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La Constitución General de los Estados Unidos Mexicanos (CGEUM) afirma claramente en su Artículo 1º: “Esta Constitución reconoce y garantiza el derecho a la vida, desde el primer instante de su existencia, como el primero y anterior a cualquier otro derecho; y su párrafo V advierte: “queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas”.
Pues bien, para los gobernantes que hoy deben salvaguardar estos preceptos constitucionales, tal obligación es letra muerta y los criminales actúan enteramente a su antojo. La política de “abrazos, no balazos”, que en el extranjero es motivo de risas y burlas, en el país genera diariamente funestas desgracias para muchas familias mexicanas a causa de la extrema inseguridad pública y violencia física que prevalecen en varias entidades de la República. Las notas rojas en los medios de comunicación, así como los análisis especializados –entre ellos los que magistralmente escribe Héctor de Mauleón, columnista del diario El Universal– muestran los horrendos asesinatos que se cometen en territorio nacional.
Los grupos criminales están de plácemes porque asesinan despiadadamente a alguien en un restaurante, durante una fiesta o en una playa y en la calle, durante un velorio o en una iglesia; es decir, donde quieren y donde sea. Por ello, con el gobierno actual, los crímenes dolosos han rebasado a los cometidos en los dos periodos anteriores (2006-2012 y 2012-2018), cifras a las que debemos agregar los casi 700 mil muertos de la pandemia de Covid-19, los desaparecidos y las víctimas anónimas de las familias pobres, cuya precaria situación económica les impide acceder a la justicia; porque ésta solo es rápida y expedita para la “gente importante”, mientras que para las clases populares es lenta y tortuosa.
La justicia en México no es inoperante; y a esto se debe que, cada vez con mayor frecuencia, algunos de los familiares de las víctimas hagan justicia por mano propia o tengan que tomar las calles para hacerse escuchar; ya que los encargados de aplicar la ley no oyen, se excusan o siguen la lógica irracional del Presidente de la República, quien inculpa y se ceba con las víctimas como acaba de hacerlo con los migrantes muertos en el incendio de un campamento del Instituto Nacional de Migración (INM) de Ciudad Juárez; y como lo ha hecho con mujeres asesinadas, a las que culpa por salir en las noches; con periodistas por “boquiflojos”; con ambientalistas que defienden bosques y selvas; y con antorchistas que exigen obras públicas para las comunidades sociales marginadas del país.
Cuando algunas de las víctimas tienen cierta relevancia socioeconómica, se hace como que se investiga el crimen; pero cuando se trata de un ciudadano común o un luchador social, entonces se guarda un silencio sepulcral. Y como muestra, cito aquí el despiadado asesinato de dos destacados líderes antorchistas del estado de Guerrero y su hijito en edad preescolar: lo asfixiaron, mataron a sus padres a golpes y, posteriormente, lanzaron a los tres en un vehículo a un barranco para disimular que habían muerto a causa de un accidente; lo que, por supuesto, desmintió la necropsia. Hasta ahora, las autoridades no han proseguido la investigación ni mucho menos detenido a los culpables. ¿Por qué tal lentitud? ¿Será porque las víctimas formaban parte de una organización social que en reiteradas ocasiones ha pedido al gobierno morenista que corrija su política económica?
En las graves condiciones de deterioro por las que atraviesa el país, es hora de que el Presidente pare su discurso de odio y la cacería contra quienes disienten de su política económica; que cambie su política de seguridad pública y aplique todo el peso de la ley a los torvos delincuentes –tal como promovió durante su campaña electoral en 2018– si no quiere que su sexenio sea recordado por su amistad con el crimen organizado. A los mexicanos de a pie no nos queda otra cosa por hacer que agruparnos para defender nuestros derechos y exigir que la justicia llegue hasta los hogares más humildes. La lucha fraterna, solidaria y organizada es la única forma que los pobres tenemos para hallar la luz en esta oscuridad que nos abruma.
¡El Tren Maya va!, aunque los directamente afectados protesten; aunque se demuestre que los pueblos mayas no saldrán beneficiados, sino las empresas constructoras, comerciales y turísticas; aunque los habitantes del territorio maya opinen lo contrario.
Sólo una teoría histórica como la marxista que busca abolir todo tipo de explotación, puede hacer coincidir el fenómeno y la esencia, puede llegar a vislumbrar y conocer la ley del fenómeno.
Las manifestaciones forman parte de la “Jornada Nacional de Movilizaciones. La Secretaría de Cultura que todos queremos”, informaron los sindicalizados.
A nueve meses del desbordamiento del río Tula, que inundó centenares de casas-habitación, las familias afectadas aún siguen esperando los apoyos prometidos por los gobiernos federal y estatal.
La usura y el despojo de tierras que ejerció el cacicazgo de la familia Aco sobre el pueblo de Huitzilan, Puebla, quedó en el pasado. Hoy, a 38 años, se ha convertido en el rubí que irradia con su ejemplo de progreso a toda la Sierra Norte.
Pareciera que todo se ha tornado más suave y civilizado, que la explotación se ha atenuado, coligiéndose de ahí que las cosas tienden a mejorar para los pobres; sin embargo, eso es una mentira.
En México, la violencia feminicida cobra cada día la vida de 11 mujeres y niñas. Datos del SESNSP confirman que la existencia de estos refugios es determinante para que muchas mujeres sobrevivan, y así impedir que sean asesinadas.
Esa situación ha convertido a México, de facto, en un TPS, aunque el Gobierno Federal sostenga que no lo es
El director del Diario Cambio, Arturo Rueda Sánchez de la Vega, fue trasladado al penal de Tepexi de Rodríguez, luego de que ayer por la noche le fuera dictado auto de formal prisión por el delito de extorsión.
Jesús Zambrano aseguró que la designación de Lenia Batres Guadarrama en la SCJN confirma que AMLO quiere una dictadura en México al contar con todos los poderes subordinados a él.
La alcaldesa en Álvaro Obregón, Lía Limón, informó que el 14 de diciembre un Juez le concedió la suspensión definitiva, con el amparo que solicitó, para que Morena deje de espiarla.
Sin fecha precisa de reapertura al tramo elevado de la Línea 12 del Metro, diputados locales y federales exigieron “una sanción ejemplar” al Grupo Carso e ICA por retrasos en las obras.
No hay duda, por último, de que cuando AMLO habla de moral, lo hace invocando la moral burguesa, la del poder político, la que controla la economía y las leyes, y no la moral humanitaria de las clases trabajadoras del pueblo mexicano.
El Gobierno de la CDMX suspenderá la Línea 1 por trabajos de remodelación, pero no tomó en cuenta un traslado efectivo de 750 mil capitalinos que se quedarán sin ese transporte.
Transportistas, comerciantes y colonos marcharán en contra de la verificación vehicular el próximo jueves 26 de enero. Denuncian que la medida afectará a cientos de miles de familias poblanas.
Escrito por Capitán Nemo
COLUMNISTA