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Nos quedaremos sin tu trabajo dedicado y excelente, pero tu enorme ejemplo de luchador consecuente, modesto y serio, ya nadie nos lo quitará, nos pertenece y nos hará mejores. Espero. A buen tiempo, niño todavía, Tlacaélel Calzada Valdez, decidiste seguir a tu padre, Antorchista de los indispensables, que batallaba por los que jamás le podrían pagar y no hemos olvidado ni un instante que, a él, a Juan Calzada Abad, como a ti, le llegó la hora final en su puesto de combate, se quedó dormido para siempre porque le falló su gran corazón cuando había decidido vigilar las mercancías de una tienda de la organización. Sí, señor, uno de esos pequeños negocios que los Antorchistas cuidan para mantener su lucha y que uno de sus arrogantes enemigos de la clase explotadora, mintiendo con sevicia, dijo que eran “moches”, o sea, delitos. Ellos, a lo suyo, nosotros a lo nuestro.
Vamos a la tarea de hoy. Es muy importante que en estos momentos se colabore, se insista, en hacer claridad sobre la verdadera naturaleza del modo de producción capitalista en su fase imperialista porque ya nada tiene que ofrecer a los trabajadores sino lágrimas y sangre. Ese método de producir satisfactores domina en el mundo desde hace unos 500 años y se basa en la apropiación privada de tiempo de trabajo no pagado, es decir en el hecho de que al obrero se le pague solamente lo que necesita para sobrevivir y reproducirse y que ese pago sea mucho menor al valor que ese mismo obrero produce. Ese valor arrancado se llama plusvalía y su acumulación constante hasta formar montañas de dinero, llevó a Carlos Marx, su descubridor, a llamarles irónicamente a los capitalistas, artistas de la plusvalía.
Pues bien, esa apropiación de tiempo de trabajo exige la propiedad privada de los medios de producción que en la época actual son cada vez más variados y numerosos, implica poseer materias primas, maquinaria y equipo, vías de comunicación, masas inmensas de consumidores y, por supuesto, de fuerza de trabajo hábil, dócil y siempre dispuesta a ofrecerse en venta. Todas estas exigencias del capitalismo moderno han generado el imperialismo, su fase superior que, en pocas palabras, significa que todo ello debe estar a disposición permanente de los potentados por la buena o por la mala y la experiencia aterradora de la humanidad indica que casi siempre ha sido por la fuerza. La sangrienta guerra de conquista es el instrumento del imperialismo.
Estados Unidos (EE. UU.), dijo Henry Kissinger, no tiene amigos, tiene intereses. En efecto, los que son sus aliados han sentido en carne propia la garra del imperialismo. Japón, por ejemplo, se sometió al dominio imperial a partir de agosto de 1945, obligado a rendirse ante EE. UU., cuando dos pavorosas bombas atómicas acabaron con todos los habitantes de Hiroshima y Nagasaki y, entre otros más, Alemania, que tuvo que pagar a EE. UU. miles de millones de dólares después de la Segunda Guerra Mundial y, para acabar pronto, toda la Europa capitalista, que fue obligada a recibir para su reconstrucción gigantescos créditos con gigantescos intereses mediante el llamado Plan Marshall.
Hubo más. A efecto de controlar y mantener sujetos a los países capitalistas de Europa que habrían de fungir como sus aliados, EE. UU. patrocinó la formación de la Organización del Atlántico Norte, la diabólica OTAN, organismo que –ahora que ya no se quieren acordar– su primer Secretario General, Lord Hastings, caracterizó como un aparato para “mantener a la Unión Soviética fuera, a los americanos dentro y a los alemanes abajo” y, a 72 años de distancia y a la luz de lo que vivimos, puede afirmarse categóricamente que el viejo colonialista nacido en La India durante la dominación británica no se equivocó. Los aliados de Estados Unidos atraviesan graves problemas económicos y sociales por tratar de cumplir las órdenes de sus amos.
Empecemos por Alemania que, según Lord Hastings, debería mantenerse abajo. Ahora, para cumplir los propósitos de EE. UU. contra Rusia mediante el uso del pueblo ucraniano, los norteamericanos volaron los gasoductos North Stream para evitar que Alemania siguiera comprando combustibles rusos a bajo precio. Veamos lo que escribió sobre las consecuencias de ello el portal de RT el pasado 19 de febrero: “Alemania se ha visto afectada por una grave crisis en los últimos años, a medida que los precios de la energía se han disparado, mientras que la escasez de trabajadores calificados y la débil demanda interna pesan sobre el desempeño económico del país. El PIB disminuyó un 0.3% interanual en 2023, lo que la convierte en la única economía del G7 que se contrae en 2023”.
En cuanto a Inglaterra, que no se halla mejor, “la economía del Reino Unido se contrajo en el cuarto trimestre de 2023 por segundo periodo consecutivo, lo que significa que el país ha entrado en recesión, indicó este jueves la Oficina Nacional de Estadística (ONS). El producto interno bruto (PIB) británico cayó un 0.3% en el cuarto trimestre del año pasado, después de haber descendido un 0.1% en el tercer trimestre, según un comunicado del ONS” (Diario El Economista del 15 de febrero).
