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Sumisión y servilismo, una molécula del poder político-económico
La historia de El súbdito se desarrolla en los años 90 del Siglo XIX y la primera década del XX, periodo en el que Alemania padeció una severa crisis económica. En 1895, Diederich Hessling, quien estudiaba en Berlín, vio al emperador Guillermo II cabalgando sobre un caballo en la Puerta de Brandemburgo, se deslumbró, se quitó el sombrero y lo agitó para rendirle pleitesía mientras pensaba que aquél era el poder mismo:
“¡El poder que cabalga por encima de nosotros, cuyos cascos besamos! ¡El poder que llevamos en la sangre, porque en ella llevamos sumisión! ¡Que sobrevuela por encima del hambre, de la terquedad y de la burla! ¡Contra el que nada podemos porque todos lo amamos! ¡Somos un átomo de ese poder, una ínfima molécula que él ha escupido! ¡Siendo cada individuo una nada, ascendemos en masas organizadas que forman un coro: neoteutones, militares, funcionarios, la iglesia, la ciencia, las organizaciones económicas, los consorcios del poder, hasta llegar a lo más alto, allí donde está el poder mismo, pétreo y centellante! …”.
Su entusiasmo por Guillermo II llegó a tal grado que Diederich supuso que él era quien “cabalgaba por encima de todos aquellos miserables que, ya domados, se tragaban su hambre. ¡Seguirlo! ¡Seguir al emperador!”. Todos sentían lo mismo que Diederich. Su confusión identitaria con el emperador lo llevó a ver al “enemigo interior” en todos lados y a reivindicar como verdad absoluta una de sus expresiones autocráticas más deleznables: “en Alemania sólo hay dos partidos: el que está conmigo y el de mis enemigos”.
Esta fórmula de distinción política lo indujo a reaccionar mecánicamente con expresiones como “el pueblo debe sentir el poder” y “una vida humana no es precio muy alto a cambio del poder imperial”; y a mirar como “enemigos” personales a los alemanes que no eran aristócratas, feligreses cristianos, altos funcionarios y grandes o pequeño-burgueses fieles de la ultraderecha nacionalista.
Cuando en Netzig asumió el control de la fábrica de papel que heredó de su padre, dijo a sus trabajadores: “Aquí sólo hay un señor, y soy yo. Sólo soy responsable ante Dios y ante mi conciencia. Os ofreceré siempre mi paternal benevolencia, pero las veleidades subversivas se estrellarán contra mi voluntad inflexible”.
El viejo Buck, otro fabricante de papel, a quien Diederich hundió económica y políticamente porque era socialista, formuló ante uno de sus hijos esta predicción con respecto al proyecto de expansión imperial de Guillermo II: “cuando haya pasado la catástrofe de la que creen que van a librarse, puedes estar seguro de que la humanidad no dirá que los tiempos que precedieron a la primera revolución (1848) fueron más desvergonzados e irracionales que los nuestros”.
El autor del libro “Huitzilan de Serdán, la derrota de los caciques”, el periodista Alejandro Envila Fisher, afirma que Antorcha Campesina sacó a Huitzilan del infierno en que vivía por la UCI.
Este hombre fue un genio que no solo nos dejó cuadros maravillosos, sino un ejemplo de lo uno puede hacer cuando verdaderamente encuentra su anhelo de vivir.
Yo, el gato es una sátira social de un Japón cambiante, convulso y moderno. Sus personajes aparecen bajo la mirada crítica de un gato anónimo, testigo mudo que con su silencio y su mirada cristalina y ávida, inquieta a los humanos.
Se trata de una compilación de 14 lecciones políticas de la vida de Patricio Aylwin, el exPresidente de Chile que en 1990 sustituyó en el mandato de esta nación al dictador fascista y proyanqui Augusto Pinochet.
Es una compilación de ensayos en los que el autor analiza los hechos humanos cotidianos más triviales mediante la aplicación de la llamada “sabiduría popular” o “filosofía casera”.
Se le considera el iniciador del modernismo en su país y uno de los cuatro “delfines” de Rubén Darío.
La historia cuenta el viaje espiritual de un músico hacia el conocimiento de sí mismo mediante el uso de la magia como expresión de las relaciones del hombre con la naturaleza; renuncia a la razón y a las máquinas modernas.
Tratándose de los gustos literarios de Marx, Mijaíl Lifschitz menciona que se sabe que en su familia se leía con especial cariño la novela El pequeño Zaches de E.T.A. Hoffmann. ¿Por qué podía interesarle una historia como ésta a Marx? Te cuento.
El libro incluye una lista de las fechas más importantes en la historia de la trata de negros. Empieza en 1442, cuando Antón Gonsalves introdujo a Portugal 10 africanos obtenidos en Río de Oro a cambio de prisioneros moros.
Es una de las voces femeninas más importantes en la lírica ecuatoriana de la segunda mitad del Siglo XX.
Es la primera novela de una revolucionaria de origen irlandés.
Considerado el más famoso poema de Abelardo "Lalo" Delgado, este poema denuncia el desperdicio de talento de tantos migrantes, debido a que están condenados a la degradación y la violencia en una sociedad que los oprime.
Es una periodista, poetisa y activista de los Derechos Humanos nacida de ascendencia palestina. La mayoría de sus poemas reflejan el sufrimiento que viven los palestinos desde que el Estado de Israel ocupa ilegalmente su territorio.
Su autora es perita judicial, Elsa Josefina Zapata Castillo, quien sostiene que la escritura es la “proyección exterior del funcionamiento psicológico del cerebro”, en ella quedan registradas las “vivencias y las formas de ser de un individuo”.
Ocupa un sitio destacado en la historia de la literatura hecha por mujeres la hazaña de fundar "Versos con faldas", tertulia feminista, impulsada por la escritora y narradora infantil Gloria Fuertes García (Madrid, 1917-1998).
Escrito por Ángel Trejo Raygadas
Periodista cultural