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El alza en el precio de los fertilizantes está afectando severamente la rentabilidad de los pequeños productores agrícolas de Sinaloa y arriesga el futuro de la estabilidad económica de esa entidad federativa.
Los campesinos describen su situación como “sumamente grave” y denuncian que, pese a que las autoridades han ofrecido contrarrestar la inflación en ese rubro estratégico para la productividad agropecuaria de Sinaloa, este fenómeno económico aumenta; y hasta el momento no les han ofrecido ningún apoyo.
En palabras de los afectados, los precios actuales de los fertilizantes son casi tres veces mayores a los del año pasado. Por ejemplo, la urea elevó su precio de 12 mil 750 a 20 mil 700 pesos la tonelada y el amoniaco de 17 mil 400 a 27 mil 600 pesos la tonelada.
Por ello, revelaron a buzos, han tenido que acercarse a empresas financieras, cuyas tasas de interés son muy altas y, pese a esta circunstancia, están endeudándose para cultivar sus tierras.
Juan de Jesús Lemus, productor de maíz, garbanzo y frijol del ejido Cañada de Guamuchilito en el municipio de Navolato, alertó que la situación es desesperante porque los precios de los citados aditamentos son cada vez más altos y arriesgan la producción agrícola.
Explicó que la situación de los ejidatarios y los pequeños propietarios resulta más dramática porque las compañías financieras ofrecen coberturas crediticias más grandes e intereses menores, y mejores precios de fertilizantes a quienes poseen más hectáreas de cultivo. Es decir, enfatizó, el trato que estas empresas otorgan a un ejidatario no es el mismo que ofrecen a “un propietario de 400 hectáreas”.
Por ello, los pequeños productores recurren a estos negocios, que además les exigen cuotas de producción por hectárea casi imposibles, les autorizan préstamos muy bajos que solo les alcanzan para comprar semillas, fertilizantes y para cubrir otros gastos menores.
Rosario Ruiz Ibarra, productor de maíz y frijol del ejido La Constancia, del municipio El Fuerte, reveló a buzos: “Indiscutiblemente, el buen año que tuvimos anteriormente por los buenos precios ya se nos anuló; y aunque este año volvamos a tener buenos precios para los maíces, no sabemos cómo al final de cuentas vamos a quedar, si poquito para tablas o con bajos márgenes de utilidad, ya que esto dependerá finalmente del precio que se alcance en el mercado”.
El precio elevado del diésel representa otro factor que también los afecta, porque su precio poco se ha encarecido pese al manejo directo que el Gobierno Federal tiene sobre su distribución y costo.
El uso de este insumo, agregó Ruiz Ibarra, debería ser mejor considerado por el gobierno porque “juega un papel importante en la producción agrícola; y por el impacto que esto tiene en la alimentación de todos los mexicanos se debería proporcionar a precios más justos; pero lamentablemente no es así”, denunció.
Denuncian falta de apoyos
A pesar de que el Gobierno Federal vigente prometió, en varias ocasiones, que brindaría financiamientos a los campesinos, en especial a los pequeños productores, hasta la fecha, la mayoría de éstos no lo han visto, o si lo han visto ha sido muy poco. En Sinaloa, por el contrario, la inflación ha complicado los ciclos agrícolas y alterado la economía de miles de pequeños productores.
En el mismo caso se encuentra el nuevo gobernador estatal, Rubén Rocha Moya, quién también ofreció dar apoyos más amplios a los pequeños productores; pero a la fecha no se ha acercado a las organizaciones campesinas, incluidas las que enfrentan necesidades urgentes de atención.
Agustín Espinoza Lagunas, coordinador estatal del Congreso Agrario Permanente (CAP), integrado por 14 organizaciones agrícolas, pesqueros y ganaderos, señaló que las nuevas autoridades apenas están integrándose a sus tareas: deberían conocer las necesidades de la población a la que representan.
Hace unos días, los dirigentes del CAP se acercaron al Secretario de la Comisión de Agricultura y presidente de la Comisión de Asuntos Agropecuarios del Congreso del Estado para que, en el Presupuesto de Egresos del gobierno de Sinaloa, se incluyan apoyos financieros destinados a subsanar el problema por el incremento en precios de los fertilizantes.
“A parte de que los precios son altos, todavía están recurriendo a las parafinancieras con intereses más altos; el crédito no lo tienen directo los productores, entonces sí está muy serio el tema ahora y se pondrá más fuerte cuando se compre fertilizante de los auxilios, ya que mucha gente fertiliza los auxilios, entonces se incrementará la problemática”, informó Espinoza Lagunas.
