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Catalina Pérez Miranda ha vivido más de 31 años en Nicolás Romero, y la salud ha sido un tema difícil en su familia. Aunque cuenta con seguro médico, señala que prácticamente es lo mismo que no tener, pues termina pagando consultas y medicamentos por la falta de atención pública.
“He gastado dinero que no tengo en consultas para mi hija, para atender urgencias qué de otra forma, en los centros de salud, nunca atenderían por falta de espacio, por falta de fichas, de doctores y medicamentos”.
Hoy, su preocupación es Renata, su hija, que a sus 8 años ha desarrollado padecimientos renales que deben atenderse con carácter urgente en cualquier crisis o síntoma de alerta; sin embargo, no hay certeza alguna de que las unidades médicas en Nicolás Romero puedan atender cualquier situación de urgencia para Renata.
La incertidumbre la ha obligado a buscar otras opciones para atender a su hija y tenido que viajar a la ciudad de México a institutos como el Hospital Infantil de México; lo que representa 4 horas de camino, gasto en pasajes, comidas y medicina, situación que se ha vuelto insostenible para su economía.
“No puedo sostener un gasto así. Trato de estar al pendiente de mi hija y sólo espero que no le pase nada grave y menos en estos momentos donde no hay atención médica, o le están dando prioridad al tema del coronavirus”.
Catalina y su hija son apenas una estampa de lo que padecen miles de familias en todo Nicolás Romero por la falta de espacios públicos de salud; una situación que a la vista de todos los habitantes es un tema urgente, prioritario, del que dependen sus vidas, pero que, desde la óptica de las autoridades municipales, estatales y federales no parece nada grave.
Sin capacidad
Estimaciones del Instituto Nacional de Geografía y Estadística detallan que Nicolás Romero superará los 517 mil habitantes en el presente año. Estas proyecciones son un claro indicador de que el municipio crece aceleradamente, y ha dejado de ser una villa desde hace años para adquirir el calificativo de conurbado por lo que necesita robustecer su capacidad de atención pública y, en materia de salud, sin lugar a duda, no cuenta ni por poco con la capacidad para atender a toda su población.
Para dimensionar la crisis de salud en el municipio basta mencionar algunos datos; de acuerdo con datos del gobierno municipal en Nicolás Romero hay 146 mil 549 personas que no tienen acceso a los servicios de salud, es decir no cuentan con seguro médico alguno.
La crisis en materia de salud se gana a pulso este calificativo, y es que la Organización Mundial de la Salud recomienda que haya un médico por cada mil habitantes, y en Nicolás Romero, acorde a datos publicados por el IGECEM, sólo hay 206 médicos, 161 enfermeras y su capacidad de atención se ve rebasada por que sólo existen 25 unidades médicas de carácter público en todo su territorio.
En suma, los servicios de salud en Nicolás Romero se resumen con una unidad médica por cada 17 mil 800 habitantes; un médico por cada 2 mil 160 habitantes y una enfermera por cada 2 mil 163 habitantes; un panorama que, evidentemente expresa la falta de capacidad.
COVID 19, la crisis se agudiza
Hoy, el aumento de los contagios de COVID-19 ha puesto de manifiesto la falta de lo más básico en materia de salud. Médicos y enfermeras del Hospital Juan Aldama, el más importante de Nicolás Romero, ubicado en la colonia Progreso Industrial, han levantado la voz denunciando en redes sociales la falta de insumos necesarios para el ejercicio medico; guantes, cubrebocas, gel antibacterial y medicamentos.
Las pancartas en manos de personal médico lo dicen todo: “Exigimos equipo de protección”, “Exigimos insumos para realizar nuestro trabajo”, “Exigimos medicamentos para nuestros pacientes”. Es claro, el sistema de salud municipal no está preparado para atender ningún tipo de contingencia. En todo el territorio municipal no hay un solo nosocomio que haya cumplido con los requerimientos para atender casos de COVID-19, los hospitales más cercanos en la zona autorizados para atender esta contigencia se ubican en Nuacalpan y Toluca.
Hasta el cierre de este reportaje se hicieron oficiales seis casos de COVID-19 en Nicolás Romero, sin embargo, lo más preocupante es que municipios vecinos se han colocado como los primeros lugares en número de contagios; Huixquilucan con 72, Naucalpan con 15 y Atizapán con 10, de acuerdo con datos del Gobierno del Estado de México.
“No podemos parar”
Ubicado al noroeste del Estado de México, Nicolás Romero es un municipio dormitorio. Datos publicados por el diario Sol de Toluca señalan que Nicolás Romero suma gran parte de su población a los 5 millones 850 mil habitantes de la zona que diariamente se trasladan a la Ciudad de México para trabajar; sin embargo, quienes no son empleados, quienes se quedan y deciden plantar cara a la adversidad económica en su terruño son, en su mayoría, comerciantes ambulantes, pequeños establecimientos; fondas, puestos callejeros, vulcanizadoras, raspados, taquerías, algunos con la venía gubernamental y otros, los muchos, se avientan por la libre.
Son las ocho de la mañana y algunos rayos del sol ya dibujan las sombras en los pasillos que forman más de 40 puestos instalados en la calle Guadalupe Victoria del Barrio de San Pedro, el corazón comercial y político de Nicolás Romero.
Ahí, desde hace 15 años, Salud Meza Medina, instala su puesto de mercería; ella forma parte de una generación de comerciantes con una tradición de más de 30 años. Hoy, la incertidumbre le ha llegado, los diarios nacionales ya prevén la dimensión de la crisis y hablan de septiembre u octubre como fechas posibles para que todo vuelva a la calma y se habla de que el mes de agosto será la etapa más difícil, con más contagios.
