Cargando, por favor espere...
Pese al blindaje, que en materia de seguridad vial y pública recibió en 2018 para brindar mayor protección física a usuarios habituales y turistas, la Autopista Siglo XXI permanece como una de las carreteras federales más peligrosas de la República.
La carretera federal de cuota 37-D, mejor conocida como Autopista Siglo XXI, es una de las vías federales más transitadas del país; además de unir a los estados de Guerrero y Michoacán, enlaza a Morelia con el puerto Lázaro Cárdenas, ubicado en el Océano Pacífico, y conecta a éste con Tampico, uno de los puertos con mayor tráfico marítimo en el Golfo de México.
Su construcción con dos carriles y amplios acotamientos para permitir rebases, se inició en noviembre de 1995 –en el sexenio de Ernesto Zedillo– para sustituir a la carretera federal 37. Su conclusión estaba prevista para el 2000, pero se retrasó y fue inaugurada en mayo de 2005 por el expresidente Vicente Fox Quesada y el entonces gobernador de Michoacán, Lázaro Cárdenas Batel.
Con una inversión de más de tres mil millones de pesos (mdp), la autopista permite ahorros hasta de tres horas a los usuarios que se trasladan de Morelia a Lázaro Cárdenas, puerto de altura abierto precisamente en los años 90, con el propósito de intensificar el comercio de México con los países de América Latina (AL) y la región norte del océano Pacífico.
Sin embargo, debido a su tránsito intenso, es escenario de múltiples accidentes automovilísticos, secuestro de autobuses, asaltos, bloqueos carreteros y otros delitos. Los tramos más peligrosos, de acuerdo con sus viajeros frecuentes, son los que unen a Lázaro Cárdenas con Uruapan, Pátzcuaro, Copándaro y las inmediaciones de Zirahuén.
En junio de 2018, como propuesta de Miguel Ángel Villegas Soto, exregidor de Morelia, se inició su ampliación a cuatro carriles en estos tramos, pero a la fecha ésta no ha concluido. Es en ellos donde se suscitan los peores accidentes. El pasado 28 de octubre se registró un choque múltiple en el tramo Pátzcuaro-Uruapan; el saldo fue de 17 lesionados y una persona fallecida.
Días antes, el 19 de octubre, un autobús de pasajeros y un tráiler chocaron en la carretera Uruapan–Lázaro Cárdenas, no hubo heridos de gravedad; pero más tarde, presuntos normalistas secuestraron 20 autobuses con sus conductores en el entronque de la autopista con la carretera local de Zirahuén.
En mayo de este año, el portal oficial de Internet del gobierno estatal anunció que el reforzamiento de las acciones para la prevención y vigilancia de 2018 habían permitido la reducción de hasta 80 por ciento en la incidencia de robos sobre la Autopista Siglo XXI; pero sus usuarios habituales aseguran que la inseguridad persiste.
El transportista de material pesado Juan Hernández López explicó a buzos que los robos, asaltos, bloqueos y los secuestros de autobuses no han disminuido, y que ocurren siempre de manera inesperada.
“Soy chofer desde hace 20 años, y he visto de todo en la autopista, desde accidentes, secuestros de autobuses, bloqueos o tomas de casetas de los maestros, muertos, asaltos, gente circulando en sentido contrario porque los camiones se paran y no les queda de otra, más que invadir el otro carril para pasar. El gobierno dice que todo está bien, pero no. La autopista durará una semana sin incidentes; pero a la otra algo nuevo ya pasó. Es molesto que los funcionarios públicos hablen y digan que la autopista es segura, porque no es así. Si así fuera, no habría tantas cosas lamentables y tan seguidas. Y eso me afecta, quizá no de forma física porque gracias a Dios no me ha pasado nada; pero me quita tiempo para entregar en forma el material que yo llevo, pues los accidentes hacen que el tráfico circule más lento. He visto hasta a la Guardia Nacional (GN), pero solo haciendo rondines o poniendo orden, pero no evitando los desmanes”, denunció Hernández.
