Cargando, por favor espere...
Europa inaugura este año con varios movimientos de protesta de trabajadores de diferentes sectores. Al mismo tiempo en que los gobiernos de Inglaterra, Francia, Alemania, Holanda, Bélgica, España, refrendan su apoyo financiero y militar al gobierno de Zelensky, sus pueblos están revueltos. En todos ellos estallaron protestas, huelgas o bloqueos de transportistas, médicos, trabajadores de la educación y, especialmente, de sindicatos u organizaciones de agricultores. Éstos han estacionado sus tractores para bloquear entradas o puntos importantes de las metrópolis europeas.
El movimiento francés es especialmente fuerte. Con las protestas de los agricultores, han aparecido las de los trabajadores de la imponente empresa estatal Eléctricité de France, los profesores, los taxistas y los pescadores. Otros sectores, como el hotelero-restaurantero, el de panadería y el de carnicería han manifestado solidaridad con los agricultores, y la organización sindicalista federal de los transportistas de mercancías (afectados directamente por los bloqueos sobre las vías de ingreso a las ciudades) ha protestado también contra el gobierno, exigiendo solución inmediata de las demandas del movimiento agrícola. Si bien no existe una confluencia clara de los fines de todas esas fuerzas inconformes, ni un movimiento coordinado entre sus protesta –según indicaba el medio conservador Le Figaro–, todas ellas exigen, en términos generales, medidas efectivas del gobierno contra los efectos de la inflación, contra la mala remuneración de los trabajos, así como mejoras salariales adecuadas a las circunstancias económicas de este nuevo año. En otras palabras, es muy posible la confraternización de las manifestaciones bajo una bandera común de lucha (cfr. dossier: Colère des agriculteurs…, en lefigaro.fr, 29 enero 2024).
La cólera de los agricultores franceses está creciendo ante la indiferencia gubernamental. Hablan de “paralizar el país”, de hacer “pasar hambre” a los parisinos o a los habitantes de otras metrópolis, entre otras cosas. Y esa furia no es muy distinta de la que mueve las protestas de otros países. La BBC resume en ese sentido que los manifestantes “de buena parte de la Unión Europea (UE), exigen a las autoridades medidas que les permitan sortear la inflación y los efectos de la guerra en Ucrania, pero también que se revisen algunas de las políticas medioambientales impuestas en los últimos años”. Naturalmente, la cadena británica reporta como el principal motivo de la inconformidad común precisamente a las medidas del gobierno europeo, que dejó entrar sin restricciones el grano ucraniano a la UE (Asedio a París…, en bbc.com, 29 enero de 2024). No dice que esa decisión se tomó ni más ni menos que para favorecer la entrega del pueblo ucraniano a los cañones rusos, en favor de intereses ajenos a los pueblos europeos y en pro de los fines geopolíticos del imperialismo colectivo de Occidente. Pero la BBC sí da a notar que durante todo el periodo que va de 2022 a 2024 ha sido materialmente visible que tal medida supone una desventaja abrumadora para las granjas europeas: “una granja orgánica ucraniana promedio tiene alrededor de mil hectáreas; sus equivalentes europeas miden de media a sólo 41 hectáreas” (referencia ídem).
En pocas palabras, los gobernantes no procuran los intereses de sus paisanos ni resuelven las dificultades provocadas por su mala gestión. Sobre esto resulta especialmente elocuente el comportamiento del Estado francés. En julio pasado, el parlamento galo adoptó una “ley de programación militar 2024-2030”, que elevará progresivamente el financiamiento de defensa de Francia hasta alcanzar los 69 mil millones de euros en 2030, dedicados principalmente a incrementar la producción de armamento: es decir, Emmanuel Macron se prepara para la guerra (Alain Refalo, Un climat de guerre…, legrandsoir.info, 14 enero 2024). ¿Pero quién amenaza a los franceses? En realidad, nadie. Más bien su gobierno prepara el desenlace de la guerra de Ucrania; prepara la posibilidad de que Europa entre a sustituir las centenas de miles de ucranianos caídos en la guerra de Occidente. En todo caso, el recurso destinado a armar a un país que no está en guerra bien podría direccionarse a los problemas del campo, contra la mala remuneración de los trabajadores o los altos costos de la vida en el país. Esto ocurrirá sólo cuando el gobierno fije sus intereses en su propio país, lejos de los sueños imperiales de someter a Rusia.