Estas demandas no han logrado ninguna respuesta positiva de las autoridades de gobierno de Sinaloa, porque alegan que están esperando el Presupuesto de Egresos de la Federación de 2022 (PEF 2022) para conocer cuál será el gasto público federal destinado a la entidad.
El subsecretario de Agricultura en el estado, Ramón Gallegos, reconoció la gravedad del impacto que el aumento de precios a los fertilizantes tiene para los productores agrícolas de Sinaloa y se comprometió a que habrá mejores apoyos de la Secretaría de Agricultura del Estado, dirigida por Jaime Montes Salas.
Sin embargo, intentó minimizar la situación de los productores locales y mencionó que el incremento a los fertilizantes es parte de un problema global; que su impacto no era tan grave como el generado por la pandemia del Covid-19 y que hay poca producción de tal insumo porque las materias primas escasean por los fertilizantes nitrogenados con que se fabrican.
Con respecto a los apoyos que ofrece, informó que el gobierno sinaloense está buscando convenios con financieras nacionales para que accedan a conceder créditos accesibles; e hizo un llamado a los pequeños productores a que se acerquen a su dependencia para recibir asesorías antes de concertar con dichas empresas.
Por su parte, el líder de la Liga de Comunidades Agrarias (LCA) en el Estado de Sinaloa, Faustino Hernández, denunció los constantes aumentos de los fertilizantes derivados del petróleo, como los granulados, la urea y el amoniaco. “Es aberrante lo que está pasando en el campo de Sinaloa. Particularmente, nosotros que somos el granero a nivel nacional, donde le damos de comer a muchos mexicanos y con estos precios estratosféricos, nosotros vamos al abismo”.
El líder agrario denunció que ni siquiera un precio de cinco mil 500 pesos puede garantizar una buena utilidad, y se espera uno al menos igual al del ciclo 2020-2021. “Definitivamente que no será suficiente, de acuerdo con lo que trae FIRA; no nos alcanza el dinero que invertimos; está desfasado y nosotros tenemos que invertir. Estamos exponiendo nuestro patrimonio. No hay quien detenga el alza de los insumos”.
La LCA hizo un llamado a las organizaciones campesinas, a los gobiernos estatal y federal, a los diputados federales y al Congreso de Sinaloa para que juntos analicen a profundidad el problema porque, en un futuro no muy lejano, lastimarán los precios de los productos agrícolas una vez que lleguen al mercado.
En respuesta a este reclamo, la Comisión de Asuntos Agropecuarios del Congreso del Estado de Sinaloa se declaró en sesión permanente para incluir, en el Presupuesto de Egresos del estado, mayores recursos para los productores agrícolas y ganaderos.
Serapio Vargas Ramírez, presidente de la comisión, informó que en el PEF del presente año se contempla un presupuesto de 480 millones de pesos (mdp); pero que la Secretaría de Agricultura y Ganadería únicamente ejerció 100 mdp; la propuesta de gasto para 2022 es de 488 mdp y se espera que se aplique integralmente.
El desglose de este presupuesto es el siguiente: 50 mdp para proteger el precio del maíz; 45 mdp para el seguro catastrófico en las zonas de temporal y los altos; 30 mdp para la zona de las praderas, y 71 millones 100 mil pesos para el desarrollo rural integral de Sinaloa, entre otras.
La comisión cameral también acordó sostener reuniones semestrales con organizaciones agrícolas para resolver los problemas del campo en Sinaloa; y se anunció que, en breve, un grupo de diputados locales visitará el Centro Internacional de Mejoramiento del Maíz y el Trigo (CIMMyT) para firmar un convenio entre éste y el gobierno del estado.
El objetivo de éste consiste en producir una semilla híbrida de maíz blanco y maíz amarillo que responda a las necesidades climáticas de Sinaloa. El presidente de la Comisión de Asuntos Agropecuarios explicó que, si fructifica este convenio, los agricultores sinaloenses estarán en condiciones de reducir hasta en 50 por ciento el costo de las semillas, cuya inversión actual resultaría onerosa.
Inflación perjudica la agricultura
Los principales fertilizantes que se usan en Sinaloa son el amoniaco y la urea, cuyos precios se han incrementado hasta en un 100 por ciento y han acotado notoriamente las utilidades de los campesinos.
