organizado y consciente de la sociedad; este apoyo es lo que otorga legitimidad a un régimen y le permite encontrar poca resistencia en su mandato. En este sentido, las elecciones, plebiscitos, consultas, asambleas y mecanismos de participación no buscan solo (y a veces tampoco principalmente) reflejar la voluntad popular, sino crear legitimidad.

Y esto no sería problema si los gobiernos trabajaran por el bienestar y la justicia sociales, por la democracia y las libertades. Sin embargo, éste no es el caso y hay al menos dos razones.

Primero, porque el Estado detenta una posición tal que los cargos públicos se convierten (legalmente o no) en posiciones de poder con acceso privilegiado a prestigio y recursos, volviéndose posiciones corruptibles y con intereses propios, de donde se sigue que los políticos tenderán a buscar estos cargos como un fin en sí mismo y no como un medio de representación popular.

Segundo, porque el Estado depende del poder económico. Por eso, cuando él mismo no es empresario o no tiene control sobre la economía, termina dependiendo de élites económicas; y aun si logra cierta autonomía, las élites ganarán terreno al aumentar su riqueza. De aquí se sigue que, aun cuando existen regulaciones entre el poder político y económico, los gobiernos tenderán a representar a las élites.

De manera que el Estado necesita legitimarse ante el pueblo, pero tiende a no representarlo. El resultado de esta contradicción es una política de simulación y demagogia que crea discursos y propuestas para ganar simpatía, pero que solo promueve reformas cosméticas. Y si el Estado no tiene instituciones para contener esta degeneración, la simulación se vuelve regla. Sin embargo, tal proceder solo conduce al desenmascaramiento de la clase gobernante y al descontento popular. Esto es lo que ocurrió en México con los gobiernos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Acción Nacional (PAN).

Y aclaro que no me refiero a ciertos administradores honestos que tratan de hacer mucho con pocos recursos y poco margen de acción. En buena medida, ellos mantienen a flote el sistema. Aunque tampoco son los únicos. Las organizaciones y movimientos sociales hacen mucho por impeler al Estado para que atienda las demandas y necesidades populares.

Sin embargo, cuando la simulación es sistémica, no basta cambiar al Presidente y al partido, a menos que se cambie también a la clase política. Y no basta que el nuevo gobierno quiera ser honesto; se necesita un proyecto bien reglamentado y sujeto a evaluación, que sea integral y que garantice la atención de demandas y necesidades populares. De lo contrario, solo cambiaremos a unos demagogos por otros; y esto es, básicamente, lo que ocurrió con la llegada del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) al poder.

Para corregir es necesario que el pueblo se dé cuenta de su soberanía y de que solo organizándose podrá hacerse oír. Es necesario que elabore un proyecto científico para construir su propio bienestar y justicia, democracia y libertad. Y es necesario que, contando con la fuerza y la razón, cambie no solo al Presidente y al partido, sino a toda la clase política.


Escrito por Pablo Bernardo Hernández

Licenciado en psicología por la UNAM. Maestro y doctor en ciencia social con especialidad en Sociología por el Colegio de México.


Notas relacionadas

Querer poner a competir al artesanado con la gran industria es un gran despropósito y un gran daño que se le hace al propio artesano

“El alza en los precios demuestra que ya llegamos al punto en el que las torpezas del gobierno pues ya no son solo una noticia".

El gobierno federal está pensando en que el PEF 2020, debe seguir respondiendo a la 4T; austeridad

Esto es lo sobresaliente en nuestro recuento, que tal vez logre disminuir el número de mexicanos engañados por la demagogia que repiten esta especie de consigna: “va bien el gobierno de la 4T”.

La designación de candidaturas a las diputaciones federales y locales será directa, a través de la Comisión Permanente del partido.

La alegría del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, luego de que, a partir de ayer, por fin, la Guardia Nacional.

La confianza de los mexicanos hacia la justicia de la 4ª T se deteriora aceleradamente día a día. Y una de las razones para ello es el escaso respeto al derecho y la abierta manipulación de las leyes

Para enfrentar los problemas que aquejan a la mayoría de los mexicanos, en particular la pobreza, se necesita incrementar los ingresos del gobierno; pero éstos no pueden provenir de la misma población pobre o clase media, sino de los ricos.

¿Dónde quedó la lucha contra la corrupción que prometió AMLO? Investigaciones han revelado que varios funcionarios de la 4T son más corruptos, incluso ni siquiera se esconden para cometer sus delitos, pues les basta declarar que “ellos no son como los de antes”.

Habitantes del municipio de Chimalhuacán, protestaron esta ma.ñana en Palacio Nacional para solicitar la intervención del presidente Andrés Manuel López Obrador tras la cancelación de obras

La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil ha ido actualizando las listas de las personas afectadas por el trágico suceso en la Línea 12 del Metro.

Estos movimientos estudiantiles son alentadores porque muestran que la sociedad está inconforme con el modelo económico y político de la llamada “Cuarta Transformación” (4T).

El proceso electoral interno del PRI comenzó con el pie izquierdo

Una orden de Donald Trump exigiendo el agua en días electorales, para atraerse el voto de los agricultores texanos, misma que López Obrador obedece, a costa de dejar sin agua a los mexicanos que hacen producir el desierto.

“La política de disminuir los contagios, una política eficiente para disminuir los contagios es conocida en el mundo, la han practicado muchos países con buenos resultados".