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Por su proximidad geográfica con China era previsible que el Covid-19 se propagara en Rusia. Lo imprevisible, sin embargo, fue que, pese a este impacto sociopolítico y a la definición de su futuro gobierno en enero 2020 superó dos golpes de gran magnitud geopolítica de Estados Unidos (EE. UU.) –mantener a la baja la producción de hidrocarburos y salir del Tratado de Cielos Abiertos– y demostrar al mundo que es capaz de “reinventarse” y compartir sus éxitos con otros Estados.
La pandemia golpeó con fuerza a la economía rusa por el cierre total de empresas no esenciales, la caída en el turismo y la demanda doméstica. Ese escenario empeoró con el colapso en el precio de los hidrocarburos que impactó dramáticamente a las reservas financieras rusas y el desempleo, que aumentó 30 por ciento (1.6 millones) debido al confinamiento, reveló la viceprimera ministra rusa Tatiana Gólikova.
Entretanto, analistas occidentales subrayaban que la crisis sanitaria representaba una prueba para “el afán de poder” de Vladimir Putin. Para The Financial Times, en solo dos meses, la pandemia había desgastado la agenda política y el modelo económico que “apuntala el régimen de Putin, mismo que aspira a gobernar otra década”.
El 26 de mayo, el país euroasiático reportó 362 mil 342 contagios y el número de los decesos se mantenía en cuatro mil, una letalidad del Covid-19 equivalente a poco más del uno por ciento. Para el director del Centro Gamalei de Epidemiología y Microbiología, Alexander Gintsbur, esta tasa de mortalidad muy baja se produjo por la inmunidad de grupo. El 23 de mayo RIA Novosti informó que 11 centros de ensayos clínicos rusos probaron con éxito en humanos un fármaco usado contra la artritis, el Levilimab de la compañía biotecnológica Biocad.
Sin confiarse, el presidente Putin exhortó al ministro de Salud, Mikhail Murashko, a lanzar una iniciativa de preparativos tempranos ante una eventual segunda ola entre octubre y noviembre. Esa amenaza se prevendrá con campañas de vacunación y restricciones de contacto extendidas.
Cuerpo a cuerpo
La pandemia del Covid-19 llegó a Rusia por dos ciudadanos chinos –ya recuperados– que se detectaron en dos ciudades de la zona Transbalcália, en la frontera con China. La movilización de las autoridades rusas fue inmediata al confirmarse la presencia del patógeno: en esa zona se restringió el acceso de personas y comenzaron a aplicarse pruebas exhaustivas. Sin embargo, el dos de marzo se registraron varios contagios provenientes de Italia.
Fue así como la enfermedad se dispersó por el país más extenso del planeta (16 millones 376 mil 870 kilómetros cuadrados), cuya población es de 144.5 millones de personas. Enseguida se cerraron fronteras, escuelas y centros de entretenimiento; se declaró cuarentena hasta el 11 de mayo y cancelaron eventos internacionales. Empezaba “la batalla cuerpo a cuerpo”.
Sin embargo, el 27 de abril, los casos confirmados ya superaban a los de China y en la segunda semana de mayo, cuando la mayoría de países afectados iniciaba “el descenso”, pese a carecer de indicios en la remisión de la enfermedad, Rusia se situaba en segundo lugar mundial de contagios detrás de EE. UU.
La cosmopolita y elegante capital rusa, Moscú, se convirtió en el centro de dispersión del Covid-19 al sumar más de 110 mil infectados, y seguía a Nueva York con 185 mil casos.
Contagio y contraataque
21-31 marzo. Por la crisis sanitaria, Putin aplaza el plebiscito del 22 de abril sobre enmiendas constitucionales que le permitirían buscar otro mandato. Inicia suspensión en actividades no esenciales y oficinas en todo el país.
1o-30 abril. Se disparan los contagios: de cientos a más de 12 mil el día 26. A partir del 30, la propagación se vuelve exponencial. San Petersburgo prohíbe a residentes asistir a funerales hasta que desciendan los contagios y las autoridades ofrecen compensar a médicos que adquieran la enfermedad, solo cuando se confirme que tomaron precauciones.
Cinco de mayo. Bosnia impide el ingreso al equipo de 24 expertos médicos militares rusos que realizarían trabajos de descontaminación en aquel país. Rusia envió insumos médicos y dos laboratorios médicos a la República Popular del Congo para ayudar a la población contra el Covid-19.
