Cargando, por favor espere...
El Reporte Especial de esta semana trata un tema de actualidad e interés extraordinarios: la tecnopolítica en el capitalismo, es decir, el uso de la tecnología y su evolución hasta llegar a la coptación o captura del Estado por parte de los gigantes tecnológicos. El asunto se relaciona estrechamente con la asunción de Donald Trump al gobierno de Estados Unidos (EE. UU.), sus amenazas contra México y otros países y el apoyo que desde su campaña ha recibido de la llamada tecnopolítica, cuyos personajes más representativos ya se destacan entre los primeros seguidores o colaboradores del nuevo gobierno.
Especialistas en el tema, politólogos, historiadores y medios de comunicación definen y caracterizan el fenómeno, lo critican y advierten los riesgos que representa no sólo para la población estadounidense, sino para todo el mundo.
El fenómeno de la tecnopolítica y el aumento de su poder no es exclusivo de EE. UU.; tiene implicaciones mundiales y a largo plazo, porque las élites financieras y tecnológicas tienen como una de sus características más importantes la visión de futuro: quieren el dominio del mundo no para beneficio de la humanidad, sino del interés individual, de las corporaciones y los magnates.
La era de la tecnopolítica ha sido caracterizada por algunos como una revolución industrial; pero otros afirman que si las revoluciones industriales anteriores arrojaron algún resultado favorable para la sociedad, como servicios públicos, salud y educación, brindados a la población por el Estado, esta nueva revolución arrebata dichos beneficios que son privatizados, viejo planteamiento del neoliberalismo vigente en la era de la tecnopolítica.
Los magnates tecnológicos aseguran buscar el dominio mundial “en beneficio de la raza humana”, argumentando que para ello es indispensable la captura del Estado; sin embargo, los estudiosos consultados refutan esta afirmación y señalan que su objetivo es controlar el mundo para incrementar la rentabilidad de sus empresas.
La autora del trabajo sigue el desarrollo del fenómeno desde su nacimiento a fines del Siglo XX hasta que aparece en la escena política Donald Trump, con su derrota electoral frente a Joseph Biden y su fallida toma de El Capitolio; también cita a los mayores emporios tecnológicos y su peso financiero y político en EE. UU., explicando la necesidad de desenmascarar a estos “salvadores de la humanidad”.
La caracterización de esta etapa del capitalismo, denominada tecnopolítica, y la información, en general, de la sinergia entre los poderosos financieros, los empresarios tecnológicos y el Estado para gobernar y explotar al mundo entero, confirman todo lo que hace más de un siglo expuso V. I. Lenin en su obra El imperialismo, fase superior del capitalismo. Los objetivos de dominio mundial a que se refieren algunos especialistas y los peligros actuales que advierten otros también confirman los pronósticos del gran ideólogo de la Revolución de Octubre.
Tenemos, sin embargo, una pequeña diferencia con los que interpretan como coptación o captura del Estado la relación de éste con las corporaciones y sus magnates. El Estado nació coptado porque surgió en la sociedad clasista como un instrumento para mantener el estado de cosas, la dominación de una clase social explotadora sobre la clase mayoritaria, explotada; no es que la clase dominante requiera coptarlo, porque ya está a su servicio. Para hablar de coptación, tendríamos que suponer que el Estado sirve a la sociedad en su conjunto, que es el árbitro entre las clases sociales y beneficia a las mayoría de la sociedad, necesitada de servicios públicos como educación, agua potable, etc. Hace tiempo que el capitalismo viene privatizando estos servicios con la obediencia del Estado; pero los estudiosos entrevistados no se equivocan cuando señalan que el gobierno lo ejercen los gigantes de la tecnología.
Hoy ofrecemos a nuestros lectores este excelente trabajo, que informa sobre las relaciones de Trump con la tecnopolítica y lo que se puede esperar durante su gestión.
Este tratado es un asunto viejo, pero la reavivación del conflicto es más reciente.
Especialistas consultados por buzos habían demostrado antes que, en México, los contribuyentes de menores ingresos pagan más impuestos que los de altos ingresos.
Pero los pueblos del mundo nunca se han rendido.
Los centenares de congresistas se comprometieron a derribar las modernas estructuras de odio que tales agrupaciones políticas ultraderechistas operan.
Del abandono del gobierno a los jóvenes más vulnerables de México y del fracaso de los programas sociales destinados a protegerlos habla nuestro Reporte Especial, esta semana.
Nos enfrentamos ahora a un “nuevo” estado de excepción. Ante el desplome inminente de un sistema, no tardaron en limpiar la “pizarra mágica” en la que antes escribieran “nazismo” para poner en su lugar “Moscú”.
El Estado autoriza las concesiones a los empresarios para que dispongan de miles de millones de m3 de agua al año, gasto excesivo que generará escasez a la población. Así se eslabonan varios factores que agravan la crisis hídrica en todo México.
La herencia que el nuevo gobierno recibirá de manos del presidente es una situación crítica en los más importantes aspectos económicos y sociales del país.
Los defensores del libre mercado, que han impuesto el neoliberalismo en muchos países, hoy están perdiendo la batalla en su propio terreno.
El capitalismo impulsó la actual revolución industrial con la creación de softwares y hardwares.
Especialistas, académicos, asociaciones civiles especializadas e incluso la Barra Mexicana de Abogados han expresado su opinión, contraria a la reforma al Poder Judicial.
El Reporte Especial de esta semana trata un tema de actualidad e interés extraordinarios: la tecnopolítica en el capitalismo.
El aumento del poderío militar puede derivar en un gobierno totalitario.
No hay duda, los pueblos del mundo están hartos. Parafraseando a Nicolás Guillén, el imperialismo se revuelve en su lecho de dólares y se le cuaja la risa.
Todos los sectores de la población en la CDMX denuncian el aumento acelerado de la inseguridad y de los delitos cometidos a cualquier hora del día, entre otros, sin que las autoridades hagan algo al respecto.
Escrito por Redacción