Cargando, por favor espere...
Al inicio de 2024, el estado de Guerrero pareció anunciar que los altos niveles de violencia delictiva e inseguridad pública se mantendrán en todo México, y algo peor: como lo sugieren algunos analistas y estudiosos, el silencio y la inacción gubernamental ante estos flagelos se deben a su posible complicidad con el crimen organizado.
En los primeros días de enero, tres masacres en Guerrero terminaron con la vida de al menos 21 personas, dejaron 50 heridos y se aprecian 14 desaparecidos. La primera agresión ocurrió el cuatro de enero en la comunidad de Buenavista de los Hurtado, en el municipio General Heliodoro Castillo, cuando un grupo criminal calcinó a cinco pobladores en un vehículo, según el párroco José Filiberto Velázquez, director del Centro Minerva Bello.
El segundo ataque fue el seis de enero en un palenque de gallos del municipio Petatlán, en la Costa Grande, con al menos 13 muertos y 20 heridos. Y la tercera masacre fue el mismo día, pero en la región de la Montaña Baja, cuando varios sujetos asesinaron a tres mujeres en el barrio El Calvario, en el municipio Chilapa de Álvarez.
Sobre estos hechos sangrientos, la Fiscalía General del Estado (FGE) se limitó a anunciar que se abrirá una carpeta de investigación; mientras que hasta el pasado miércoles 10 de enero, la gobernadora morenista Evelyn Salgado Pineda no se había pronunciado, acaso debido a que carece de una estrategia de seguridad para evitar más derramamiento de sangre.
En este mismo periodo, tres aspirantes a cargos de elección popular fueron asesinados en Chiapas, Colima y Morelos. En esta entidad, la víctima fue el regidor de Cuautla, Alfredo Giovanni, militante del Partido Acción Nacional (PAN), quien buscaba una curul en el Congreso local; en Chiapas fue el presidente de la Unión de Ejidos de Suchiate (UES), David Rey González, que aspiraba a la alcaldía de este municipio por el Frente Amplio por México (FAM); y en Colima el asesinado fue Sergio Hueso, de Movimiento Ciudadano (MC), quien buscaba la presidencia municipal de Armería.
Las matanzas en estos cuatro estados parecen presagiar que, en este año electoral, “votarán” también la violencia política y el crimen organizado; y un asunto más preocupante: las autoridades de los tres niveles de gobierno (Federal, estatal y municipal) omitirán los sucesos ante la dinámica criminal que domina al país, como lo evidencia el silencio del presidente Andrés Manuel López Obrador porque no ha propuesto ninguna acción contra el incremento de la violencia en este último periodo.
En las elecciones de junio próximo se disputarán la Presidencia de la República, nueve gubernaturas, incluida la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, 500 diputados federales, mil 98 diputaciones locales y mil 803 presidencias municipales; por lo que el asesinato de tres aspirantes a candidaturas no es un buen pronóstico de cara a las campañas políticas para el primer semestre de 2024.
No hay una estrategia de seguridad claramente definida; y en muchas regiones y estados del país no resultan novedosas la presencia ni las acciones de la delincuencia organizada; incluso hay lugares donde no entran encuestadores ni personal del Instituto Nacional Electoral, por lo que es previsible que en ellos podrían anularse las actividades político-electorales.
El desinterés y la falta de compromiso de las autoridades civiles y judiciales para encontrar a los responsables de los crímenes contra candidatos, o para investigar sus causas (políticas, económicas o sentimentales), probablemente continúen en los próximos meses debido a la confrontación de intereses entre partidos.
De acuerdo con la consultora Etellekt, el proceso electoral de 2021 provocó el asesinato de 102 políticos, de los cuales 36 eran aspirantes y candidatos a distintos cargos. Ese proceso fue el segundo con más homicidios desde el año 2000, sólo por debajo de la elección de 2018. ¿Cuál será el resultado violento de las elecciones de este año? ¿Las autoridades encargadas de velar por la seguridad y garantizar la paz seguirán siendo indiferentes? O, más aún, ¿la violencia política será “aliada” de Morena para intimidar a los ciudadanos e inhibir la participación en las urnas?
Las perspectivas no son nada alentadoras: las masacres en Guerrero y el asesinato de tres candidatos apuntan hacia un incremento de la violencia criminal, específicamente destinada a influir en el proceso electoral. Hay alarma entre los mexicanos por el clima de terror que se respira, pero ninguna autoridad se compromete. ¿Habrá alguien en el poder político que se aproveche de la violencia para inhibir el voto y ganar la próxima elección? Saque usted sus conclusiones. Por el momento, querido lector, es todo.
Queremos pedirle a México que se lo tome muy en serio", subrayó Tedros Adhanom, durante la rueda de prensa quincenal que la OMS dedica a la pandemia.
La jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum y la directora del Metro, Florencia Serranía, se dirigen al lugar, informaron en Twitter.
La austeridad franciscana, la sencillez y la vida honesta de la familia López es una farsa. Ya se sabía: la sagrada familia no encabeza una transformación, sino a una pandilla de ladrones que roba abiertamente las arcas de la nación.
Turismo Las divisas generadas por el turismo en el país, tuvieron una caída del 15 por ciento durante el primer trimestre de este año, principalmente por las medidas tomadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El periodista Alejandro Envila Fisher nos lleva a conocer la verdadera historia de Huitzilan, contrario a lo que se ha querido hacer creer respecto a que fue Antorcha quien llevó la violencia al municipio, cuando en realidad fue gracias a Antorcha que ésta pudo eliminarse.
Son estos alcaldes que llegaron al cargo por la ola lopezobradorista, pero su nula trayectoria política, su inexperiencia los delata
Entre las propuestas de los candidatos presidenciales, está la conformación de un seguro de desempleo y la promoción de incentivos fiscales para la contratación de grupos vulnerables.
La relación justa entre la moral y la política se produce cuando ambas se corresponden sin perder su autonomía.
Todo el poder del país se halla concentrado en una persona cuya única estrategia para afrontar los problemas es minimizarlos una mañana sí y otra también.
El presidente López Obrador en su conferencia matutina de este lunes aseguró que “no hay elementos para preocuparse en México” por la variante Ómicron.
López Obrador quiere un régimen dictatorial que cancele los derechos de los mexicanos y está dando un “golpe de Estado”.
Según el informe, otro de los riesgos que enfrenta México es el peligro de una “erosión de la cohesión social”.
83 masacres ocurrieron durante los primeros meses de la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum.
“La jefa de Gobierno incurre en un delito electoral, porque está usando recursos públicos para publicitar su imagen”, indicó Rangel Lorenzana.
Los manifestantes cerraron la avenida Eduardo Molina en la alcaldía Venustiano Carranza en la CDMX.
Escrito por Miguel Ángel Casique
Columnista político y analista de medios de comunicación con Diplomado en Comunicación Social y Relaciones Públicas por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).