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Como una macabra herencia en la forma de gobernar y atender las necesidades de los mexicanos, con la llegada de Morena y su “Cuarta Transformación” (4T), se impuso el sello del expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en todo el país: cero obras; y así transcurrieron seis largos años de ayuno respecto a la construcción de infraestructura urbana o rural.
Las propuestas de mexicanos organizados, comités de obras, gobiernos estatales y municipales de oposición y organizaciones sociales que conocen las necesidades en los asentamientos humanos fueron desechadas: cero atenciones al pueblo, pero eso sí, miles de millones de pesos tomados del presupuesto nacional fueron invertidos en obras emblemáticas del expresidente, que siguen sin recuperar lo invertido.
El Estado de México (Edomex) no es la excepción. Gobernado por Morena, en manos de Delfina Gómez, en los municipios conurbados, particularmente de la Zona Oriente del Valle de México se han agravado aspectos como la inseguridad, la falta de agua potable, drenaje y pavimentación; la omisión es constante. Ahora se suma la falta de obra pública en general, necesaria para mejorar elementalmente las condiciones de vida de “Los Olvidados”. “El hermoso México tiene en este Oriente uno de los territorios más feos y desesperanzadores”, consignó recientemente un reconocido medio español, al referirse a la evidente falta de atención y construcción de nuevas obras o mantenimiento de las existentes.
El medio se sorprendió con las dantescas imágenes de basura, cascajo y perros muertos expuestos en los canales; y eso demuestra la mala gobernanza. Pero, como también afirma: “gobiernos van y vienen y la podredumbre sigue ahí, lugar al que sólo voltean los gobernantes cuando de votos se trata”, cierto. Todas esas carencias y necesidades resultan evidentes y es obvio que urge resolverlas para los gobiernos de todos los niveles.
En el Edomex, los ciudadanos reclaman atención a sus necesidades; la gobernadora Delfina Gómez debe escuchar los reclamos sociales, pues los mexiquenses se empobrecen cada día más. Es el reclamo general de miles de familias que padecen diariamente la insensibilidad de esta gobernante.
Las dudas están fundadas: como presidenta municipal, Gómez Álvarez se negó a escuchar y resolver las peticiones ciudadanas; un caso: la colonia Víctor Puebla, asentada hace 16 años en lo que fuera el Rancho Santa Martha, en Texcoco, no ha recibido el reconocimiento y, por tanto, el derecho a la construcción del equipamiento urbano.
Según reporta una vecina, Carmen, fundadora de la colonia: “acudimos al Grupo Nacional de Solicitantes de Terrenos (GNST); vivía rentando en Neza, no teníamos para completar para un terreno, nos juntamos al grupo que se reunía los fines de semana, nos informaron que ya habían conseguido un predio que, según nos dijeron, tenía uso habitacional y comercial, se llamaba Rancho Santa Martha; la hacienda ya se había acabado hace años, el propietario aceptó el enganche y lo fuimos pagando; al terminar de pagar nos repartieron los lotes; empezamos a construir con lo que tuviéramos, también empezamos a gestionar los servicios y sólo recibimos amenazas de desalojo de parte de Constanzo de La Vega (entonces presidente municipal); los demás también nos trataron igual (siguieron cinco más, incluida la actual gobernadora) y nada; el drenaje y la luz los hicimos nosotros. El año pasado nos informaron que el cabildo cambió el uso de suelo (de habitacional-comercial a agrícola), y que ahora ya no existimos”.
Esta historia se repite en las colonias Wenceslao Victoria, Leyes de Reforma o Fray Servando Teresa de Mier, en Texcoco, de donde es originaria la gobernadora y el grupo que la encumbró al poder, encabezado por Higinio Martínez y su coequipero Horacio Duarte, acérrimos enemigos de la organización popular.
Los habitantes de esta parte de la geografía mexiquense no se desaniman, aun con todo el maltrato de que han sido objeto; respetan los canales de negociación que las leyes mexicanas establecen y acuden a entregar la relación de sus necesidades a su gobernante, solicitan audiencia y ser escuchados.
Lo mismo ocurre con los campesinos de Tenancingo y la zona sur; o los de Atlacomulco, en el norte de este territorio; o los de los valles de Ixtlahuaca, que solicitan fertilizante subsidiado, semilla mejorada, apoyo para la adquisición de maquinaria. Nada quieren gratuito, son aguerridos y no van a transigir: “ahora no paramos hasta que nos resuelvan”
La Zona Noroeste del Valle de México, con Nicolás Romero al frente, también reclama su derecho a ser escuchada, la acompañan sus vecinos de Cuautitlán Izcalli que, por cierto, con Morena entró en el ranking de los municipios más inseguros, así como Atizapán, Huixquilucan y Villa del Carbón.
