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Se cumplió la primera semana del retorno a clases presenciales de al menos 25 millones de estudiantes de educación básica que han vuelto a las aulas con un plan de estudios controvertido, debido a que la Secretaría de Educación Pública (SEP) implementará un modelo educativo en el que destacan algunas reformas de “fondo” y contenido ideológico que, en palabras de los especialistas, solo generarán incertidumbre en niños y padres de familia. Este nuevo plan se aplicará inicialmente en 30 escuelas de la República Mexicana.
Pero la mayor preocupación generada por la reciente propuesta educativa se halla en el hecho de que la enseñanza básica en el país hoy enfrenta una crisis de aprendizaje, ausentismo y deserción escolar propiciados por la pandemia de Covid-19 –ya que la educación virtual aplicada por la SEP resultó muy deficiente durante el confinamiento sanitario– y por la falta de un plan educativo actualizado.
El plan de instrucción básica (preescolar, primaria y secundaria) difundido antes del regreso a clases presenciales está sustentado en tres “pilares”: una ideológica, una política y una educativa. Es en esta donde hay bastantes dudas con respecto a su aplicación porque se desconocen los programas específicos de las materias; y porque se sabe poco de ellos debido a que están abrumados de contenidos extraños a sus temas y solo generan confusión.
Y aunque la extitular de la SEP, Delfina Gómez, declaró en su momento que el “nuevo plan” no era una ocurrencia; la verdad es que nadie en el Gobierno Federal ha precisado el contenido realmente educativo de la reforma; y lo único claro hasta el momento es que tiene la intención política de adoctrinamiento al servicio del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y su llamada “Cuarta Transformación” (4T); como lo evidenció el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) cuando afirmó que en México hay “una realidad nueva (sic) y que no se pueden ya aplicar los mismos métodos de enseñanza”.
¿Es una verdadera reforma educativa “radical”, a fondo y resultado de un análisis serio y científico? ¿Es buena la decisión de modificar la evaluación de los alumnos no calificando tareas, no asignando puntos por la asistencia y los trabajos extraordinarios? Marco Fernández, catedrático del Instituto Tecnológico de Monterrey criticó esta parte del plan y advirtió que “la ausencia de orientaciones didácticas claras y la multiplicidad de términos desconocidos por el personal educativo incrementan las dudas sobre la reforma de la llamada Nueva Escuela Mexicana”.
Otra de las graves deficiencias se observa en la capacitación de los docentes. Los especialistas coinciden en que el “nuevo plan” impedirá un posible y deseable combate al rezago educativo que dejaron el Covid-19 y el ausentismo escolar. Por ejemplo, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) estima que en el año y medio de cierre de las escuelas mexicanas –uno de los periodos más largos en el mundo– provocó la pérdida de dos años de aprendizaje fundamental en los infantes y adolescentes.
El plan cuatroteísta tiene el claro objetivo de “adoctrinar” política e ideológicamente a los estudiantes; y poco le importan los métodos y contenidos de la enseñanza, así como las deprimentes condiciones materiales de la infraestructura escolar en muchas regiones rurales y barriales del país. Todo indica que la educación pública en México seguirá siendo un desastre; que habrá más generaciones perdidas con futuro improductivo, mayor incremento en el desempleo y, naturalmente, más pobreza y marginación.
Hoy, con el “nuevo plan” educativo y con otra improvisación en la máxima institución encargada de instruir a los mexicanos —porque la nueva titular de la SEP, Leticia Ramírez es igual de incompetente que Delfina Gómez—, la escuela básica estará centrada en adoctrinar y obedecer sin pensar, razonar y cuestionar, objetivos que AMLO y Morena persiguen para manipular y engañar a los mexicanos; cuando deberían brindar a nuestros infantes una instrucción que los forme como hombres más humanos, libres y científicos.
En México es urgente educar y formar a la niñez y juventud con valores superiores, infundirles un verdadero sentido de responsabilidad social, hábitos de estudio y trabajo; y dotarlos con un bagaje de conocimientos útiles. La educación mexicana debe orientarse a generar profesionistas con una altísima calidad científica y práctica, hombres con capacidad para resolver los problemas cotidianos en sus pueblos y colonias. México necesita sabios y generaciones educadas en todas las disciplinas. Sin ellos seguiremos en el hoyo al que fuimos arrojados. Desgraciadamente, con AMLO y Morena nada podrá hacerse. Es hora, entonces, de cambiar de gobierno en el país. Por el momento, querido lector, es todo.
En la Ciudad de México, los apoyos, además de selectivos, son insuficientes y no han logrado frenar la deserción de alumnos en la capital.
Mario Delgado, próximo secretario de Educación Pública, planea eliminar el examen Comipems para que ningún estudiante sea excluido del nivel medio superior.
Estas acciones gubernamentales están enraizadas en el modelo económico neoliberal que según Andrés Manuel López Obrador está extinto.
El presidente anunció este fin de semana que “llueve, truene o relampaguee”, el próximo 30 de agosto regresarán a clases presenciales todos los estudiantes.
Sin previo aviso, autoridades de la Secretaría de Educación Pública y Cultura del estado de Sinaloa, frenaron el otorgamiento del apoyo, a pesar de estar vigente un convenio para otorgarlo durante todo el ciclo 2021-2022.
El rezago educativo de nivel básico va de los 20 a 30 años porque sus centros escolares carecen de infraestructura adecuada y los maestros no cuentan con salarios suficientes. Además, el PEF 2024 está muy por debajo de las necesidades del sector.
Los mexicanos tienen que pagar costos muy altos por el internet (30.36 euros), en comparación con países como Canadá (22 euros) o Turquía (15 euros).
Urgió a las autoridades educativas y el propio gobierno de López Obrador a tomar en cuenta la voz de especialistas, para que sea la ciencia quien rija en los nuevos libros.
A pesar de la crisis educativa que se vive en México, las decisiones de política pública no contribuyen a atenderla. Este año, cada maestro tendrá 85 pesos para su formación, mientras que en 2016 fue de 1,644 pesos.
Estudiantes de la CNEC, que pertenecen a distintas universidades de la Ciudad de México como la UNAM, la UAM, el IPN y la ENAH, marcharán el próximo 22 de julio a la alcaldía Cuauhtémoc para exigir que se cumplan las demandas.
Con el objetivo principal de proteger la salud de los estudiantes durante esta temporada de frío.
El programa educativo que cuenta con más recursos del gobierno es La Escuela Es Nuestra registra graves problemas de opacidad en los que podría haber actos de corrupción; sólo una de cada tres escuelas recibe apoyo.
Los tratados de libre comercio son la joya de la corona de las políticas neoliberales en el mundo.
SEP publicó su convocatoria 2024 para cursar alguna de las más de 20 licenciaturas que ofrece, a través del programa de la Universidad Abierta y a Distancia de México (UnADM).
La ONU señala que es importante que cada país tome las riendas de su sistema educativo e insiste que la función de la educación es el motor del progreso económico.
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Escrito por Miguel Ángel Casique
Columnista político y analista de medios de comunicación con Diplomado en Comunicación Social y Relaciones Públicas por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).