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Ecos de la independencia de México
Este 16 de septiembre, el partido oficial celebró los más de 200 años de la independencia de México.
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Este 16 de septiembre, el partido oficial celebró los más de 200 años de la independencia de México. El inicio de este proceso muestra la capacidad para plantearse objetivos correctos, la abnegación de miles de personas que decidieron dar su vida para el desarrollo de una sociedad mexicana menos desigual. Siglos más tarde, esos objetivos han sido traicionados, tergiversados, se habla de los independentistas como grandes personas que “nos dieron patria y libertad”, pero poco o nada se hace para continuar con su legado.

En la Nueva España, la situación de los indígenas en los 300 años de dominación española se había vuelto catastrófica. Durante los siglos XVI y XVII desapareció el 60 por ciento de la población indígena, debido principalmente a los métodos de explotación inhumanos y sanguinarios, aunque también a las epidemias. Así se explica, también, la importación de esclavos, que alcanzó en el Siglo XVIII los 35 mil seres humanos.

Ante esta situación en la que los más pobres sufrían con miseria y muerte las consecuencias de un sistema político y económico deficiente, los insurgentes de la primera década proclamaban principios que mejorarían la situación. Hidalgo destacaba la abolición de la esclavitud, la derogación de impuestos y la prohibición de los monopolios. En los Sentimientos de la Nación, Morelos proclama una reforma agraria, exige la confiscación de las tierras de los hacendados y la repartición inmediata de las mismas entre los campesinos. 

Por tanto, el principal objetivo de la Guerra de Independencia era lograr reivindicaciones sociales de las que por siglos habían carecido los partidarios de Hidalgo, pero sobre todo los indios y mestizos. Abolir el yugo feudal y la servidumbre; recuperar sus tierras y el poder económico que los conquistadores les habían arrebatado era el verdadero objetivo para el que la Independencia sería sólo una vía. Sin embargo, en 1824, bajo el imperio de Iturbide fue promulgada la primera constitución de México con las reivindicaciones sociales inexistentes. Sin duda la Independencia fue un logro y puso la lucha de clases en otro punto de la historia con diferentes condiciones.

Es probable que las demandas concretas de los insurgentes no apliquen, sin embargo, las clases oprimidas de México siguen reclamando una lucha que solucione realmente sus problemas sociales. Oficialmente, 36.3 por ciento de la población es pobre, lo que equivale a 46.8 millones de mexicanos. Al final del día, 9.1 millones de mexicanos se quedan con hambre contra su voluntad. Si desmenuzamos las dimensiones de esta pobreza que las cuentas oficiales muestran como un conjunto, veremos que hay mucha gente que carece de los satisfactores básicos. 60 por ciento de la población trabajadora se emplea en labores caracterizadas como informales, lo que implica que su empleo no le asegura ninguna remuneración, protección social o prestación estipulada por la ley, como las vacaciones pagadas. Esto hace que el mexicano viva un estrés constante ante la incertidumbre de si podrá pagar las cuentas que necesita para vivir lo mejor posible él y su familia. Ahora hay 50 millones de mexicanos sin acceso a ningún tipo de servicios de salud y seis millones de niños recién nacidos se quedaron sin vacunas que les garanticen un desarrollo humano adecuado.

En estas fiestas patrias no debemos olvidar que las clases poderosas del país se han apropiado del simbolismo de esta gesta popular para convertirla en una fiesta más del pasado, como si las causas que hicieron que miles de personas se adhirieran a los independentistas hubieran desaparecido ya. La manipulación mediática nos habla de la idea de que “todos somos mexicanos”, como si no hubiera diferencias, ocultando una realidad de desigualdad y explotación.

El partido en el poder, como todos los anteriores, utilizarán estas fechas para enaltecer sus figuras, buscarán apaciguar el descontento causado por la pobreza y la violencia. Para el pueblo mexicano, una independencia que les brinde una verdadera patria, de la que realmente se sientan dueños y que sea capaz de brindarles una vida digna está aún pendiente. Estas fechas son, pues, para recordar las tareas urgentes. 


Escrito por Diego Martínez

Sociólogo por la UNAM.


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