Alto peaje para una autopista deficiente
El presupuesto original de la Autopista Siglo XXI fue de mil 900 mdp; pero su costo final fue de tres mil mdp, es decir, su inversión resultó 58 por ciento mayor. En seis años –de 2014 a octubre pasado– se han reportado varios socavones que arriesgan la vida de automovilistas y motociclistas.
En una investigación de campo de David Obscura, conductores frecuentes de la autopista denunciaron el alto riesgo físico que enfrentan al utilizarla y se quejaron de que los cobros en sus casetas de peaje resultan por demás abusivos e injustos, precisamente por el pésimo servicio que ofrece:
“La Autopista Siglo XXI presenta afectaciones por la falta de mantenimiento oportuno, además de que el bacheo que se realizó de manera constante es deficiente, por lo que es una arbitrariedad que los costos sean tan altos en las casetas de peaje. El mayor problema se encuentra en un tramo de varios kilómetros entre Guerrero y Michoacán, donde además hay socavones. Cabe mencionar que actualmente se realizan trabajos de reparación en la carretera. Sin embargo, son demasiados y de forma constante, por lo que ya no debería efectuarse bacheo, sino la reconstrucción total, ya que en los tramos reparados se percibe la irregularidad de la cinta asfaltada y esto desestabiliza a los vehículos, sobre todo, a las motocicletas”, precisó Obscura.
Ramiro Valencia, agente de ventas de una empresa privada, expresó a buzos su inconformidad por el alto peaje de las casetas, ya que éste es demasiado caro en contraste al estado de la autopista: “Si hicieran y terminaran ya los cuatro carriles, eso reduciría el número de accidentes y de muertos; además son varias las casetas que se pagan y esta autopista nos saca el dinero a todos los que la transitamos. Cuando decimos socavones, estamos hablando de muy grandes, como el que se hizo en la carretera de Uruapan hacia El Sabino y Taretan el mes pasado. Además es insegura, los normalistas se ponen locos y saquean los camiones de mercancías o secuestran autobuses; el susto no nos lo quita nadie y como sea, con el tiempo se va; pero sí, nos quitan nuestro tiempo y trabajo, el calor y el cansancio de manejar tantas horas. Los responsables de la pista nada más no hacen nada por mejorarla, se hacen pendejos. Eso no está bien, si no tuviera yo necesidad, no trabajaría, pero no me queda de otra”.
Entrevistado por buzos, el actual empresario y exconductor en muchas carreteras federales, Francisco González, señala que las cuotas de peaje son cobradas por el Gobierno Federal y que su exigencia, entre tramo y tramo, no debería existir, porque cobra impuestos tanto a conductores habituales como a usuarios eventuales.
“Hay autopistas que son privadas, pero las empresas de las autopistas muchas veces están asociadas con el Gobierno Federal. Son ellos los que se encargan de hacer los balances por tramos carreteros, según ellos, para recuperar la inversión que se realizó en la autopista. Pero eso está lleno de corrupción, las cuotas no las impone la empresa, sino el Gobierno Federal. Además, a diferencia de muchísimos países, México es el único que cobra en casetas; en Estados Unidos, por ejemplo, andan libres y solo en la frontera se paga, lo que es de entenderse un poco más. En México debería ser igual porque todos pagamos impuestos, todos pagamos nuestros permisos vehiculares, refrendos; todo eso; el gobierno debe tomar de ahí para hacer los tramos carreteros, pero lamentablemente se asocian con empresas para poder hacer ese tipo de obras y beneficiarse tanto éstas como el gobierno”.
El magistrado del Tribunal de Justicia del Estado de Michoacán (TJEM), Juan Antonio Magaña de la Mora, advirtió, en octubre pasado, a un medio de comunicación: “Es necesario que se construyan los otros dos carriles para considerar, en principio, ese camino de cuota como una verdadera autopista; y después valdría la pena una capacitación para que todas las personas que desean conducir un vehículo de cualquier tipo, lo sepan hacer; pues muchas veces, los requisitos para obtener una licencia para conducir se vuelven un mero trámite… y por último, una acción contundente de la GN en su sección de caminos para que impongan las sanciones de forma severa. De lo contrario, seguiremos lamentando daños materiales, lesiones de personas y pérdida de vidas humanas”.
