Cargando, por favor espere...
Los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) conforman un mecanismo innovador que puede ser la puerta de entrada a la era de un mundo multipolar. El grupo fue fundado en 2009 en la ciudad de Ekaterimburgo, a la que asistieron los jefes de Estado de los países miembros: Lula da Silva, de Brasil; Dimitri Medvedev, de Rusia; Manmohan Singh, de India y Hu Jintao, de China. Sudáfrica se integró en 2011 al grupo. Este grupo no solo es relevante por sus dimensiones demográficas (40 por la población mundial) o económicas (20 por ciento del PIB mundial), sino por lo que representa en términos geopolíticos.
Los BRICS se diferencian notablemente de los otros grupos de países que se formaron a finales del Siglo XX y que aún funcionan. El G7, por ejemplo, está integrado únicamente por las potencias de Norteamérica y las europeas; el G20 incluye a las grandes potencias capitalistas más algunos países de medianos ingresos de América Latina, Asia y África. En contraste, los BRICS son países que forman parte del mundo rechazado, colonizado y explotado por el capitalismo occidental. Estos países, inconformes con el orden mundial, comandado desde los centros capitalistas, se propusieron conformar un grupo que impulsara los cambios necesarios para crear un mundo multipolar y sin hegemonías.
En sus inicios, coincidentes con la crisis económica de 2008 en Estados Unidos (EE. UU.), los BRICS fueron recibidos como una alternativa que podía ofrecer nuevas vías de desarrollo para los países periféricos. Pero el entusiasmo fue breve, pues los países miembros se enfrentaron a problemas internos que impidieron profundizar la cooperación entre las partes. Rusia tuvo que hacerle frente a la desestabilización que surgió en su frontera occidental luego del golpe de Estado de 2014 en Ucrania; Brasil se vio envuelto en una crisis política que llevó a un golpe suave contra Dilma Rousseff; India comenzó a tener varios acercamientos con EE. UU. como consecuencia de la política “Pivote a Asia” implementada por la administración de Barack Obama; China fue el único país del grupo que siguió ampliando la cooperación con el resto del mundo mediante la iniciativa de La Franja y La Ruta, y acercándose más a los países asiáticos, africanos y latinoamericanos.
El impasse en los BRICS llegó a su final con la guerra en Ucrania. El conflicto provocado por EE. UU. a través de su brazo armado llevó a los países del mundo a definir su posición en el tablero geopolítico global. Por un lado, los países europeos cerraron filas en torno a EE. UU., revitalizaron la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) e iniciaron el proceso para integrar a Suecia y Finlandia a esa organización militar. Por el otro, la mayoría de los países asiáticos (excepto Japón y Corea del Sur), africanos y latinoamericanos se negaron a apoyar las sanciones económicas encabezadas por EE. UU. y optaron por asumir un rol de neutralidad ante el conflicto. En esta coyuntura de galvanización de la política internacional ocurrió la 14° cumbre de los BRICS.
La cumbre “inyectó” vida nueva a los BRICS después de un largo periodo de calma. El grupo no solo ha cerrado filas con su negativa a obedecer las órdenes de Washington con respecto a Rusia, sino que se ha abierto la posibilidad de que nuevos países se le integren en el corto plazo. Argentina e Irán ya han expresado el deseo de integrarse al grupo y se espera que, en la próxima cumbre, el país latinoamericano y el árabe ya participen en los acuerdos que se tomen.
La fortaleza de los BRICS no radica en que los países compartan la misma identidad cultural o ideológica (Bolsonaro, Putin, Modi y Xi Jinping tienen perfiles muy diferentes) sino que todos los miembros buscan mayor soberanía para sus países. Esta agenda básica los ha llevado a unirse y a cerrar filas para resistir mejor los ataques lanzados por la potencia estadounidense. Los BRICS no rechazan la hegemonía de EE. UU. para imponer la hegemonía de China, Rusia, Brasil u otro país, sino que buscan un mundo más multipolar, sin hegemonías, que permita a todos los países elegir soberanamente sus formas de vida (culturales, políticas, religiosas, ideológicas, etc.) sin que se vean constantemente amenazados por una potencia extranjera.
Los países periféricos deberían contribuir a la causa justa de los BRICS para que el mundo multipolar, que defienden, se vuelva una realidad en el mediano plazo. A México le convendría acercarse más a ese grupo.
La Comunidad Rusa en México llamó a los mexicanos a mantener la neutralidad y revisar con cautela todas las noticias que se les presentan por los distintos medios de comunicación.
Ressa y Muratov fueron galardonados "por sus esfuerzos para salvaguardar la libertad de expresión, que es una condición previa para la democracia y la paz duradera", dijo la presidenta del comité Nobel, Berit Reiss-Andersen.
Cooperación, respeto y confianza, son los tres ejes base de los cada vez más numerosos actores estatales y no estatales que están a favor de un emergente mundo multipolar, un proceso irreversible e inédito en la historia.
El Comité Nacional Antiterrorista de Rusia sostuvo que el ataque al puente de Crimea, en el que murieron dos personas, fue llevado a cabo por el régimen de Kiev con drones de superficie.
En su conferencia “La desinformación en torno al conflicto Rusia-Ucrania”, la internacionalista Nydia Egremy instó a los asistentes a buscar otras fuentes alternativas para entender lo que realmente está pasando en Ucrania.
Ha ganado galardones para su poesía en La India, EE. UU., Canadá, Grecia, China y Rusia, además del Premio de la Unión Mongol de Escritores.
Ucrania no podrá vencer a Rusia en el campo de batalla, afirmó el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, quien también indicó que el envío de armas a Kiev sólo conllevará más muertos.
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en entrevista con BBC, aseguró que las autoridades ucranianas "bombardean a su propia población", mientras Occidente "le vende el armamento para que lo continúe haciendo".
Estados Unidos ha ido perdiendo su hegemonía; tiene problemas internos graves que le ha provocado crisis profundas, impidiéndole competir contra Rusia y China, afirmó el analista Omar Carreón Abud.
El fondo de inversión Rosemont Seneca del hijo del presidente estadounidense Joe Biden, Hunter Biden, participó en la financiación del programa biológico militar del Pentágono en Ucrania.
La riqueza de los BRICS alcanza los 45 billones de dólares, “más del 45% de la población del mundo y supone casi el 36% del PIB mundial, lo que sobrepasa la cuota del 30% del G7.
Las acusaciones infundadas contra Moscú es un intento de desviar la atención de las dificultades que sufren los países europeos en la lucha contra la pandemia.
Donald Trump arremetió contra la Administración de Joe Biden por crear la “guerra” entre Rusia y Ucrania.
Sobyanin destacó que las pequeñas y medianas empresas en Moscú se están desarrollando muy activamente.
"Extremistas", así calificó un tribunal de Moscú las actividades de las redes sociales Instagram y Facebook, ya que "contienen llamados a cometer actos violentos contra ciudadanos de Rusia, incluido contra el personal militar".
Escrito por Carlos Ehécatl
Maestro en Estudios de Asia y África, especialidad en China, por El Colegio de México.