Putin declara que la situación de la pandemia en Daguestán requiere atención urgente; es probable que los decesos sumen cientos. Más de 13 mil se contagiaron y padecen neumonía, según el ministro local de salud.
1o-13. Obligatoriedad de usar mascarillas y guantes en lugares públicos. Se recupera la mayor paciente de Covid-19, Pelageya Poyarkova, de 100 años.
12-25. Los contagios rebasan la cifra de 300 mil, el vocero presidencial Dmitry Peskov da positivo al Covid-19. Primera prueba de vacuna, sin efectos colaterales, a empleados en centros rusos de investigación. El primer ministro Mikhail Mishustin reanuda funciones a tres semanas de haber resultado positivo. Putin advierte que lo peor está por llegar. La región de Saratov reimpone prohibición de actividades fuera de casa a una semana de que se elevaron los contagios.
26. La organización Rospotrebnadzor recomienda que aerolíneas rusas no transporten más del 50 por ciento de pasajeros para mantener el espacio adecuado entre ellos. La vocera de la ONG, Anna Popova, estima que se estabilizó la tasa de nuevos casos.
REGIONES: Nizhny Novgorod prohibió el ingreso a todas las personas, salvo a trabajadores de emergencia o que prueben su residencia.
La república de Karelia, crea mapa interactivo de sitios con pacientes confirmados, incluidos nombres de calles y números de casa para que los residentes eviten esas zonas, anunció el dirigente Artur Parfenchikov.
Kaliningrado (occidente) anuncia que, el 29 de abril, terminará el aislamiento para la mayoría de residentes; solo reabrirán actividades esenciales e impone el uso de mascarillas y distancia social.
Al menos 21 regiones rusas solicitan pases de viaje digitales una semana después de que Moscú use ese sistema.
Khabarovsk (Lejano oriente) es la tercera en exigir uso de mascarillas en público, después de Amur y Tatarstan.
Fuentes: Interfax, Fontanka, Agencia Federal Biomédica, Moscow Times, France Press, Associated Press.
La estrategia del Kremlin fue positiva. La agencia sanitaria Rospotrebnadzor indicó: “la situación se estabiliza en el país”. Pero en Occidente se criticó la falta de transparencia oficial en las cifras. Pese a esta desconfianza, el 22 de mayo, Rusia registró, por primera vez, la cifra de pacientes liberados (nueve mil 262) en un día, superior a la de nuevos casos (ocho mil 764), según el centro de lucha contra el Covid-19 en su informe diario.
Con esa buena noticia, inició un descenso gradual, no exento de problemas en varias regiones del país. Entonces el portal independiente Meduza, de Kevin Rothrock, publicó que, en Rusia, el suministro de ventiladores era extensivo y que en Moscú excedía significativamente en número a esos accesorios respecto de Occidente.
Esquizofrenia política
El 25 marzo, cuando EE. UU. enfrentaba su día más mortífero por la pandemia, el embajador de Rusia anunció: “Moscú está lista para ayudar a Washington a combatir el brote de coronavirus, si lo considera necesario. Nuestras pruebas mostraron su buena calidad en China, Irán y se adoptaron en Italia. Los estadounidenses deben saber que Rusia, de ser necesario, estará lista para ayudar a su país, como repetidamente ofreció su asistencia en los incendios de California”.
A ese gesto solidario de Rusia, el gobierno de Donald Trump respondió con su falta de apoyo a los 300 estudiantes rusos que había en EE. UU. mediante intercambio. Según la cancillería rusa, la asistencia fue insuficiente para proteger y repatriar con seguridad a estos jóvenes y niños, en cuya estancia en ese país solo encontraron problemas y fueron dejados a su suerte durante la pandemia.
“Las autoridades estadounidenses prefirieron distanciarse de ellos e ignorar los mensajes de la embajada rusa, por eso Rusia espera una explicación”, declaró la vocera de la cancillería rusa, Maria Zakharova, al informar que, el 14 de mayo, los estudiantes habían emprendido su regreso.
Enmascarar la verdad
Para desacreditar a sus adversarios políticos, Occidente atribuye negligencia o ineptitud ante la crisis. Ésa es la lógica del artículo de opinión Cómo la Rusia de Putin fue incapaz ante la Pandemia, publicado por la agencia Bloomberg el 19 de mayo. Ahí asegura que Rusia tiene menos camas para pacientes de Covid-19 que los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), cuando la realidad se oponía a ese argumento.
