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Aranceles de Trump: ¿tiro en el pie o estrategia maestra?
Trump se equivoca al creer que puede rescatar a un imperio en decadencia con una “estrategia maestra” que, en la práctica, es un tiro en el pie.
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Hay preguntas en torno a que si el presidente de Estados Unidos (EE. UU.), Donald Trump, aplica aranceles a mercancías de otros países, está cometiendo con eso un disparate similar a los muchos en que incurrió su exhomólogo mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO); o si tal medida pertenece a una “estrategia maestra” para conquistar el mundo. Me inclino por una respuesta positiva al primer cuestionamiento, incluso me atrevo a afirmar que esa política arancelaría será “un tiro en el pie”.

El razonamiento no dialéctico suele llevar a las mentes perversas a conclusiones violentas contra los principios de la lógica formal, es decir, a reflexionar en blanco o negro, a no graduar u olvidar que entre el blanco y el negro hay una infinita gama de grises, que el gris es más blanco si éste predomina o más oscuro si domina el negro.

En otro artículo publicado en este mismo espacio advertimos que los aranceles de Trump serían pagados por el pueblo estadounidense, porque se trata de un impuesto indirecto disfrazado de nacionalismo: “En EE. UU. no podemos cultivar mucho café. Anualmente importamos unos US$8.500 millones. Los aranceles anunciados ayer ascenderán, al menos, a US$1.250 millones. Eso es un aumento de impuestos del 15 por ciento en tu café de la mañana” (BBC Mundo, siete de abril de 2025). Como se ve, los estadounidenses serán los que paguen esos impuestos.

En el trasfondo de esta política reluce el propósito de Trump por allegarse de recursos públicos a costa de los consumidores para no cobrar impuestos a las empresas que se relocalicen en EE. UU. Este objetivo, sin embargo, no le estaba saliendo del todo bien, como lo evidencia el hecho de que hasta ahora la recaudación fiscal resultó mucho menor a la esperada:

“Los aranceles llamados ‘recíprocos’ por el presidente estadounidense Donald Trump han recaudado, desde que entraron en vigor el pasado cinco de abril, 500 millones de dólares (mdd), una cifra muy inferior a la estimada por el mandatario, de dos mil mdd diarios… la cifra ofrecida por la agencia contradice las palabras del líder republicano, quien ha asegurado, en numerosas ocasiones, que EE. UU. está recaudando unos dos mil mdd al día con sus nuevos aranceles, un dato que, según él, probablemente llegue a subir en un futuro hasta los tres mil 500 mdd diarios” (El Financiero, 16 abril de 2025).

Como se ve, los aranceles adicionales son un tiro en el pie. Las empresas buscarán los recovecos legales y eludirán su pago de tal suerte, que la medida golpeará a los ciudadanos estadounidenses más que al resto del mundo.

“La guerra arancelaria global de Trump generó una fuerte ola de ventas en el mercado de bonos del Tesoro estadounidense el martes, lo que lo llevó a posponer sus aranceles recíprocos. Apenas unos días antes, el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años había cotizado por debajo del cuatro por ciento. La incertidumbre que ensombrece las perspectivas económicas mundiales ha generado una vez más que los inversores vendan frenéticamente acciones y bonos simultáneamente. Este fenómeno es muy poco frecuente, ya que los inversores tienden a refugiarse en activos-refugio como los bonos del Tesoro estadounidense, lo que causa una caída de los rendimientos de los bonos y un alza de los precios en épocas de volatilidad” (CNN Mundo, 11 abril de 2025).

En días pasados, Trump fijó los aranceles en el 100 por ciento a la mayoría de los países; y a China se los subió a una ridícula e irracional tasa del 245 por ciento; pero de inmediato, Beijing respondió con un incremento igual y anunció la restricción de las exportaciones estadounidenses de las llamadas “tierras raras” a China.

“La hegemonía china en metales críticos, utilizados desde la defensa hasta la movilidad verde, se erige como herramienta de presión contra EE. UU. y sus socios en medio de las tensiones geopolíticas. Pekín ha desatado una crisis en cadena al ampliar las restricciones a la exportación de siete metales de tierras raras e imanes críticos, componentes esenciales para vehículos eléctricos, tecnología militar y energías renovables”, informó The Financial Times.

“La medida, implementada en abril como represalia por los aranceles del 145 por ciento de Trump a productos chinos podría agotar sus reservas de estos materiales en sólo tres o seis meses, según estimaciones de funcionarios y ejecutivos del sector”. (RT, 21 de abril de 2025).

Pero la actual política arancelaria estadounidense está generando otras consecuencias no previstas por Trump, o si las está viendo no ha calculado bien su impacto negativo. Las medidas de Trump podrían “poner en riesgo la estabilidad de los mercados a nivel internacional y conducir a que el dólar pierda su posición de liderazgo entre las monedas-refugio. La razón es que China es el segundo país del mundo que invierte más en bonos estadounidenses. Según datos del Tesoro de EE. UU., en enero, China tenía 761 mil mdd invertidos en bonos americanos, sólo superada por Japón, con más de un billón (anglosajón). Y eso da a China un gran poder a la hora de presionar a EE. UU.” (El Independiente, 11 abril de 2025).

Por todo lo que hoy ocurre en el orbe, resulta oportuno recordar una de las más grandes y visionarias enseñanzas de Carlos Marx, el creador de la economía política revolucionaria: una vez que un sistema entra en su etapa de decadencia, haga lo que haga, no se puede frenar

Frente a la perspectiva socioeconómica mundial, parece que estamos en la antesala de una tercera guerra mundial que acabaría con gran parte de la humanidad; y que, en una cuarta guerra mundial, los sobrevivientes tendrían que pelear con piedras y palos, como previó Albert Einstein; o que más bien avanzamos hacia un nuevo orden mundial en el que el sistema de explotación capitalista empieza a decaer e inicia una etapa en la que prevalecerán la cooperación y el intercambio comercial equilibrado. Pero este proceso requiere que los pueblos se levanten, tomen conciencia, exijan el mundo multipolar y luchen por una sociedad más justa y mejor para la humanidad.

Por esto es que Trump se equivoca al creer que puede rescatar a un imperio en decadencia con una “estrategia maestra” que, en la práctica, es un tiro en el pie.


Escrito por Brasil Acosta Peña

Doctor en Economía por El Colegio de México, con estancia en investigación en la Universidad de Princeton. Fue catedrático en el CIDE.


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