Cargando, por favor espere...
Ante los decesos generados por la pandemia de Covid-19, fueron más que evidentes los titubeos y la improvisación del exsecretario de Educación Pública (SEP), Esteban Moctezuma Barragán, para mandar al confinamiento sanitario a los estudiantes y maestros el 20 de marzo del 2020. La comunidad escolar y los padres de familia se sorprendieron por esta disposición, y los maestros debieron correr para llevarse material didáctico y continuar con el programa educativo. Si el regreso a clases se hubiera producido conforme lo habían anunciado el subsecretario de Salud y el Presidente de la Republica para el 20 de abril de ese año, el evento hubiera quedado solo como una jocosa anécdota y si, asimismo, se hubieran adoptado las medidas sanitarias y económicas adecuadas, las cosas serían diferentes y no la historia negra que hoy se tiene que contar.
Ha pasado un año; las escuelas siguen cerradas, el desastre educativo está a la vista. La deserción escolar, según cálculos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) es del 16 por ciento, lo que significa que 628 mil niños y jóvenes, entre seis y 17 años de edad, abandonaron los estudios. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) advirtió, por su parte, que más de medio millón de jóvenes universitarios no concluyeron su educación superior o de posgrado debido al impacto del Covid-19. Las causas fueron la disminución de ingresos en las familias y la falta de condiciones para el aprendizaje a través de la educación no presencial. La pandemia hizo más visible la brecha digital y, aun cuando las cifras de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares 2019 (Endutih), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), parecen optimas, pues informan que el 76.5 por ciento tiene al menos un aparato de tipo digital y el 92.5 por ciento cuenta con al menos un televisor; lo cierto es que muchas familias no disponen de apoyo tecnológico para enfrentar esta situación mediante el acceso gratuito a la Internet, ni tienen algún subsidio para contratar la televisión de paga porque, desde que desapareció la señal analógica, es la única que brinda este servicio. Solamente las personas con ingresos suficientes pueden comprar varios dispositivos para que sus hijos no pierdan el ciclo escolar. A los maestros tampoco les ha ido mejor, pues se hallan en la más completa soledad y han tenido que hacer circo, maroma y teatro para evitar que el sistema educativo se hunda como un barco en naufragio, mientras las autoridades declaran que, con la educación virtual, México “va viento en popa”. A un año del sistema Aprende en Casa, no solo los padres y los alumnos están desorientados y frustrados, sino que los maestros reconocen que la educación a distancia es un fracaso sin los recursos económicos y tecnológicos necesarios. Los contenidos educativos se han abordado superficialmente y se han reducido a menos del 50 por ciento. Lamentablemente, este año perdido tendrá funestas consecuencias en el corto plazo; ya que además de excluir de su educación a más de un millón de jóvenes, los condena a llevar una vida miserable de desempleo o a introducirse en la delincuencia. Los afortunados que continúan su preparación egresarán con enormes “lagunas” de conocimiento que repercutirán en un aparato productivo ya deteriorado.
Y a pensar de que todo esto pudo haberse evitado con un gobierno que, con un mínimo de sensibilidad e inteligencia, hubiera dado prioridad, en el presupuesto, a la crisis sanitaria y a una política de apoyo económico a los hogares y a las empresas. Si se hubiera hecho esto, es seguro que la incertidumbre del inicio de la pandemia no se habría convertido en la certidumbre que hoy enfrentamos ante un poderoso enemigo invisible y otro visible que, desde Palacio Nacional, cruza los brazos. Pero el daño ya está hecho y México no solo es el peor lugar del mundo para pasar la pandemia, sino también para educarse. El único remedio cercano es no olvidar todo esto al votar el seis de junio.
Quintana Roo se suma a la lista de las entidades que optaron por no volver a aulas el próximo lunes 3 de enero.
Durante 48 horas, CNTE mantendrá un Paro Nacional de Maestros, el cual inició el día de hoy 6 de marzo.
A pesar de la crisis educativa que se vive en México, las decisiones de política pública no contribuyen a atenderla. Este año, cada maestro tendrá 85 pesos para su formación, mientras que en 2016 fue de 1,644 pesos.
Más de 360 mil estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México y más de 30 mil docentes iniciarán mañana lunes un nuevo ciclo escolar.
La Secretaría de Educación Pública (SEP) informó que en las escuelas públicas de educación básica de la Ciudad de México se suspenderán las clases
“El gobierno, en lugar de proteger los derechos de los hidalguenses, los atropella y reprime a pesar de encontrarnos en pandemia".
“En comparación con 2015, el presupuesto para la SEP sería de menos 12 por ciento en términos reales para el 2022”, refiere el IMCO.
Tras conocer el retroceso en los resultados de la prueba PISA, el doctor en física y matemáticas, Romeo Pérez Ortiz, atribuyó el declive a tres factores principales: el proceso de enseñanza-aprendizaje se realiza de manera mecanizada...
El líder social y secretario general del Movimiento Antorchista, Aquiles Córdova Morán, afirmó que López Obrador y Delfina Gómez mienten sobre las causas con que justifican desaparecer las Escuelas de Tiempo Completo.
“Nosotros no hemos recibido ninguna ayuda, hubo un intento de pedir un crédito, este Crédito a la Palabra, el cual no se nos otorgó".
Ciudad de México.- La Secretaría de Educación Pública, informó que, a partir de este lunes, 226,200 escuelas públicas y privadas de educación básica impartirán clases bajo los lineamientos del nuevo modelo, para los tres grados de preescolar, 1° y 2° de p
El líder del Movimiento Antorchista, Aquiles Córdova Morán, desmintió al Ejecutivo federal y aseguró que su campaña de calumnias es para ocultar el impacto del cierre de las escuelas de tiempo completo; llama a padres de familia a defenderlas.
La eliminación del examen Comipems fue una de las promesas de Sheinbaum durante su campaña.
Si México no cuenta con políticas que permitan enfrentar los problemas con una visión de futuro, las generaciones de estudiantes que serán evaluados en años venideros, no podrán revertir su bajo nivel de competencias.
La propuesta impulsa un deseo ideológico y no pedagógico, cuando la SEP debería rescatar a alumnos rezagados o que abandonaron la escuela en la pandemia, comentó la académica Alma Maldonado, experta del Cinvestav.
Escrito por Capitán Nemo
COLUMNISTA