Organizaciones civiles, un partido de oposición y vecinos de una colonia han logrado frenar, por ahora, el proyecto del Circuito Interior Chiapas de Corazón, que el gobierno municipal morenista de Tuxtla Gutiérrez pretende construir pese a que esa obra derribaría miles de árboles de varias especies y edades en un área de 30 hectáreas.

Además del posible impacto ecocida sobre los parques Caña Hueca, Joyyo Mayu y Tuchtlán –uno de los pulmones de la capital chiapaneca– la megaobra fue planeada sin prever que, para su funcionamiento idóneo, debe tener calles afluentes en buen estado y que los dos mil 300 millones de pesos (mdp) que se le destinaron para inaugurarla en diciembre de 2022 equivalían a casi 90 por ciento del presupuesto anual de la alcaldía tuxtleca: dos mil 468 mdp.

Desde hace varios meses, la organización no gubernamental (ONG) Menos Puentes argumentó que ese dinero podría utilizarse en resolver los problemas de vialidad que existen en esa zona de la capital chiapaneca.

Sin embargo, en respuesta a los ciudadanos que se resisten a la tala masiva de bosques y al despilfarro del erario, el pasado 14 de abril, el cabildo de Tuxtla Gutiérrez aprobó un bando en el que se explica que de los únicos 582 árboles que serían derribados en 2022 (según un dictamen de impacto ambiental hecho al vapor), solo 240 serán reemplazados y el resto, aunque enfermos, serán trasplantados.

En entrevista con buzos, el abogado Manuel de Jesús Cruz Espinosa recuerda que a principios de abril de 2023 se amparó contra el primer dictamen del ayuntamiento tuxtleco, que ordenaba el derribo de 485 árboles, que el Juzgado Séptimo de Distrito le concedió la suspensión del acto y luego la suspensión definitiva.

Pero, poco después, el gobierno municipal de Tuxtla, encabezado por el alcalde morenista Carlos Orsoé Morales Vázquez, modificó el bando y, en la nueva versión, ya no ordenaba derribar los ejemplares, sino su “trasplante”. Sin embargo, el mismo Juzgado determinó la cesación de los actos reclamados, sobreseyó y también ordenó la suspensión.

“De ese primer amparo promoví recursos de revisión tanto en el juicio principal como en el incidente, y ahora está en trámite en un Tribunal Colegiado en materia administrativa. Asimismo, promoví un nuevo amparo en contra del trasplante del nuevo dictamen y el Juzgado me lo desechó, por lo que estoy en queja contra ese acto”, reveló el abogado.

Aunque destacó que finalmente el juez federal le concedió la suspensión definitiva al considerar que con el trasplante de los 582 árboles subsiste el daño ecológico. “La justicia no tarda, siempre llega en el momento perfecto”, agregó, e informó que su siguiente paso consistirá en ampliar la demanda para alcanzar el amparo de fondo.

Cruz Espinosa, a quien recurrió un grupo de habitantes de la colonia Los Sabinos, ubicada en la zona donde se proyecta construir el Circuito Interior Chiapas de Corazón, confiesa que en principio supuso que no obtendría el amparo; pero que ahora tiene mayor confianza respecto al futuro de su lucha.

“Estoy en contra de que se tiren tantos árboles; mi interés es legítimo, así como el de los vecinos o usuarios de esos parques, y de miles de tuxtlecos. Eso sí, no estoy en contra de la modernidad” y reveló que en caso de que se complicara el asunto, sería ideal que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) atrajera el caso y lo resuelva, pues su determinación no estaría sujeta a ningún análisis y el Ayuntamiento de Tuxtla tendría que acatar la resolución”.

Las obras “caminan bien”

Desde el inicio de la administración estatal que encabeza Rutilio Escandón Cadenas, militante del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), su Secretaría de Obras Públicas (SOP) planeaba construir varios puentes vehiculares: uno en el bulevar Andrés Serra Rojas (200 mdp), otro sobre las avenidas 11ª Poniente y Libramiento Sur (240 mdp) y uno más sobre el Libramiento Norte Poniente (850 mdp).

En estas tres obras, ya terminadas, el gobierno no solo destinó casi mil 400 mdp sino que, además, derribó alrededor de 600 árboles; y ahora está en construcción el cuarto puente a la altura de la Torre Chiapas, sobre el Libramiento Norte Oriente, en cuyo entorno fueron talados por lo menos 200 árboles.

Amado Ríos Valdez, extitular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en la entidad, afirma que, por cada árbol adulto que se destruye, debe plantarse un mínimo de 10 con al menos tres metros de distancia para que cada uno disponga del espacio suficiente para su crecimiento adecuado en el lapso de un lustro.

“Un árbol adulto nunca podrá ser compensado con tres arbolitos, tampoco con 10, porque un árbol adulto cumple múltiples funciones ambientales y sociales, y la mejor opción siempre es conservar los árboles existentes. Las especies deben ser nativas, no aquellas que se les ocurra. ¿Qué especies ocuparán y qué necesidades de espacio y mantenimiento tienen?”.

Por su parte, el abogado Manuel de Jesús Cruz advierte que deben cumplirse las medidas previstas en los manuales de trasplante y agregó que, en el bando municipal, no se plantean los cuidados, el estado de salud ni el sitio donde serán replantados los árboles que pretenden arrancar de los tres parques arriba citados.

La SOP y otras dependencias del gobierno estatal han obviado en el bando que la cuenca del río Sabinal, que atraviesa los parques, es de competencia federal.

