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Poesía
Joumana Haddad
Poetisa, traductora (habla siete idiomas) y periodista, nació el seis de diciembre de 1970 en Beirut.


Poetisa, traductora (habla siete idiomas) y periodista, nació el seis de diciembre de 1970 en Beirut. Desde 2014, es anualmente seleccionada como una de las mujeres árabes más influyentes del mundo por la revista Arabian Business, por su activismo cultural y social.

Colaboró en las páginas culturales del periódico libanés An Nahar, donde trabajó de1997 hasta 2017. Fue profesora de escritura creativa en la Universidad Líbano Americana entre 2012 y el 2016; actualmente es la redactora jefe de Jasad, una polémica revista en árabe especializada en la literatura y las artes del cuerpo. Participó en la realización del documental del director Nasri Hajjaj, sobre el poeta palestino Mahmoud Darwish.

Destaca su antología de poesía Cuando me hice fruta, publicada en Caracas (Monte Ávila, 2006), El tiempo de un sueño (Beirut, 1995), Invitación a una cena secreta (Beirut, 1998), Dos manos hacia el abismo (Beirut, 2000), No he pecado bastante, (El Cairo, 2004) y El retorno de Lilita (Beirut, 2004). Los poemas que aquí se presentan son traducción de Rafael Patiño Góez. 

 

Árbol azul

Cuando tus ojos se encuentran con mi soledad

el silencio se convierte en frutas

y el sueño en temporal.

Se entreabren puertas prohibidas

y el agua aprende a sufrir.

 

Cuando mi soledad se encuentra con tus ojos

el deseo sube y se derrama.

A veces marea insolente,

ola que corre sin fin

o savia cayendo gota a gota.

Savia más ardiente que un tormento,

comienzo que nunca se cumple.

 

Cuando tus ojos y mi soledad se encuentran

me entrego desnuda como la lluvia,

generosa como un seno soñado.

 

Tierna como la viña que madura el Sol.

Múltiple me entrego

hasta que nazca el árbol de tu amor,

tan alto y rebelde,

tan rebelde y tan mío.

Flecha que vuelve al arco,

palmera azul clavada en mis nubes,

cielo creciente que nada detendrá.

 

Traducción de Joumana Haddad

El retorno de Lilith *

Las bestias monteses se encontrarán con los gatos cervales y el peludo gritará a su compañero: Lilith también tendrá allí asiento, y hallará para sí reposo.

Isaías 34:14

 

Yo soy Lilith, la diosa de dos noches que vuelve de su exilio.

Yo soy Lilith, la diosa de dos noches que vuelve de su exilio.

Soy Lilith, la mujer destino. Ningún macho escapa a mi suerte

y ningún macho quisiera escapar.

Soy las dos lunas Lilith. La negra no está completa

                                                [sino por la blanca,

ya que mi pureza es la chispa del desenfreno y mi abstinencia

el inicio de lo posible.

Soy la mujer-paraíso que cayó del paraíso

                                    [y soy la caída-paraíso.

 

Soy la virgen, rostro invisible de la desvergüenza, la madre-amante y la mujer-hombre. La noche, pues soy el día; la costa derecha, pues soy la izquierda;

y el Sur, pues soy el Norte.

Soy la mujer festín y los convidados al festín.

Me llaman la hechicera alada de la noche,

                        [la diosa de la tentación y del deseo.

Me han nombrado patrona del placer gratuito

                                    [y de la masturbación

y liberada de la condición de madre

                                    [para que sea el destino inmortal.

 

Soy Lilith, la de los blancos senos. Irresistible es mi encanto,

pues mis cabellos son negros y largos y de miel son mis ojos.

La leyenda cuenta que fui creada de la tierra

para ser la primera mujer de Adán, pero no me sometí.

 

Soy Lilith que retorna del calabozo del olvido blanco,

leona del señor y diosa de dos noches.

Yo reúno aquello que no puede ser reunido en mi copa

y lo bebo ya que soy la sacerdotisa y el templo.

Agoto toda embriaguez para que

                        [no se piense que me puedo saciar.

Me hago el amor y me reproduzco para crear

                                    [un pueblo de mi linaje,

ya que mato a mis amantes para dar paso a los

                                    [que aún no me han conocido.

