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Con la amenaza de un complot en contra del evento deportivo más grande del mundo, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski ha comenzado una campaña para impedir que atletas tanto rusos como bielorrusos participen en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Luego de que el Comité Olímpico Internacional (COI) anunciara que podría incluir a deportistas rusos, siempre y cuando no hubieran apoyado “activamente la guerra en Ucrania” y portando una bandera neutral, el primer mandatario de Ucrania insiste en vetar a los deportistas de Rusia.
Incluso ha enviado misivas al presidente de Francia Emmanuel Macron, anfitrión de los olímpicos en 2024. También le ha planteado el tema al líder de Dinamarca y al presidente electo de la República Checa.
La última acción de Zelenski fue suplicarle al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau y al primer ministro de Bélgica, Alexander De Croo, que no permitieran la politización de los juegos olímpicos por parte de Rusia, pues esto significaría “inevitablemente la justificación del terror”.
Hasta el momento, el destino de los jugadores no se decide y no se tiene fecha para tomar una postura, dado que no se puede vetar a ningún jugador. “Estamos hablando de olimpismo, de integración, de que no ganamos nada si en cualquier competición no pueden participar los rusos. El Movimiento Olímpico está por encima, está alejado de la política”, detalló el presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco.
En tanto, dos relatoras de la ONU contra el racismo (Ashwini K.P.) y para los derechos culturales (Alexandra Xanthaki), apoyaron la opinión del COI argumentando que los deportistas no deberían ser discriminados por su nacionalidad.
Pese a ello, las sanciones contra Rusia (como no participar con la bandera de su país y hacerlo bajo una insignia neutra) siguen vigentes y son “innegociables”, según un portavoz de la instancia olímpica, lo cual impacta mediáticamente al gigante europeo.
Putin propone a Washington a "intercambiar garantías de no interferencia en las elecciones con el uso de las mencionadas tácticas y otros métodos con el empleo de altas tecnologías".
El metro de Moscú fue construido en la época de José Stalin y es un sistema de transporte que se creó con el objetivo de acercar la cultura al pueblo soviético para que tomara conciencia de que sus manos y cerebro podían crear verdaderas obras de arte.
Donald Trump arremetió contra la Administración de Joe Biden por crear la “guerra” entre Rusia y Ucrania.
El sistema económico estadounidense se halla en decadencia; EE. UU. está empeñado en restituir el mundo bipolar que existió hasta la caída de la Unión Soviética en 1989; mientras, hoy en gran parte del orbe emerge un régimen de vida económico y político multipolar.
El Jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, aseguró que “la Alianza es más fuerte y la más duradera de la historia”.
La Casa Blanca y el Departamento de Estado se negaron a realizar comentarios sobre la información publicada.
Asimismo, los militares obtendrán 26 sistemas de los modelos anteriores, S-350 y S-400, precisó el mandatario.
La condena mundial contra la “invasión” de Ucrania por la Federación Rusa es aplastantemente mayoritaria, pero eso no es prueba concluyente de que las cosas sean como esa prensa dice y difunde.
Según el presidente ruso, las acciones tomadas en Rusia para frenar la propagación del Covid-19 "están en línea con el nivel de amenazas que representa para los ciudadanos".
La obra Gente de la ciencia rusa (disponible en ruso) es una colección de ensayos reunidos por el
Las acusaciones infundadas contra Moscú es un intento de desviar la atención de las dificultades que sufren los países europeos en la lucha contra la pandemia.
El documento prevé el suministro de un mínimo de 150 mil unidades de Avifavir, y el socio boliviano recibirá la tecnología de la elaboración del medicamento.
Esta alianza es una estructura hostil y no amistosa para Rusia. Refirió el Kremlin
Ambas naciones pactaron profundizar más la confianza y la cooperación en el ámbito militar y ampliarán el alcance de las maniobras conjuntas.
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, se quejó con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, de que al presidente de Rusia, Vladímir Putin, no le preocupen en absoluto las sanciones occidentales.
Escrito por Fernando Landeros .
Periodista