El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, expresó su consternación por los trágicos acontecimientos y extendió sus condolencias a los familiares de las víctimas.
En el contexto de los Juegos Olímpicos celebrados en París, dos acontecimientos “empañan” la celebración.
Mientras el mundo se ponía en guardia contra los daños de la actividad extractiva, el gobierno y Congreso de Panamá concedían todo el poder a una trasnacional minera al pactar una ley a espaldas de los ciudadanos.
El riesgo de que millones de mexicanos nos quedemos sin agua depende, además, del agotamiento y contaminación de los mantos acuíferos y la carencia de un plan hídrico. En su lugar, AMLO y Morena prefieren despilfarrar recursos en obras inútiles y no rentables.
La derrota militar que se avecina provoca que múltiples revistas de análisis antes pro-ucranianas, como Wall Street Journal, incluso políticos como el presidente checo, se unan a un coro de voces que ven a Ucrania como derrotada y piden la negociación antes de perder aún más territorio.
Por años, el establishment (sistema) occidental ha intentado silenciar a RT porque no podía dejar que sus audiencias decidieran por sí mismas qué creer sobre los acontecimientos en Rusia y el mundo, afirmó en exclusiva, la actual editora en Jefe de RT, Anna Belkina.
La inminencia de la sucesión presidencial dibuja una disyuntiva amarga que coloca a los trabajadores de México entre la espada de cartón opositora y la pared que encarna la 4T: la encrucijada parece inevitable.
Hasta el momento ha provocado la muerte de dos mujeres de 21 y 24 años de edad, siendo los primeros decesos registrados mundialmente por esta enfermedad.
El escritor y analista político español Rafael Narbona reveló a Canal 6Tv que Israel prevalece como Estado terrorista y un peón de las potencias occidentales, cuya actual incursión militar en Gaza tiene gran similitud con los atentados del 11-S en EE. UU.
Una sociedad modelo que Antorcha aspira a reproducir en el país, y de la que se hace muestra multidisciplinaria en esta importante Feria que demuestra cómo un pueblo organizado es capaz de compartir su creatividad artística y cultural con los demás.
Para cambiar el modelo actual de gobernanza global, basado en la injusticia y la desigualdad fruto de la dominancia de una sola potencia mundial, es necesario un mundo multipolar, afirmó el Doctor en Economía, Abel Pérez Zamorano.
EEUU y sus aliados europeos se proclaman seguidores del libre comercio y la democracia, pero cuando ven afectados sus intereses, crean medidas de control o certificaciones como el Proceso Kimberly. Te explico.
Por fin, la geopolítica se mueve en el sentido de Corea del Norte, un país que hace 7 años ya soñaba con hundir un portaaviones de propulsión nuclear estadounidense “de un solo golpe”. La cuestión es que esa fantasía sigue sin ponerse a prueba.
La Iniciativa de la Franja y la Ruta, en concordancia con la tendencia de nuestro tiempo marcada por la paz, el desarrollo, la cooperación y las ganancias compartidas, se dedica a defender el multilateralismo y construir la comunidad de futuro compartido de la humanidad.
BlackRock es una empresa financiera cuya actividad principal consiste en recibir inversiones de personas o instituciones que buscan hacer crecer sus riquezas a través del rédito.
“Desaparece el planeta o cambiamos el capitalismo”: análisis de Abentofail Pérez
Sócrates y las preguntas de la filosofía
Rusia-África: hacia un futuro común
Calificadora S&P alerta sobre deuda pública y situación de Pemex
EE. UU.: ganan las oligarquías, pierden las mayorías
¡Saquen las cobijas! SMN pronostica descenso de las temperaturas y fin de semana helado
Escrito por Anaximandro Pérez
Doctor en Historia y Civilizaciones por la École de Hautes Étus en Sciences Sociales (EHESS) de París, Francia.