Cargando, por favor espere...

Brasil Acosta Peña
"Daño reputacional"
El “daño reputacional” es algo similar a la pinta de la letra escarlata, sólo que se le aplica a una o varias naciones. Es una acción discriminatoria totalmente meditada por el imperialismo estadounidense, que rechaza la idea de que exista un contrapeso a sus intereses.


En una entrevista hecha a Pedro Mouriño, Cónsul Honorario de la Federación Rusa en Galicia, España, escuché sorprendido el concepto “daño reputacional” que se inscribe dentro del contexto de la “rusofobia” creada por el gobierno de Estados Unidos (EE. UU.) y sus corifeos de Europa en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). El “daño reputacional” es un estigma que se genera cuando un país de la Unión Europea (UE) o de otros continentes tiene negocios con Rusia y provoca el disgusto de Washington.

Esto me recuerda una novela de Nathaniel Hawthorne publicada en 1850 cuya historia se sitúa en la Nueva Inglaterra Puritana del Siglo XVII, en la que Hester Prynne da a luz a una bebé de paternidad desconocida. Por este hecho se le pinta en el pecho una A de color rojo escarlata para señalarla como “adúltera” o impura a fin de que todos la juzguen, ataquen y la eviten. Pero aun así Prynne lucha y vive con dignidad en una sociedad injusta e hipócrita.

El “daño reputacional” es algo similar a la pinta de la letra escarlata, sólo que se le aplica a una o varias naciones y en vez de la A, se utiliza la R de Rusia, la Ch de China o la C de Corea del Norte. Es también algo parecido a la recomendación que se nos daba cuando éramos niños de que no debíamos levantar una paleta caída al suelo porque ya la había “chupado el diablo”. Así que no hay que tener una buena relación con Rusia, porque si no “nos chupa el diablo”. 

Pero esta actitud ridícula no tan es infantil como aparenta; se trata de una acción discriminatoria totalmente meditada por el imperialismo estadounidense, que no quiere que en el mundo exista ningún contrapeso a sus intereses. Se trata de una más de sus armas en la nueva Guerra Fría, de una nueva versión del nazismo para hacerse del control del mundo y deshacerse de quienes no comparten su sangre de raza superior.

Por ello, el imperialismo estadounidense insiste en colocar a los rusos como los malos, como los abusivos que quieren apoderarse del mundo y amenazan con destruirlo lanzando misiles nucleares. Pero el presidente de Rusia no es un octogenario al que se le olviden las cosas ni confunde al presidente de Egipto con el de México ni es un defensor de los intereses de las élites capitalistas.

No, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, es un hombre inteligente, sencillo (lo conozco porque estuve en la tercera fila del recinto donde un día de octubre de 2023 leyó un discurso durante el Encuentro de Parlamentarios Latinoamericanos), que tiene la encomienda de política exterior de su país de defender a la humanidad del mundo unipolar y construir un mundo multipolar.

Pero también hay que decir que con el estigma del “daño reputacional”, la nueva letra escarlata, se aplican sanciones económicas a fin de que otros países no compitan con EE. UU. (aun así, Rusia ya es la quinta economía del mundo); se prohíbe la participación de los deportistas rusos en competencias internacionales, a diferencia de los israelíes, cuyo gobierno está cometiendo genocidio contra el pueblo palestino.

Hay que decir que ni Rusia ni China quieren hacerse del mundo ni imponer su modelo político y económico; tampoco pretenden destruir al mundo con armas nucleares, aunque disponen de ellas con el propósito fundamental de defenderse de un ataque gringo, pero no para exterminar ciudades, como lo hizo EE. UU. en Hiroshima y Nagasaki en 1945.

Lo que sí proponen Rusia y China es la construcción de un mundo nuevo, multipolar. En el pueblo ruso prevalece la idea de servir a los demás, lo que puede advertirse hasta en la forma de indagar el nombre de otras personas, ya que no preguntan “¿cómo te llamas?”, sino “¿cómo te llaman?; y la respuesta no es el individualista “me llamo”, sino “me llaman”, a fin de sugerir que se está subordinado a los demás.

También hay que decir que en Ucrania el gobierno de Rusia se defiende de los ataques del nazismo estadounidense contra su soberanía y, asimismo, defiende a la humanidad entera porque el gobierno imperial de la Casa Blanca no asume la defensa de la “libertad” de los pueblos ni de la “democracia”, porque su negocio es la venta de armas, como hoy se evidencia en la guerra de Ucrania.