Los millones de mexicanos en la Zona Oriente del Valle de México, que carecen de todo para tener una vida mínimamente digna, que le batallan para asegurar el alimento del día siguiente, que con su voto encumbran a políticos para luego ser olvidados, demandan pozos de agua, pavimentación, construcción de escuelas, reconocimiento para ejercer sus fuentes de ingreso, como los comerciantes y taxistas de Toluca, claves de centro escolares que ellos mismos han construido y apoyo para vivienda.
Las respuestas que el gobierno mexiquense les ha dado: “estudiaremos su caso y les informaremos; acudan a su ayuntamiento con el área correspondiente, sólo que a los municipios les fueron retirados los recursos para atender la demanda ciudadana; o, simplemente, la negativa rotunda de que no es posible realizar la obra”.
En esta ocasión, los peticionarios no están esperando que la divina providencia les resuelva: por la geografía mexiquense se les mira distribuyendo propaganda con la que informan a la población sobre las negativas de la gobernadora Delfina Gómez; comparten su disgusto por la falta de atención; pero se les mira caminando entusiasmados, seguros de que la única salida consiste en juntarse con sus pares y encontrar solución a sus necesidades. No tienen alternativa.
El paso de Gómez Álvarez en diferentes cargos y puestos de elección popular está más lleno de pecados que de actos de buena fe y buenos resultados.
Como presidenta municipal de Texcoco: “Aunque hay pruebas sólidas contra Delfina Gómez y otros servidores públicos por exigir 10 por ciento de su salario a trabajadores de Texcoco para beneficiar a Morena y a su propia campaña política, no ha habido proceso penal”, reportó Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI); es decir, no hay obras destacadas que haya realizado o actos de gobierno que merezcan el reconocimiento público. No obstante, esta denuncia no prosperó.
Lo mismo ocurrió con su labor legislativa, como diputada o senadora y, en su desempeño como delegada Estatal de Programas para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en el Edomex solamente difundió los programas asistencialistas de AMLO.
Fue recibida con cierta expectativa a su paso por la Secretaría de Educación Pública (SEP), por su perfil académico; sin embargo, “en los 20 meses que estuvo en el cargo, se caracterizó por su falta de atención al impacto que dejó la pandemia de Covid-19 entre los estudiantes, por terminar de desaparecer el programa Escuelas de Tiempo Completo y dejar sin recursos a maestros para su capacitación; en resumen, por la inmovilización”, ha señalado el medio La Silla Rota, que publicó la opinión de académicos de reconocidas instituciones educativas que se manifestaron contra la falta de interés que tuvo (y tiene) el gobierno de la autodenominada “Cuarta Transformación” en la educación.
Del Primer Informe de Gobierno solamente destacaron los “programas como Mujeres con Bienestar; nuevas líneas del Trolebús y del Mexicable; así como disminución en delitos de alto impacto, entre ellos, el feminicidio”. Según su informe, irónicamente no habla de las obras de impacto, como carreteras, hospitales, sistemas de agua potable o drenaje, construcción de escuelas; y menos de la generación de empleos.
A 18 meses de gobernar el Edomex, y con una aprobación del 48.9 por ciento, que la ubica en el lugar 19 del ranking de aceptación de los 32 gobernadores mexicanos, según la encuestadora Mitofsky para el mes de marzo de 2025, la maestra en educación Delfina Gómez Álvarez llegó a la gubernatura bajo el protectorado del entonces presidente AMLO; pero, el gran ganador de las elecciones mexiquenses en el 2023 fue el abstencionismo, que alcanzó 50.2 por ciento, lo que significa que sólo 27 de cada 100 ciudadanos en el Edomex otorgaron su voto a Gómez Álvarez.
En 2023, el abstencionismo avanzó tres por ciento respecto a la elección anterior. La cosecha electoral fue muy pobre a pesar de la inversión realizada: enorme cantidad de votos “comprados” por parte el partido oficial y el gobierno saliente que, para “el ejercicio fiscal 2023, recibió apoyo presupuestal del Gobierno Federal para fortalecer los programas nacionales de beneficio social”, mismos que alcanzaron los 125 mil 450 millones de pesos (mdp), según el reporte de Fondos de Aportaciones y Apoyos Federales para el ejercicio fiscal de ese año electoral. Asimismo, el 16 de enero de 2023, los medios dieron a conocer una serie de irregularidades.
Lejos de disminuir los delitos, el Edomex encabeza el ranking nacional, tanto en números absolutos como en los relativos: 30 mil 669 incidencias, equivalentes a 17 por ciento según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en su informe de marzo de 2025. Este mismo año, muchos habitantes del Edomex se sienten inseguros, según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Varios municipios, incluyendo Chimalhuacán, Ecatepec y Cuautitlán Izcalli, figuran entre los más inseguros del país. Los habitantes de estos municipios reportan alta percepción de inseguridad, con un promedio alarmante de ocho de cada 10 personas que consideran que “vivir en su localidad es inseguro”.
