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“Del análisis de redes de vínculos, se encontró que las granjas de bots asociadas al ataque y propagación de un sentimiento negativo hacia el actual Gobierno Federal, se identificó la cuenta @motherbot, asociada a la cuenta #TumbaBurros, cuya identidad corresponde a Jeff Scott Szeszko, a través de la cual se identifica importante actividad child bot de Aurelio Nuño Mayer, Juan Carlos Romero Hicks y Luis Calderón Zavala”.
Ésta fue una de las declaraciones que el equipo del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) emitió la semana pasada en torno a la investigación que difundió sobre las tendencias a través de los hashtags #PrensaProstituida, #PrensaSicaria y #PrensaCorrupta, cuyo contenido estalló en las redes sociales tras la conferencia del 31 de octubre, en la que AMLO cuestionó la responsabilidad de los medios de comunicación sobre el uso de la información relacionada con el caso del narcotraficante Ovidio Guzmán.
Gracias a Internet, a sus distintas plataformas, motores de búsqueda y, sobre todo, a las redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram, WhatsApp y Youtube, hoy pueden reconstruirse narrativas, noticias y debates en cuestión de segundos entre actores políticos. Las redes sociales son ahora la pólvora que con solo una chispa enciende temáticas precisas, aunque muchas veces resulten distorsionadas.
Desde hace algunos años se han generalizado las estrategias y herramientas de intervención para alterar debates en la esfera pública y para generar o manipular polémicas que buscan silenciar voces críticas, como sucedió en el proceso electoral del que emergió Donald Trump como presidente de Estados Unidos y la elección presidencial de 2018 en nuestro país. Hoy en día, las redes sociales pueden “construir un clima” político favorable o desfavorable, dependiendo de quién tenga poder sobre ellas.
Es claro que la gran “revelación” de las “granjas de bots asociadas al ataque y propagación de un sentimiento negativo hacia el actual Gobierno Federal” tiene un objetivo político específico: crear una cortina de humo y atacar a los adversarios políticos que AMLO llama conservadores y a los que se refirió de manera directa: “imagínense que fuese cierto que Nuño esté metido en esto, que fue Secretario de Educación Pública; de ser cierto, pues sería una muestra de que estábamos en manos de inmorales, estábamos por los suelos; pero por eso que se aclare”.
Y agregó: “Nunca, jamás lo hemos hecho, ni se hará. Los conservadores están desquiciados, desesperados, no tienen argumentos e insultan y utilizan robots, cosa que es inmoral”.
Cuando el mandatario afirmó que en el pasado “estábamos en manos inmorales” pretende hacernos creer que sus funcionarios son unas blancas palomitas, pero la memoria es muy útil y las redes sociales rescataron de inmediato la siguiente información: en la celebración de los primeros 100 días de gobierno de AMLO, sus “seguidores” –sí, querido lector, sus “seguidores”, no bots o robots– lanzaron una campaña para ridiculizar a periodistas, medios de comunicación y usuarios con posiciones críticas hacia las acciones gubernamentales. Los #HT utilizados fueron #PrensaFifí y #Chayoteros y los “seguidores” de AMLO convocaron a los usuarios de las redes sociales a unirse para defender y atacar a quienes lo criticaban.
En 2004 nació Facebook, una de las redes sociales más grandes –en México tiene 88 millones de usuarios–; entonces parecía una moda, pero pronto se convirtió en una gran industria acaparadora de amplias audiencias, contenidos, información tecnológica, etc. y, al mismo tiempo, en un gran desafío para los medios de comunicación, gobiernos, empresas y población en general.
Las redes sociales se han convertido en plataformas de interconexión, y hoy amenazan la privacidad, seguridad y calidad informativa, ya que en ellas se generan las famosas fake news, debido básicamente a que todo mundo se halla interconectado, aunque no mejor comunicado. Hoy las redes sociales desafían a televisoras y medios impresos, obligándolos a que presenten sus contenidos casi en tiempo real, con lo que le han restado peso a la palabra escrita.
Desconocemos lo que vaya a suceder en los próximos años, pero es un hecho que más de la mitad de la población mundial –unos cuatro mil millones– las usa y que, en México, 88 millones de personas, 67 por ciento de la población, son usuarios activos. Hoy las redes sociales no solo representan ganancias millonarias para sus dueños y han “seducido” a la población, sino que además disponen de un inmenso poder debido a sus promesas de brindar información infinita y comunicación global, aunque detrás de esto se oculte el canto de sirenas y el control gubernamental. Es decir, se han convertido en el “poder del poder”; este hecho puede provocar su desaparición paulatina como herramientas de comunicación útiles para la sociedad.
Para la población, las redes sociales son una herramienta de comunicación en la que pueden manifestar su inconformidad en los aspectos económico, político y social. Por el momento, querido lector, es todo.
Acción Nacional anticipó que su partido no apoyará la propuesta de reforma al PJF que anunció López Obrador.
Pero el “mercado” no es una entelequia, un ente abstracto, sino algo muy concreto, cuyo contenido está constituido, principalmente, por los intereses de los grandes corporativos, en busca de la máxima ganancia.
“Se estima que para final de año la deuda pública represente 54% del PIB, por lo que pasarían más de 10 años para que la deuda regrese a un nivel de 44% del PIB.
Presidente mexicano le interesa estar en los medios y lo obtiene; por un lado sigue usando su "mañanera" y por el otro anunciando, periódicamente, temas que más que aportar generan ruido y cortinas de humo.
Según el informe, otro de los riesgos que enfrenta México es el peligro de una “erosión de la cohesión social”.
Conforme avanza el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, la estrategia de "abrazos, no balazos", ha fracasado, ya que, de acuerdo con el SESNSP, los asesinatos han aumentado de manera alarmante.
Los “Servidores de la Nación” aprovechan estas encomiables tareas gubernamentales para entregar a los beneficiarios de los programas sociales folletos en los que se plantean los “grandes” resultados del gobierno de la 4T.
El gobierno de EE. UU. corroboró que el equipo de campaña de AMLO recibió dinero del Cártel de Sinaloa; a cambio, AMLO le daría protección y participaría para elegir al Procurador General de la República.
Es un grave error no aceptar la realidad, negar la pobreza en que viven millones. Que nadie lo olvide: AMLO y Morena engañaron a los mexicanos.
Expertos señalan inviabilidad del proyecto.
Los resultados del Foro de Davos representan un mayor crecimiento de las fortunas, más desigualdad, hambruna y guerras generadas por los que se denominan los “paladines de la libertad y la democracia” ante el mundo.
La división y el encono no pueden ser la hoja de ruta para superar las crisis. El camino es -y será siempre- el diálogo, poniendo por delante el bien común.
Son unos 75 mil estudiantes de todo el país los que solicitan les sea entregada la beca, el cual incluye a estudiantes de secundaria, preparatoria, y nivel superior.
Aun con la promesa de AMLO, expertos advierten que no hay bases para asegurar que está a punto de alcanzarse la autosuficiencia en la producción de combustibles y la satisfacción de la demanda interna.
El delegado de Bienestar regional, Dagoberto Valderde, retiró el boleto ganador de 20 millones de pesos, resultado de la rifa del avión presidencial.
Escrito por Miguel Ángel Casique
Columnista político y analista de medios de comunicación con Diplomado en Comunicación Social y Relaciones Públicas por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).