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De nueva cuenta, los fideicomisos públicos son tema de discusión nacional. En abril lo fueron también cuando en el Diario Oficial de la Federación (DOF) se publicó un decreto del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) que ordenaba su desaparición inmediata, en particular los que no tuvieran órganos de control o estructura orgánica.
Después de este intento fallido, toda vez que los fideicomisos creados por ley solo pueden ser extinguidos por otra ley, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) presentó una iniciativa legal para modificar 14 leyes y obtener así la desaparición de 44 fideicomisos, entre los cuales están los que fondean a 26 centros de investigación y becas; el Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden); el Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (Fidecine); el Fondo de Protección a Defensores de Derechos Humanos y Periodistas (FPDDHP); el Fondo de Deporte de Alto Rendimiento (FDAR) y, entre otros, el Fondo de Apoyo Social para Ex Trabajadores Migratorios Mexicanos (FASTMM) del Programa Bracero, que en conjunto disponen de aproximadamente 91 mil millones de pesos (mdp).
Luego de las protestas de diversos sectores afectados por esta iniciativa, Morena decidió no darle trámite, pero recientemente se supo que el propio AMLO ordenó al jefe de los diputados morenistas, Mario Delgado, que aprobara la iniciativa y que extinguiera todos los fideicomisos arriba mencionados, lo cual puede ocurrir en los próximos días. Además, se afirma que habrá otra iniciativa, enviada por el propio Presidente, para desaparecer más fideicomisos con la finalidad de que su gobierno disponga sin trabas de miles de mdp más.
Esto será así a pesar de que, en su iniciativa, Morena aduce opacidad y presuntos actos de corrupción en el manejo de estos fideicomisos y nada se dice sobre los mecanismos de vigilancia y fiscalización que se deberían aplicar para garantizar su transparencia y buen manejo.
Si AMLO afirma que tiene mucho dinero ahorrado proveniente del supuesto combate a la corrupción y su famosa austeridad republicana, ¿por qué le urge apropiarse de los recursos de los fideicomisos? ¿Miente descaradamente a los mexicanos y no tiene tales ahorros? ¿O será que los recursos públicos que ha gastado en sus programas clientelares y sus obras faraónicas no han sido suficientes para beneficiar a su partido de cara a las elecciones de 2021?
Con los más de 57 mil muertos por Covid-19 que ya se acumulan en México, el medio millón de contagiados y una pandemia fuera de control debido a su manejo irresponsable, es seguro que la urgencia del Presidente por hacerse del dinero de los fideicomisos no deriva de su preocupación por salvaguardar la vida y la salud de los mexicanos, sino de un objetivo político muy claro, pero deleznable: tratar de mantener el año próximo a Morena, su partido, como mayoría parlamentaria en el Congreso de México.
El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, destacó que existe la intención de lograr la unidad de los países de América del Norte y Centroamérica para enfrentar el fenómeno migratorio, a fin de evitar la militarización de las fronteras y atender l
La fuerza de trabajo gratuita fue otro factor de ventaja del joven capitalismo europeo. De las colonias, sobre todo de África.
Los hechos demuestran que no estamos ante una clase política nueva, sino ante la misma de siempre y con los mismos errores, los mismos manejos.
La ONU advirtió sobre la militarización de la seguridad pública.
La pandemia sigue dejando en evidencia la fragilidad de nuestro sistema de Salud y la ineptitud de un gobierno que solo busca ahorrar para su próxima campaña electoral.
El gobierno electo tendrá la obvia alternativa de seguir la misma política (es decir, agravar más los problemas y crear otros) o virar hacia mejor rumbo, más realista y sin ocurrencias megalomaniacas.
Las elecciones del dos de junio fueron de Estado, pues el titular del Poder Ejecutivo Federal utilizó su cargo para promover a los candidatos de Morena.
En agosto del año pasado, la Jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum Pardo, se comprometió a no reprimir ni criminalizar ninguna de las manifestaciones realizadas contra su gobierno.
Los presupuestos para 2020 se hicieron con el mantra del Presidente de la austeridad republicana.
Mientras que por un lado el gobierno federal condona, por otro, dicen algunos medios premia a Tabasco y no pagará alrededor de 11 mil millones de pesos que se habían acumulado de deuda de luz.
“El presupuesto federal no está destinado para atender las escuelas, en algunos estados, los recursos que provenían del fondo federalizado del ramo 33, se eliminaron”, puntualizó.
Mantiene también los proyectos más representativos de este gobierno: Aeropuerto General Felipe Ángeles, Construcción de la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya.
No se presentó un plan alternativo para la educación mexicana.
En realidad está favoreciendo a la clase más rica de México y del extranjero, es decir, a los empresarios que tienen las inversiones más grandes en el país.
“Ya está. No se ha hecho público. Es Graciela Márquez”, fueron las breves palabras de López Obrador al finalizar la conferencia matutina.
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Escrito por Maribel Rodríguez
Abogada, especialista en Derecho Constitucional.