El pasado 22 de abril, el Inegi publicó los resultados de la ENSU: en el primer trimestre de 2025, estos municipios encabezaron la lista de los que tienen mayor percepción de inseguridad; los tres municipios son gobernados por Morena. En los que ya se había logrado un importante avance sobre seguridad, como Chimalhuacán, la percepción de inseguridad avanzó a 86.1 por ciento; los otros dos municipios tuvieron 85 y 83.2 por ciento.
El Edomex encabeza la lista de las siete entidades donde más feminicidios se cometieron, así que la llegada de una mujer a la gubernatura mexiquense no resultó una garantía para las mujeres; aunque el informe de la gobernadora tenga otros datos.
De manera que a la alcaldesa de Chimalhuacán se le puede revertir el haber presumido, en un informe de gobierno, las acciones que le han resultado dolorosas a la población, como es el caso de la inseguridad. Con la llegada de Xóchitl Flores a la presidencia municipal de Chimalhuacán se incrementaron los delitos de toda índole, particularmente el asalto con violencia, lo que debería ser motivo para vigilar contundentemente el desempeño de la edil chimalhuaquense. La displicencia por la actuación de los gobernantes morenistas se observó en este lugar, donde ni los gritos de protesta de los invitados a un evento de la Presidenta de la República ni la gobernadora ni la edil anfitriona han sido suficientes para que las autoridades atiendan los asuntos urgentes. Ante los abucheos de descontento contra Flores, la presidenta de México les espetó airadamente: “bueno, quieren que juntos trabajemos, sí o no”.
El campo es otro ente agraviado por el gobierno de Gómez, salvo el apoyo para los labriegos de su demarcación en algunos municipios; en el Edomex, los campesinos revelaron que deben “rascarse con sus propias uñas”, pues no hay apoyo para la adquisición de fertilizantes, semilla mejorada, para la compra de maquinaria o la modernización de los sistemas de riego o producción agrícola.
Lejos de atender al campo, ya giraron “invitaciones” a los ejidatarios que, ante los bajos niveles de agua en las presas abastecedoras del Sistema Cutzamala, aporten una cantidad de agua, como denunciara Leonel N., un campesino que sostiene que en los valles de Ixtlahuaca y Atlacomulco “no tenemos presas, sólo bordos que no juntan mucha agua y la que se junta, medio alcanza para el riego de nuestras parcelas”.
Por la gran concentración demográfica, los municipios mexiquenses de la Zona Urbana del Valle de México reclaman la falta de atención del gobierno mexiquense.
Reportan aire saludable en Tlalpan, Benito Juárez, Azcapotzalco, Coyoacán y Cuauhtémoc, en CDMX; así como en Atizapán, Chalco, Cuautitlán Izcalli, y Nezahualcóyotl, en Edomex.
La renuncia a su partido la hizo a través de una carta publicada en su cuenta de X.
Es considerada "Área de Protección de Flora y Fauna” desde el 1 de octubre de 1937.
La extracción de agua de los almacenamientos o acuíferos subterráneos provoca mayor hundimiento en la capital de la República y la Zona Metropolitana del Valle de México.
Situada en el corazón de la Cuenca del Caribe, el también llamado “Mediterráneo americano” es utilizado por los estrategas gringos como un sismógrafo para medir los movimientos telúricos de sus relaciones con Cuba.
La Sedena destinó 81.1 mdp para los sacrificios pues consideró a los animales como “fauna nociva”.
Reportaron afectaciones en distintos puntos de los municipios de Nezahualcóyotl y Ecatepec.
Chimalhuacán, gobernado por la morenista Xóchitl Flores, registró un 80.6 por ciento y lidera la lista de percepción de inseguridad de los 125 municipios mexiquenses
La maldición del militarismo nos acecha no sólo en Israel, sino en todo el mundo y bien podría acabar con la civilización, incluso erradicar la vida compleja en el planeta Tierra.
El líder nacional del PRI, "Alito" Moreno lo acusó de "traición".
El 58.6 por ciento de los mexiquenses de 18 años y más considera que vivir en su ciudad es inseguro.
En Chihuahua son ya dos años sin lluvias; de ahí que los 67 municipios del estado se encuentren en emergencia por sequía.
Mientras en Los Cabos, los campos de golf se riegan con precisión milimétrica y los hoteles mantienen albercas cristalinas y jardines exuberantes, en el otro Cabo San Lucas, el de las colonias populares, miles de familias sobreviven sin acceso regular al agua potable.
Más de cinco mil jubilados no reciben aún su pensión a pesar de haber trabajado más de 30 años al servicio del Estado. Así, llaman a todos los afectados a manifestarse el Toluca y exigir que se respeten sus derechos.
Los analistas políticos avizoran un panorama “terrible y oscuro” en el que los ciudadanos pagarán las consecuencias de este “intercambio de golpes”, por lo menos hasta abril, cuando Morena decida las candidaturas a presidentes municipales de Baja California.
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Escrito por Alejandro Torres
Colaborador.