Magaña de la Mora alertó asimismo sobre la imprudencia e irresponsabilidad de algunos conductores es también causa frecuente de diversos accidentes: “Por ese camino transitan vehículos particulares que transportan a familias, autobuses foráneos que trasladan a muchas personas, pero sobre todo tráileres que transportan materiales de fierro, vehículos y contenedores de mercancía que van y vienen a la terminal del puerto de Lázaro Cárdenas.
“El aumento del tránsito en esa carretera 37D y la falta de responsabilidad de muchos conductores de vehículos y camiones, ha provocado que ellos mismos consideren la autopista prácticamente de tres carriles cuando son dos; al hacer esto rebasan por en medio de ambos sentidos, lo que muchas veces obliga a que camiones y vehículos tengan que abrir su circulación a los acotamientos. Ello ocasiona impactos entre las unidades, que dejan resultados lamentables. Estos rebases se han vuelto prácticamente una costumbre”.
En la Autopista Siglo XXI operan seis casetas de peaje en una distancia aproximada de 330 kilómetros de Morelia a Lázaro Cárdenas; y las cuotas no son económicas, pues un automóvil paga 488 pesos; un autobús, mil 22; y un tráiler de varios ejes, entre 999 y dos mil 29 pesos.
Con estos ingresos, la carretera Siglo XXI dispone de los recursos necesarios para concluir su ampliación a cuatro carriles; para que su pavimento no tenga socavones y no haya víctimas de accidentes y, sobre todo, para que los elementos de seguridad inhiban asaltos, toma de casetas y secuestros de autobuses a manos de presuntos normalistas o maestros.
Cinco de cada 10 pesos que tienen y gastan los partidos políticos en México provienen del financiamiento público, lo cual equivale al 53 por ciento.
La Premium continuará sin el apoyo fiscal, cada litro se pagará en 5.21 pesos de impuestos.
El Fondo Monetario Internacional modificó las proyecciones de crecimiento económico para México, ajustando las expectativas para los años 2024 y 2025 debido a un panorama financiero más desafiante desde finales de 2023.
A pesar de que la Profeco ha recalcado que los precios de la tortilla (17.20 pesos) se mantienen a nivel nacional, lo cierto es que en varios estados fronterizos han llegado a venderla hasta en 27 pesos el kilo.
Manuel Bartlett y la administradora de fondos de inversión Mexico Infrastructure Partners serán los únicos beneficiados por compra a Iberdrola, sostuvo el ex secretario de Hacienda, Carlos Urzúa.
Sin crecimiento económico y una reforma fiscal progresiva, fallarán los planes de gasto e inversión de Claudia Sheinbaum.
El campo mexicano se quedará sin recursos también para el próximo año, ya que, si bien hay un incremento para la SADER, está orientado a programas asistenciales y no productivos.
Hace unos días, el economista del Colegio de México (Colmex) Julio Boltvinik en una entrevista dijo que los programas sociales que había puesto en marcha la administración del presidente López Obrador son “limosnas” para los mexicanos.
México enfrenta un panorama complicado, con un crecimiento económico en riesgo y un mercado bursátil menos atractivo
La recaudación de enero se quedó corta, ya que sólo alcanzó 475 mil 66 millones de pesos de los 478 mil 245 millones estimados, según el SAT.
Además de la cebolla, los productos que también elevaron su costo fueron el jitomate, con 63.52%, el tomate verde, con 51.69% y el chile poblano, con 43.78%.
El phishing, el spoofing, y el uso de deepfake, son sólo algunos de los fraudes que han desarrollado los delincuentes con el uso de la Inteligencia Artificial (IA) para suplantar identidades y, con ello realizar estafas románticas o fraudes que afectan la economía de las víctimas.
Lo más costoso de todo resulta el relleno, dependiendo si la vasija se rellena con fruta, dulces, o ambos.
El FAT agrupa a 52 rutas en la Ciudad de México, de las cuales unas 20 tienen conexión con municipios del Estado de México.
Hace tiempo que Estados Unidos (EE. UU. ) perdió el poder de producir bienes físicos para su mercado interno y para el mercado mundial.
Escrito por Laura Osornio
colaboradora