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Un sexenio de fallos y destrucción
El 30 de septiembre terminará el sexenio de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y su única herencia, además de frases demagógicas en las conferencias “mañaneras”, serán sus actos fallidos.
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El 30 de septiembre terminará el sexenio de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y su única herencia, además de frases demagógicas en las conferencias “mañaneras”, serán sus actos fallidos, las calumnias contra la oposición y el incumplimiento de sus promesas. En realidad, sus seis años de gobierno estuvieron dedicados a administrar la pobreza y la marginación extremas; ya que nunca se propuso abatirlas de raíz, inclusive las usó como elementos de su discurso “izquierdista” con fines electoreros.

La organización Oxfam-México concluyó que, en los últimos cuatro años, la desigualdad aumentó y que, en este mismo lapso, casi se duplicó la fortuna de 14 “ultrarricos mexicanos”.

Entre éstos citó a los dos hombres más ricos del país y de América Latina: el dueño de Grupo Carso, Carlos Slim Helú; y Germán Larrea Mota Velasco, propietario de grupo México. 

“Carlos Slim es hoy el hombre más rico de la región, con una fortuna mayor que los otros 13 ultrarricos mexicanos juntos. La fortuna conjunta de Carlos Slim y Germán Larrea creció 70 por ciento durante los últimos cuatro años”, destaca el estudio de Oxfam.

El análisis muestra a estos personajes como los principales beneficiarios de las privatizaciones de la industria y concesiones comerciales públicas que los gobiernos federales efectuaron de los años 90 a la fecha. “Los ultrarricos en México lo son, sobre todo, por décadas de gobiernos que han renunciado a regular su acumulación de poder e influencia”, explica Oxfam en el estudio El monopolio de la desigualdad.

Cuando concluya el mes de agosto de 2024, la fortuna de Slim Helú, actualmente calculada al menos en 100 mil millones de dólares (mdd); y la de Larrea, que se acerca a 30 mil mdd serán un poco más altas, según otros analistas.

Sexenio favorable a los multimillonarios

En su mañanera del pasado 20 de julio, AMLO reconoció este logro muy ajeno a lo que llama “economía moral” –según él, la destinada a beneficiar a los pobres– cuando reconoció que, en cinco años de su gobierno, “ningún empresario ha fracasado; todos tienen utilidades, aumentaron sus fortunas”.

De Carlos Slim, quien tiene una estrecha relación con el Presidente, Oxfam revela que no sólo es el más rico de México y América Latina, sino que concentra “casi tanta riqueza como la mitad más pobre de la población mexicana, alrededor de 63.8 millones de personas”.

“Poco más de nueve millones de personas en nuestro país no saben si podrán comer al día siguiente, mientras que una sola persona concentra casi uno de cada 20 pesos de la riqueza en este país”, destaca el citado estudio.

Grupo Carso es líder en la venta de servicios de telecomunicaciones digitales en México; además realiza lucrativos negocios en prácticamente todas las esferas económicas, entre ellas comercio, petróleo, banca, minería y construcción.

AMLO ofreció, desde 2011, que si llegaba a la Presidencia, impulsaría una reforma fiscal para implantar una recaudación progresiva y alcanzar la justa distribución de la riqueza: “Tiene que pagar más el que tiene más”, declaró entonces.

Pero durante su gobierno jamás puso en práctica esa prédica de “economía moral” ni se acordó que, en los años 90, anunció que Carlos Slim, junto al expresidente Carlos Salinas de Gortari, lideraban la “mafia del poder”.

Este cambio de opinión con respecto a Slim se produjo entre los años 2000 y 2005, cuando AMLO fue Jefe de Gobierno de la Ciudad de México (CDMX) y le concesionó varios proyectos de desarrollo urbano en el Centro Histórico de la capital mexicana.

Germán Larrea es propietario de Grupo México, al que pertenecen la empresa minera más grande del país, la quinta productora mundial de cobre y otras compañías de diferentes ramos, que incluyen el aeroportuario y el ferroviario.

Durante el periodo 2006-2012 criticó al entonces Presidente panista Felipe Calderón Hinojosa por sus decisiones unipersonales y su falta de transparencia; pero durante su sexenio, AMLO jamás mostró estas virtudes.

Como mandatario procuró incansablemente ocultar sus fallas tergiversando información y declarando documentos de “seguridad nacional” los contratos relacionados con sus “magnas obras” para que no fueran consultados por los ciudadanos antes de 15 años.

AMLO es el mandatario que está a punto de desmontar al Poder Judicial y de eliminar siete organismos autónomos que actúan como “contrapesos” constitucionales del Poder Ejecutivo y que durante su atropellada gestión estorbaron sus decisiones unipersonales.

Entre las siete instituciones autónomas se halla el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), encargado de garantizar la entrega de información sobre el gobierno a los ciudadanos que la soliciten.