En Sinaloa se encuentra la agricultura más tecnificada del país, lo que le permite disponer de una gran productividad. Los productos agrícolas de mayor cultivo son pepino, tomate, calabaza, berenjena, chile, legumbres, mango, melón, sandía, maíz, frijol, soya, papa, cártamo, arroz, trigo y sorgo.
Las zonas agrícolas de la entidad abarcan el 33.63 por ciento de la superficie con un millón 180 mil 591 hectáreas cultivadas, de las cuales el 41 por ciento posee infraestructura de riego y el 59 por ciento restante es de temporal.
Además, cuenta con mil 195 kilómetros de vías férreas, cuatro aeropuertos, tres de ellos internacionales y dos puertos importantes, Mazatlán y Topolobampo, ambos con potencial para estibar cargas pesadas hacia Estados Unidos y Asia.
La agricultura de riego se localiza principalmente en el centro y el norte del estado, en los municipios de El Fuerte, Elota, Guasave, Angostura, Navolato, Culiacán y Ahome. La agricultura de temporal se ubica en la franja comprendida entre la Sierra Madre Occidental, la costa y parte de la región centro-norte, en los municipios de Culiacán, Elota, Mocorito y Sinaloa.
La construcción de una planta de fertilizantes en Topolobampo ha generado muchas expectativas, pero estará listo en dos o tres años; por lo que por ahora no puede contribuir a la solución al problema derivado del alza en los precios de este insumo. Por ello, este ciclo agrícola (2021-2022) será duro para los productores, aunque tienen el consuelo de que, en el mediano plazo, dispondrán de fertilizantes con mejores precios.
El 28 de noviembre se realizó una consulta pública para saber si la población estaba de acuerdo con la construcción de la planta de fertilizantes. El resultado fue contundente, pues el 81.9 por ciento de la sociedad votó a favor; y solo el 15.9 por ciento lo hizo en contra.
Las autoridades coincidieron en que la planta favorecerá a los productores agrícolas, aunque Faustino Hernández, líder de la LCA, hizo un llamado a las instituciones federales para que den seguimiento a la construcción y la operación de la empresa Gas y Petroquímica de Occidente (GPO) para que ésta no afecte la flora y fauna de la región; y atienda debidamente la preocupación de las personas y organizaciones ecologistas que se negaban a la edificación de la planta.
El jitomate, el chile serrano y la naranja son algunos de los productos que han experimentado un mayor incremento en sus precios.
Humillado, el invasor occidental de Afganistán admite: “Es tiempo de terminar la guerra interminableˮ. Sin solución militar a los problemas políticos y de seguridad en aquel país, Joseph Biden cumple plan de Donald Trump y retira sus tropas.
La inflación afecta, sobre todo, a los más pobres. Mientras los trabajadores perciben un salario fijo, a los empresarios la inflación no les afecta porque se compensan elevando los precios y trasladando el aumento a los consumidores.
El alza en los precios de los alimentos de mayor consumo impide que un millón 436 mil potosinos puedan adquirirlos; la mitad de la población vive en condición de pobreza y el costo de la canasta básica se ha descontrolado.
Para los especialistas en economía, lo que López Obrador propuso sobre sembrar más maíz y frijol para autoconsumo para apaciguar la inflación en el país, es solo un disparate electorero y una tomada de pelo.
Los campesinos describen su situación como “sumamente grave”. Pese a que las autoridades ofrecieron contrarrestar la inflación en ese rubro, este fenómeno económico aumenta; y hasta el momento no les han ofrecido ningún apoyo.
Familias urbanas necesitan aproximadamente nueve mil 196 pesos para necesidades alimentarias básicas.
Los datos son contundentes. En la economía no hay crecimiento, incluso organismos nacionales e internacionales (FMI, OCDE y Banxico) coinciden en que éste no será suficiente para que México recupere el que tuvo antes de la pandemia.
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Las medicinas dermatológicas y cardiovasculares también presentaron alzas significativas.
En el último lustro se ha intensificado, en un gobierno que se dice "primero los pobres", la tendencia al empobrecimiento de las mayorías, sobre todo en las entidades menos desarrolladas y más pobres, donde hay mayor informalidad y pobreza laboral.
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En febrero el aumento general de precios fue de 7.2%, pero la canasta básica sube el doble respecto a 2021. Sobre la causa, EE.UU. acusa a Rusia y la "guerra" en Ucrania. Pero éste es un manejo falaz; la inflación mundial viene de antes.
El chayote, la naranja, la lechuga, la col, los plátanos, las calabacitas y el aguacates registraron un alza en sus precios durante la primera quincena de junio.
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Escrito por Yamileth Zamudio
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