Japón vive de prestado. Tiene una deuda pública de 266 por ciento de su Producto Interno Bruto (dato de septiembre de 2022), el mayor porcentaje de todos los países desarrollados, muy mala señal para su pueblo porque ya Marx descubrió en El Capital que “la única parte de la llamada riqueza nacional que entra real y verdaderamente en posesión colectiva de los pueblos modernos es... la deuda pública”. Además, en Japón “la economía cayó 0.4 por ciento anual en el periodo de octubre a diciembre (de 2023) después de una caída de 3.3 por ciento en el trimestre anterior. Con este derrumbe, Japón pierde su título como la tercera potencia económica más importante del mundo frente a Alemania” (El Sol de México, 16 de febrero).
Ésa es una apretada síntesis de la situación económica de algunos de los países capitalistas más poderosos subordinados a los intereses imperialistas de EE. UU. Otros más, por estos días sufren graves protestas de sus ciudadanos que ven desplomarse sus posibilidades de ganarse el pan y acceder a una vida mejor. “El lunes, cientos de tractores bloquearon secciones de Praga e interrumpieron el tráfico frente al Ministerio de Agricultura del país… Protestas similares han arrasado la UE en los últimos meses y han tenido lugar en países como Polonia, Francia, España, Italia, Bélgica, Hungría, Bulgaria, Letonia y Eslovenia”. No pocos ni insignificantes.
Finalmente, consigno lo que dijo el periodista norteamericano de Fox News, Tucker Carlson, que hace unos días entrevistó a Vladimir Putin. Sobre el Metro de Moscú, la capital del “Imperio del Mal”, según han dicho los occidentales, escribió: “No hay grafitis ni suciedad ni malos olores, no hay vagabundos ni drogadictos ni violadores ni gente esperando para empujarte a las vías del tren y matarte. Está perfectamente limpio y ordenado”. El imperialismo, pues, sólo ofrece sufrimiento y muerte y se abren otra vez nuevas perspectivas para el hombre. Estemos atentos.
EEUU y sus aliados europeos se proclaman seguidores del libre comercio y la democracia, pero cuando ven afectados sus intereses, crean medidas de control o certificaciones como el Proceso Kimberly. Te explico.
La prensa occidental hegemónica y algunos académicos prestigiados en el campo de las Relaciones Internacionales sostienen que China quiere ser la siguiente super potencia mundial.
Se decía que la gente estaba casi extasiada con su líder sin igual en la historia del país y que, por tanto, la pasividad ante el infortunio duraría muchos años.
El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura envió sus condolencias a los familiares y amigos del escritor.
Antorcha fomenta el arte, y también la lectura, es algo hermosísimo, pero se está perdiendo. Es indispensable que los jóvenes de hoy dejen a un lado el celular, que se dediquen más a la lectura.
Ante el incremento constante de la violencia en México, este año electoral debemos analizar y utilizar nuestro voto para detener la masacre. Por ejemplo, en Guerrero surge la propuesta del PAC, un nuevo partido que nace de las colonias, de los pueblos de la montaña.
El presidente de la Coparmex, José Medina Mora, afirmó que “no es el momento” de aprobar la reforma para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales.
En México no estamos viviendo un periodo sexenal de amor: todo lo contrario, el desamor y el odio son motivados por el Presidente de la República todos los días como parte de una estrategia mediática para aparecer como el “paladín del pueblo”.
Sustentada en la conferencia sobre el tema que el Ingeniero Aquiles Córdova dictó a jóvenes en 2015, en la obra el autor usa el análisis marxista-leninista, con el cual sus deducciones se han comprobado una a una con el paso de los años.
Existen, según la moral neoliberal, dos tipos de vidas que no valen igual; las víctimas serán siempre las que el sistema elija como tales, sin importar que tengan las manos cubiertas de sangre y sean sorprendidos in fraganti perpetrando asesinatos.
La esperanza de vida es una estadística que se refiere al número de años que una persona “saludable” puede esperar vivir a partir de que nace.
En la mitología griega, las Moiras tejían un hilo cuando alguien nacía y lo cortaban al momento de su muerte. ¿Cuándo ha de cortarse y qué ocurre en ese momento, de acuerdo con la ciencia?
¿Quiénes se benefician y qué lograron con la masacre? Nada en claro, más que desestabilizar al recién reelecto presidente Vladimir Putin. Pero no consideran que, lejos de lograrlo, solamente consiguieron unificar con mayor decisión al pueblo ruso.
Aquiles Córdova ha tenido enemigos muy poderosos, pero ninguno ha podido dañar o frenar a Antorcha.
El mundo avanza hacia una reconfiguración del sistema económico, social y político con mayor sentido humanitario. Los intentos de someter a Rusia y China han fracasado; y no hay posibilidades de que prosperen en el futuro.
Escrito por Omar Carreón Abud
Ingeniero Agrónomo por la Universidad Autónoma Chapingo y luchador social. Autor del libro "Reivindicar la verdad".