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Las personas mayores de 60 años, según encuestas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), son 18 millones y representan el 14 por ciento de la población total de México. En un país tan desigual como el nuestro, llegar a la tercera edad representa una condena que pocos imaginan en su juventud; ya que como el tiempo pasa inexorable, y si en los años mozos es casi imposible encontrar un trabajo con buen salario, prestaciones y seguridad social, en la vejez esa posibilidad es prácticamente nula. Algunos de los hijos hacen todo lo que está en sus manos para estar al pendiente de sus padres; pero lo cierto es que, dentro de sus prioridades, éstos se hallan en segundo plano.
El Estado mexicano tiene una deuda de justicia social con los trabajadores, porque el nivel del desarrollo capitalista es bajo y, por tal motivo, sus ofertas de empleo, salarios y servicios básicos son muy limitadas; esto provoca que la mayor parte de la población carezca de alimentación suficiente y no cuente con un trabajo bien remunerado, salud, educación y vivienda digna, frente a las altas ganancias de los grandes empresarios. Ésta es la razón por la que las responsabilidades de una vejez digna recaigan en las personas y no en un Estado dispuesto a cumplir sus obligaciones con la sociedad.
Pero en una irresponsabilidad mayor incurre cuando, mediante una hipócrita impostación, inventa programas de apoyo para adultos mayores que financia con los impuestos de la clase trabajadora y usa para comprar votos en los procesos electorales. Si realmente estuviera preocupado por los adultos mayores, haría todo para garantizar que la mayoría de los trabajadores de México tengan acceso a labores dignas, salarios justos, prestaciones sociales, y sus derechos sean estrictamente respetados.
Además del uso ilegal del erario con fines electorales, con el programa de apoyo a adultos mayores, el actual gobierno morenista comete otras charlatanerías groseras y nefastas: aprovecharse del agradecimiento de muchas personas pobres y vulnerables, a quienes utiliza como votos para los candidatos del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena); excluir del padrón de 11 millones 239 mil personas a muchos más mexicanos que realmente encontrarían alivio a sus problemas de hambre, miseria y desempleo con la recepción de la pensión universal de cuatro mil 800 pesos bimestrales; y entregar este apoyo a adultos mayores que no lo necesitan, porque reciben pensiones laborales suficientes (este número de personas, según una organización civil, es equivalente a casi 40 por ciento del actual padrón de adultos mayores).
En este caso se halla el mismo Presidente de la República quien, en días pasados, presumió en público su tarjeta del bienestar como si él estuviera en las mismas condiciones que el resto de la población. ¡Una actitud de charlatán que quiso mandar el mensaje de que él es también “pueblo”, olvidando que los medios de información han exhibido la opulencia en que viven él y sus juniors! Pero como ni el despilfarro de recursos públicos a través de entregas de dinero en efectivo, ni el “año de Hidalgo” (¡que comenzó hace cuatro años!) pueden eternizarse, este tipo de pensiones se reducirán hasta desaparecer porque los ingresos del gobierno tienen un límite; y la única forma que los Estados y gobiernos tienen para garantizar la situación socioeconómica de su población consiste en el trabajo digno y bien remunerado. Por ello es previsible que, en el corto plazo, muchos ancianos mexicanos sean rehenes de las ocurrencias y los desatinos del gobierno morenista.
A partir de la próxima semana, el Senado trabajará en la elaboración de dos leyes reglamentarias del nuevo Poder Judicial.
El rector de la BUAP Alfonso Esparza Ortiz comentó que “más allá de las diferencias que tenemos, nuestra prioridad es la seguridad”.
Morena, congruente con su ideario político, lo que pretendía y logró fue: mantener la pobreza subsidiándola. No hubo ninguna sola reforma que atentara contra la desigualdad, todas estaban encaminadas a sostenerla.
Severa inflación anulará aumento de 22% al salario mínimo, por ello, urge nueva política económica que proponga distribuir mejor la riqueza.
Sin licitación de por medio, la Presidencia de la República asignó el servicio de reserva de aviones, hospedaje y alimentación en los viajes de López Obrador a la empresa Accesturismex, ligada a dos funcionarios federales.
"No me subí al proyecto de la alcaldía Cuauhtémoc porque todavía no es el momento, no es el tiempo, vamos a trabajar otros tres años en este recinto de Donceles y Allende”, afirmó la diputada Silvia Sánchez Barrios.
Sin opciones para laborar, los afectados buscaron a toda costa resguardar sus pocas pertenencias: extensiones, mesas, sillas, refrigeradores, lonas, tablas, utensilios de cocina, refrescos. Todo fue en vano.
Karen Castrejón Trujillo, presidenta nacional de PVEM, recibió en sus filas al exgobernador del Estado de México y expriista, Eruviel Ávila Villegas.
Diputados del PAN condenaron que el gobierno de la CDMX utilice a la FGJCDMX para "amedrentar y acosar" a Santiago Taboada, candidato del Frente Amplio por México.
Se espera que el próximo gobierno sexenal ahora sí se hará válido el lema de campaña, “por el bien de México, primero los pobres”, y no el que durante los seis años recientes practicó Andrés Manuel López Obrador (AMLO): “por el mal de los pobres, primero los ricos”.
Jesús Zambrano seguirá insistiendo ante el INE la firma de un Acuerdo Nacional por la Paz, la Seguridad y la Estabilidad para los procesos electorales.
México no necesita caras nuevas sino ideas nuevas, un proyecto de país renovado; necesidad que se hace más urgente en vista del desastre por el que nos conduce Morena.
Analistas políticos denuncian que las giras de promoción electoral de las "corcholatas" obedecen a una precampaña presidencial encubierta, además de que se realizan con demasiada anticipación a los tiempos electorales legales.
Y hoy como ayer, se ajustan las leyes para que el Estado disponga de facultades para violar el domicilio, apoderarse de los bienes y someter por la fuerza a quienes no pueden defenderse de sus abusos.
El alcalde Mauricio Tabe activó un operativo de seguridad para que los visitantes y aficionados del Gran Premio de México disfruten el evento.
Escrito por Capitán Nemo
COLUMNISTA