 

Soy Lilith, la mujer selva. No supe de espera deseable,

pero sí de leones y de especies puras de monstruos.

Fecundo todos mis flancos para fabricar el cuento.

Reúno las voces en mis entrañas para que se complete

                                    [el número de esclavos.

Devoro mi cuerpo para que no se me diga famélica

y bebo mi agua para nunca sufrir de sed.

Mis trenzas son largas para el invierno

                        [y mis maletas no tienen cubierta.

Nada me satisface ni me sacia y aquí estoy de regreso

para ser la reina de los extraviados en el mundo.

 

Soy la guardiana del pozo y el reencuentro de los opuestos.

Los besos sobre mi cuerpo son las heridas de aquellos que trataron.

Desde la flauta de los muslos asciende mi canto,

y desde mi canto la maldición se expande en agua sobre
la Tierra.

 

Soy Lilith, la leona seductora.

La mano de cada sirviente, la ventana de cada virgen.

El ángel de la caída y de la conciencia del sueño ligero.

Hija de Dalila, de María Magdalena y de las siete hadas.

No hay antídoto contra mi maldición.

Por mi lujuria se elevan las montañas y se abren los ríos.

Regreso para penetrar con mis flujos el velo del pudor

y para limpiar las heridas de la falta con el aroma del desenfreno.

Desde la flauta de los muslos

                        [asciende mi canto

y por mi lujuria se abren los ríos.

¿Cómo podría no haber mareas

cada vez que entre mis labios verticales brilla una sonrisa?

Porque soy la primera y la última,

la cortesana virgen,

el codiciado temor,

la adorada repudiada

y la velada desnuda.

Porque soy la maldición

                        [de lo que antecede,

el pecado desapareció de los desiertos

            [cuando abandoné a Adán.

Él se equivocó por completo,

            [hizo añicos su perfección.

Lo hice descender a tierra y para él alumbré la flor de la higuera.

 

Soy Lilith, el secreto de los dedos

                        [que insisten.

Perforo el sendero, divulgo los sueños,

destruyo ciudades de hombres

                        [con mi diluvio.

No reúno dos de cada especie

                        [para mi arca.

Más bien los transformo a todos para que

el sexo se purifique de toda pureza.

 

Yo, versículo de la manzana,

los libros me han escrito,

aunque ustedes no me hayan leído.

El placer desenfrenado,

la esposa rebelde,

la realización de la lujuria

que conduce a la ruina total.

En la locura se entreabre mi vestimenta

Los que me escuchan merecen

la muerte y los que no me escuchan morirán de despecho.

 

No soy remisa ni la yegua dócil,

soy el estremecimiento de

la primera tentación.

 

No soy remisa ni la yegua dócil,

Soy el desvanecimiento

del último pesar.

 

Yo, Lilith, el ángel desvergonzado.

La primera yegua de Adán

y la corruptora de Satán.

El imaginario del sexo reprimido

y su más alto grito.

Tímida, pues soy la ninfa del volcán; celosa, pues la dulce obsesión del vicio.

El primer paraíso no me pudo soportar.

Y me arrojaron de él para que siembre la discordia sobre la Tierra,

para que dirija en los lechos

los asuntos de los que a mí se someten.

 

Soy Lilith, el destino de los conocedores y la diosa de dos noches.

La unión del sueño y de la vigilia.

Yo, la poeta feto, perdiéndome

gané mi vida.

Regreso de mi exilio para ser

la esposa de los siete días 

y las cenizas de mañana.

 

Yo, la leona seductora, regreso 

para cubrir de vergüenza a las sumisas

y reinar sobre la Tierra.

Regreso para sanar la costilla de Adán

y liberar a cada hombre de su Eva.

 

Yo soy Lilith

y vuelvo de mi exilio

para heredar la muerte de la madre

que he criado.

 

* Según muchas leyendas, Lilith es la primera mujer, antes de Eva, formada del polvo de la tierra como Adán. Era independiente, fuerte, libre, y no quiso obedecer ciegamente al hombre. Por fin se rebeló, escapó del paraíso y se negó a volver. Entonces Dios la trasformó en demonio y después creó la segunda mujer, Eva, de la costilla de Adán, para garantizar su obediencia.

 

Traducción de Alberto Valdivia y Renato Sandoval


Escrito por Redacción


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