Doña Salud, como la llaman con cariño, no cuenta con seguro médico y aunque sabe cuáles son las medidas recomendadas para evitar cualquier riesgo de contagio por el COVID 19, seguirlas al pie de la letra es imposible en el día a día del mercado, en la venta, en el trajín diario; una rutina necesaria para su subsistencia. “No estamos aquí por gusto, si existiera un verdadero apoyo del gobierno claro que podríamos estar en cuarentena, pero no le podemos parar”.
Miles de comerciantes y sus familias en Nicolás Romero no pueden parar, no pueden detener su trabajo diario del cual dependen.
Organizaciones sociales levantan la mano
Héctor Javier Álvarez Ortiz, dirigente del Antorchismo en el noroeste mexiquense, encabezó la gestión de 5 Centros de salud en las comunidades de Wenceslao Victoria Soto, Ejido Azotlán, Francisco I. Madero, Quinto Barrio Cahuacán y Flores Magón. La construcción de estos cinco espacios fue proyectada para beneficiar a miles de familias en todo el municipio. Desde hace dos años estos centros cuentan con los requerimientos de infraestructura marcados por el Instituto de Salud del Estado de México, sin embargo, han sido bloqueada por el gobierno estatal y hoy solo lucen como elefantes blancos sin provecho alguno.
En entrevista, el también ex síndico municipal y ex diputado federal denunció la negligencia y política de oídos sordos que ha instaurado el gobierno estatal encabezado por Alfredo del Mazo, quien desde que tomó su cargo como gobernador del Estado de México De acuerdo con el dirigente social la negativa por equipar y contratar personal para echar a andar los centros de salud es, a todas luces, una falta de sensibilidad y un acto de soberbia por parte del gobernador.
“No se tendría porque negar proyectos que generen bienestar para los mexiquenses y menos aun cuando la comunidad se ha organizado, ha luchado y ha logrado gestionar infraestructura médica como estos centros de salud a los que solo les falta el equipamiento y personal; hoy ante la propagación del COVID 19, se nota con mayor fuerza la falta de servicios públicos de salud en el municipio; sin embargo, esta crisis lleva décadas y se empora cuando el propio gobierno estatal se vuelve el freno de los proyectos y no el promotor”.
Para el dirigente social, la crisis de salud en el municipio es una expresión clara del desinterés oficial, un desinterés que es más evidente por parte del gobierno estatal que ya tenía el compromiso de habilitar los centros de salud y que los ha dejado en abandono total.
Estimaciones realizadas por el Movimiento Antorchista en Nicolás Romero indican que el funcionamiento de estos 5 centros de salud ayudaría a más de 50 mil habitantes.
Así, en medio de una pandemia que avanza, Nicolás Romero se encuentra vulnerable por la debilidad de su sistema de salud, una debilidad añeja que el día de hoy se asoma con más fuerza por las circunstancias sanitarias.
Debido al impacto dramático del Covid-19, hoy hay 70 millones de pobres; si se hubiera actuado bien, el Gobierno “pudo haber contenido los efectos de la pandemia en la pobreza”.
“El toque de queda permite limitar las interacciones sociales que puede haber en el ámbito privado. Sabemos que es ahí donde el virus se expande más".
Esto, luego de que el presidente de la ANEP informara este lunes que se abrirían colegios de todo el país para así asegurar un regreso a clases presencial, sin importar el color del semáforo epidemiológico.
El presidente se está tratando con hidroxicloroquina, un medicamento cuya efectividad ha causado controversia entre las autoridades médicas para combatir la enfermedad.
En las últimas 24 horas, el país registró 6 mil 165 contagios y 51 defunciones por coronavirus SARS-CoV-2.
La capital del país se mantiene en alerta ante el incremento en el uso de camas para atender pacientes con Covid-19.
La cita será el 24 de mayo a la 10:00 am en el Ángel de la independencia y posteriormente a palacio nacional para protestar que se agilice la campaña de vacunación.
Con un concierto y una clase de Box masivos en el Zócalo, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheimbaum, dijo que pese al repunte de contagios, no se aplicarán medidas y que “sólo hay que cuidarnos”.
El semáforo epidemiológico arrancó desde el 19 de diciembre, la propuesta inicial era que durara tres semanas, es decir, hasta el 10 de enero.
La capacidad hospitalaria es del 52 %, no obstante, dijo de continuar la tendencia de hospitalizaciones al principio de enero se podrían alcanzar los niveles de muertos.
Pfizer, que desarrolló su vacuna contra el Covid-19 junto con BioNTech, se sometió a pruebas el contenido de los frascos y confirmó que era falso.
Los falsos triunfalismos, el silenciar el peligro de rebrotes y la manipulación de estadísticas cuestionan la integridad de gobiernos y validan la estrategia de mentiras en los centros hegemónicos.
El 75 por ciento de la población encuestada consideró que durante este resguardo por la contingencia sanitaria las mujeres son más propensas a ser víctimas de violencia.
"El cambio de semáforo nos permite retomar las actividades, pero al mismo tiempo nos exige seguir siendo responsables”, dijo el gobernador.
A través del Punto de Acuerdo solicita que la “Cámara de Diputados al Gobierno Federal para que, implemente un plan integral de distribución de alimentos y víveres".
Escrito por Égdar Garduño Álvarez
Reportero Edomex