“Es necesario saber en dónde serán construidos los pilotes que soportarán esa obra de dos pisos, porque son muy grandes; y recordemos que, con el compactamiento que se haría, afectarán la zona, incluso ya no pasará el agua”.

Hasta ahora, la resistencia civil ha logrado impedir el inicio de la construcción del Circuito Interior Chiapas de Corazón –cuya edificación permitiría eliminar un cuello de botella que evita el tráfico fluido de 160 mil y 170 mil vehículos diarios, según el actual titular de la SOP, Ángel Torres Culebro– gracias a las múltiples manifestaciones de protestas y actividades culturales, en las que han logrado crear conciencia del carácter ecocida de este proyecto.

Para Claudia Trujillo Rincón, coordinadora estatal del partido Movimiento Ciudadano (MC), es increíble que la administración morenista pretenda ejecutar una gran obra pública cuando se halla en la antesala de un cambio de gestión gubernamental.

“Estas grandes obras no son de ocurrencia momentánea, sino de un estudio y de valoración social y económica, sobre todo cuando inicia un gobierno, porque se tienen las posibilidades de subsanar y darle la cara a la gente, y de no dejar remanentes para un nuevo gobierno como se pretende hacer ahora”, aclaró.

Considera que lo que Tuxtla necesita son más árboles y áreas donde la gente pueda caminar o utilizar bicicletas. “Pero no puedes decir que vas a tirar tantos árboles… aplaudo que los ciudadanos hoy se expresen a través de causas legales y no solo por videos, en los cafés o el Facebook”.

Aseguró que el MC está en la mejor disposición de ofrecer asesoría legal gratuita a los ciudadanos que luchan por frenar una de las obras más costosas y agresivas contra el medio ambiente.

“¿Por qué ahora? ¿Dónde están los estudios o manifiestos de impacto ambiental?”, preguntó; y denunció que los morenistas no están a favor de la población mayoritaria de Chiapas, sino de un grupo más reducido de ciudadanos y con mayores medios económicos.

El dinero que el gobierno municipal piensa utilizar en el Circuito Interior debería ser utilizado en un proyecto de ordenamiento territorial y desarrollo urbano, pero, “sobre todo, la autoridad antes tiene que escuchar a la ciudadanía, porque las grandes decisiones se toman para siempre”.

Las pifias del MIA

Entre tanto, agrupaciones ciudadanas como Menos Puentes, más Ciudad –que apenas se constituyó en marzo del año pasado– deben mantenerse en pie de lucha frente al “muro” del morenismo municipal y estatal, cuyas oficinas de comunicación social han negado respuesta a las más de 40 solicitudes de información sobre sus proyectos de puentes y “megapuentes” como el Circuito Interior.

Joseliny Díaz, integrante de esa organización, advierte que, en el Manifiesto de impacto ambiental (MIA) difundido en diciembre de 2022 con el número 07CH2022HD038, se omiten los métodos y las técnicas utilizadas para registrar la biodiversidad de esa zona.

Además, reporta solo 48 especies de árboles y plantas, mientras en el estudio elaborado por Menos Puentes, más Ciudad, se detectaron 130, de las que nueve están en alguna categoría NOM o UICN.

El dictamen oficial proyectado por la empresa Soctón comete también una serie de errores, como afirmar que en los parques tuxtlecos vive la ardilla Sciurus vulgaris, que es nativa y solo habita en Europa.

Declara también que en esos “pulmones naturales” vive la chachalaca pálida, cuando esta especie únicamente vuela en la región Istmo-Costa de Chiapas, es decir, a casi 100 kilómetros de Tuxtla. En ese largo listado de errores, Menos Puentes, más Ciudad evidencia que el MIA informa cómo mitigaría el impacto al ambiente de la obra ni cuáles serían sus beneficios socioeconómicos.

Es decir, no prevé cómo resolverá las afectaciones directas a mil 136 comercios establecidos en esa zona, ni su impacto en la movilidad de los residentes, ni en la salud de los usuarios de los parques.

Los puentes vehiculares construidos en años recientes han complicado la movilidad de los peatones y habitantes de las zonas aledañas, y ha provocado el cierre de comercios, que no previeron los gobiernos morenistas.

Un ejemplo de estas imprevisiones se ofrece en el puente del Libramiento Sur y 11ª Poniente, en el que prácticamente no hay banquetas; y la gente debe bajarse a la vía con riesgo de ser atropellada.

Martha, vecina de una colonia cercana, lamenta que el gobierno no pensara en ello, pues a diario debe sortear los automóviles que circulan a gran velocidad en esa zona.

Lo que más preocupa, lamenta, es que, por lo regular, camina por ahí junto a sus dos nietas, a quienes debe recoger en una primaria local. “Pero insisto, es mucho el peligro”. Una situación similar se produce en el puente ubicado en el Libramiento Norte, a la altura de la Calzada Vicente Fox Quesada, donde la gente debe caminar de manera insegura.

Un usuario de redes sociales denunció esta situación y al siguiente día reparó las fallas en esta obra, que fue inaugurada por el gobernador de Chiapas hace dos meses, a pesar de que no está terminada al 100 por ciento.

De acuerdo con Claudia Trujillo, los integrantes de Menos Puentes, más Ciudad van por buen camino en materia legal, “ellos solo piden la aclaración del documento (en referencia al MIA), tienen derecho a recibirla, y si así no fuere, pueden ejercer el derecho de petición ante el Poder Judicial federal, porque les tienen que contestar”.