La enérgica reacción de la Embajada rusa en EE. UU., a cargo del experimentado Anatoly Antonov, obligó a Bloomberg a retractarse de inmediato. El artículo cita datos de 2013 del Banco Mundial, donde parecía que en hospitales rusos hay tres camas por cada ocho de los países miembros de la OCDE. En realidad, Rusia tiene ocho camas por cada dos de los socios de esa organización.
El enérgico mensaje de la Embajada, a cargo de Anatoly Antonov, exministro en funciones de Defensa y ministro sustituto de Relaciones Exteriores, fue rotundo: acusó a Bloomberg de mentir descaradamente. “La mentira sobre nuestro país” viene de quienes son incapaces de detener el Covid-19 en el suyo”, se leía en la misiva. “Esos trucos de pseudo-expertos en Rusia, que moldean la opinión pública en Occidente sobre nuestro país, hace tiempo que ya son una triste realidad”.
Y concluyó: “Estamos convencidos de que los lectores de medios estadounidenses merecen información veraz, no deliberadamente distorsionada”. En seguida Bloomberg cambió el dato manipulado, pero hasta donde sabemos no se disculpó.
Días antes, la embajada rusa imputó a The New York Times por haber censurado una carta del jefe del Departamento de Salud de Moscú, Alexéi Kripún, que refutaba datos sobre un artículo en ese diario donde sostenía que Moscú había borrado mil 700 decesos de las estadísticas oficiales.
En esa dinámica de hostilidad, el 21 de mayo, Donald Trump anunció su retiro del Tratado de Cielos Abiertos, que permitía a los países firmantes volar sobre cualquiera de los territorios para supervisar la actividad militar. El huésped de la Casa Blanca alegó –sin probar– violaciones por Rusia. En reacción a este dicho, la vocera del Ministerio del Exterior, María Zakharova, afirmó que Rusia tiene quejas por abusos de EE. UU. al tratado.
El acuerdo, firmado en 1992 por 23 miembros de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa y Rusia, promovía la transparencia y la cooperación para futuros pactos de control de armas. Hoy son 30 participantes.
La política "chimoltrufiesca" en el gobierno federal ha invadido a todas las "mentes brillantes" de la Cuarta Transformación.
Será indispensable cambiar a fondo las escandalosas condiciones de precariedad en las que el capital ha mantenido al hombre.
Llamó a los mexicanos a buscar una distribución más sensata de la riqueza social, para lo cual resulta indispensable tomar la tarea de organizar y educar a las víctimas de la pobreza.
El costo de este bono sería equivalente al 0.06 por ciento del PIB regional si se entrega únicamente a la población en pobreza extrema.
La inyección fue diseñada por el Centro Estatal de Virología y Biotecnología 'Vector', en Siberia.
Rusia analiza en sus laboratorios diariamente 9 mil pruebas, cuyos resultados están disponibles en un plazo de tres días.
Continúa la tendencia de concentración de contagios en el grupo de adultos jóvenes; especialmente de 18 a 29 años.
Las 10 primeras entidades que suman el mayor número de casos acumulados son: Ciudad de México, Estado de México, Nuevo León, Guanajuato y Jalisco.
La OMS se expresó en contra de las drásticas restricciones de viaje aplicadas al sur de África y pidió que las decisiones se guíen por la ciencia y que se dé apoyo a los países africanos.
México es el país que menos acciones ha tomado en Latinoamérica para enfrentar los problemas derivados por el coronavirus.
Seguir estrictas medidas preventivas como el uso de cubrebocas en espacios públicos y vacunarse, son parte de las recomendaciones de la Secretaría de Salud para evitar contraer enfermedades respiratorias.
“Todos los días la región europea informa un promedio de más de 26,000 casos nuevos. Esto se debe en parte a la relajación de las medidas sociales y de salud pública".
Con un concierto y una clase de Box masivos en el Zócalo, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheimbaum, dijo que pese al repunte de contagios, no se aplicarán medidas y que “sólo hay que cuidarnos”.
FNERRR consideró necesario regresar a clases presenciales, únicamente si el 70 por ciento de la población está vacunada. Por lo anterior, demandaron al gobierno del presidente agilizar la vacunación para que el regreso a las aulas sea seguro.
Hay 7 mil 873 pacientes por covid-19 en la Zona Metropolitana y esta semana, un ingreso de 3 mil 072 contagiados; una reducción de un 14% respecto al periodo anterior.
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Escrito por Nydia Egremy
Internacionalista mexicana y periodista especializada en investigaciones sobre seguridad nacional, inteligencia y conflictos armados.