EE. UU. se halla inmerso hoy en el proceso electoral para renovar la presidencia y a su actual titular le urge quedar bien con los grandes consorcios que se dedican a la fabricación de armas y el famoso “Estado profundo”, que sólo entiende el lenguaje de la guerra. Por ello es inconcebible que un gobierno que ni siquiera es capaz de resolver el problema de vivienda de su población crea que puede lograr la “libertad de la humanidad”.

Según el portal BAE Negocios, en 2023 EE. UU. batió el “récord de personas sin hogar”, con 653 mil 100 ciudadanos, cifra 12 por ciento mayor a la de 2022. En el portal Barriozona el pasado 14 de febrero leímos esto: “En una sola noche de 2022 aproximadamente 582,500 personas estaban sin hogar en Estados Unidos. De ellas, seis de cada diez (60 por ciento) se alojaban en lugares protegidos como refugios de emergencia, refugios seguros o programas de vivienda de transición, mientras que cuatro de cada 10 (40 por ciento) estaban en lugares sin protección, como en la calle, en edificios abandonados o en otros lugares inadecuados para la habitación humana [1].”

En una nota del portal RT[2], leemos: “La Cámara de Representantes de Florida aprueba proyecto de ley que prohíbe a los sintechos dormir en la calle… “No vamos a dejar que Florida se convierta en San Francisco, donde las personas sin hogar están por todas partes”, declaró recientemente el gobernador local, Ron DeSantis”. No sólo no se resuelve el problema, sino que se agrava en contra de los que más sufren.

Con todo esto, como puede verse, el “daño reputacional” se halla del lado de EE. UU., cuya oligarquía imperial es el único y real peligro de que pudiera haber una catastrófica guerra mundial. Sólo unidos, los pueblos podrán parar esta intentona de empoderamiento global. 


[1] Personas sin hogar en Estados Unidos, datos del informe de 2022 (barriozona.com)

[2] La Cámara de Representantes de Florida aprueba proyecto de ley que prohíbe a los sintechos dormir en la calle - RT (esrt.site)


Escrito por Brasil Acosta Peña

Doctor en Economía por El Colegio de México, con estancia en investigación en la Universidad de Princeton. Fue catedrático en el CIDE.


Notas relacionadas

“Dos linajes solos hay en el mundo, como decía una agüela mía, que son el tener y el no tener” (Miguel de Cervantes).

Muchas de las mediciones que se emiten obedecen, en más de una ocasión, a un carácter subjetivo, es decir, dependen del planteamiento mostrado por el investigador para interpretar tal fenómeno de la realidad.

La teoría marxista entiende al capitalismo como un modo de producción caracterizado por la crisis. Las crisis económicas no son un error en el funcionamiento del sistema, el resultado de una mala decisión o un fenómeno que el gobierno en turno pueda evitar vigilando.

Recientemente, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer los resultados de la medición de la pobreza para 2024 en nuestro país.

La horrenda matanza de judíos por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial fue aprovechada por los imperialistas para justificar la creación del Estado de Israel.

En el contexto económico global, nuestra agricultura se hunde en una profunda crisis que se manifiesta en dependencia alimentaria, control total de las trasnacionales y del capital extranjero, desempleo rural, constante reducción de la superficie sembrada.

El dos de septiembre de 1984 iniciaron los trabajos del Tecnológico en Tecomatlán para ofrecer una opción educativa de nivel superior a la región Mixteca Baja de Puebla.

Si bien el gobierno morenista festeja una supuesta reducción de la pobreza, no anuncia ninguna reducción de las llamadas ayudas para el bienestar.

El capitalismo, al menos desde que inició su fase degenerativa, a partir de la Segunda Guerra Mundial, ha buscado instrumentos de legitimidad que hagan pasar su política económica belicista como presentable e incluso necesaria para la humanidad.

La 4T no ha resultado tan convincente como aparenta.

Siempre que me encontraba en Tecomatlán con don Albino Rivera Morán, antorchista de profunda convicción, respondía de broma a la pregunta de cómo estaba, haciendo la siguiente enumeración: “Más pobre, más viejo, más jodido”; pero siempre estaba de buen humor.

En un barco al que envolvió una peligrosa tormenta, llevó personalmente Carlos Marx su manuscrito inmortal de Inglaterra a Alemania, portaba quizá la obra más importante que hasta ahora se ha escrito para explicar lo que es el ser humano y la sociedad que ha formado.

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) era la institución encargada de medir la pobreza y el impacto de la política social en México, pero a mediados de este año sus funciones fueron transferidas al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

A parte de que cae la oferta de empleos formales, con empresas e instituciones públicas, la calidad misma del empleo empeora.

El 18 de agosto del año 2000, un grupo de mercenarios encabezados por Guadalupe Buendía, alias La Loba, atacó brutalmente a los antorchistas frente a la presidencia de Chimalhuacán.