Cargando, por favor espere...

La culpa del migrante
El “accidente” en San Antonio, Texas, donde murieron asfixiadas 53 personas no fue casual, sino consecuencia de una de tantas prácticas criminales de un sistema injusto que solo ve al ser humano como una mercancía.
Cargando...

El fenómeno de la migración no es nuevo, es un problema inherente al modo de producción capitalista. No es casual que, en Latinoamérica, muchas personas vean a Estados Unidos (EE. UU.) como un lugar donde pueden cumplir sus sueños. El bajo crecimiento económico, la inestabilidad política, la violencia delictiva y ahora la inflación al alza en varios países del continente han vuelto más atractivo y deslumbrante ese foco de desarrollo. Este fenómeno comprueba el diagnóstico marxista de que quienes solo poseen su fuerza de trabajo acuden a venderla a donde se encuentra el capitalista. Las fronteras poco importan cuando los capitalistas compran mano de obra barata; y si adquieren ésta bajo sus propias condiciones y en su territorio, mejor, ya que así es más fácil explotar y maltratar a los trabajadores, como ocurre con los migrantes que, en EE. UU., se hallan laboral y socialmente indefensos.

La población estadounidense reivindica a su Estado como ejemplo de democracia y paladín de la justicia, pero olvida que su riqueza es fruto del constante saqueo de los recursos naturales de las naciones bajo su dominio y de la explotación inmisericorde de la mano de obra latinoamericana que han realizado las empresas trasnacionales de su país durante muchas décadas. El elevado desarrollo de la economía de EE. UU. posibilita que incluso los bajos salarios pagados a los migrantes —obviamente con respecto a los de sus ciudadanos— resulten mucho más altos que los que se pagan en México. Ésta es la causa por la que a muchos mexicanos les parece atractivo cuando comparan sus ingresos de hambre con los de los hispanos en EE. UU., cuyas remesas permiten la construcción de casas que difieren enormemente de las precarias viviendas de la mayoría de sus vecinos y familiares en México. A esta misma razón, además de la escasez de trabajo, se debe que la mano de obra más joven sea la más propensa a emigrar.

En EE. UU. existen actualmente condiciones socioeconómicas y políticas adversas que no logran desalentar a quienes se van al “otro lado”. Primero: la economía estadounidense no está en su mejor momento y, por lo tanto, no requiere mucha mano de obra migrante; el gobierno tiene como prioridad emplear a sus ciudadanos para evitar conflictos sociales; así se explica el endurecimiento de las medidas anti-migrantes. Segundo: para los trabajadores estadounidenses, la mano de obra barata latinoamericana representa un verdadero problema, porque en tiempos de escasez se convierte en un fuerte competidor de empleo; por este hecho, culpa a los migrantes de su situación, llega a odiarlos y a maltratarlos con diferentes formas y niveles de violencia. Tercero: la pandemia de Covid-19, el conflicto militar entre Rusia y Ucrania y el bajo crecimiento económico han generado un nivel de inflación nunca antes visto en los productos básicos, limitando el acceso de la masa laboral estadounidense. Y cuarto: cuando los individuos están al borde de la inanición, se genera un espejismo similar al de quienes se pierden en el desierto o naufragan en altamar y sufren alucinaciones, creando imágenes falsas en las que ven lo que más desean. De la misma forma, las masas crean la falsa ilusión de que en EE. UU. “todo es miel sobre hojuelas”, sin considerar que quienes únicamente poseen su fuerza de trabajo, no pueden escapar de la explotación y la pobreza con solo cambiar de lugar.

El conflicto entre explotados y explotadores se vive más crudo precisamente en medio de una crisis económica; los explotadores aprovechan la necesidad de los hambrientos para darles trabajos cada vez más precarios y con salarios más bajos, sabiendo que los aceptarán con resignación, pues no tienen otra opción. Por ello el “accidente” en San Antonio, Texas, donde murieron asfixiadas 53 personas no fue casual, sino consecuencia de una de tantas prácticas criminales de un sistema injusto que solo ve al ser humano como una mercancía. Al capitalista únicamente le interesa la movilidad de sus mercancías y el incremento de sus ganancias; por ello restringe el movimiento de las personas. En la política de inmovilidad estadounidense está colaborando el actual gobierno de México mediante la represión de los migrantes, cuyos riesgos de muerte son cada vez mayores, porque obstaculizan su tránsito hacia la frontera norte. Ya lo decía Víctor Hugo: “aquí los miserables son capitalistas y gobiernos”. La única culpa del migrante es ser un desposeído que no ha visto la importancia que tiene en la escala social.  


Escrito por Capitán Nemo

COLUMNISTA


Notas relacionadas

La relación de nuestro país y Estados Unidos nuevamente se tensará y López Obrador tendrá que marcar una postura real

Los migrantes fueron abandonados en el municipio de Chicoloapan, Estado de México.

Las detenciones de migrantes aumentaron un 47.7% en el sur del país durante el primer cuatrimestre de 2024.

Los 40 migrantes fallecidos en una Estación del INM, no son las únicas víctimas de tratos inhumanos de las autoridades mexicanas. Asesinatos, amputaciones, violaciones, es lo que sufren miles de mujeres y niñas por quienes deberían protegerlas.

En abril de 2020, la población de ambos lados de la frontera se sometió a la cuarentena, cuyos resultados fueron poco positivos.

En 2017 existían casi 165 grupos paramilitares promotores del odio organizado, como los Oath Keepers (Custodios del Juramento)

EE. UU. es un país imperialista, ha invadido y sojuzgado por medios violentos a muchos países, incluido el nuestro

El Presidente López Obrador dice que el quehacer de su 4T es ayudar a los pobres, pero esto queda refutado en el complejo minero del ejido Las Conchas, donde sucedió el derrumbe que atrapó a los 10 mineros.

Si, como pregona López Obrador, hoy hay menos pobreza y ya derrotó al neoliberalismo, ¿cómo explicar, entonces, la emigración masiva de mexicanos en busca de mejor vida en otra parte, arriesgando incluso la vida para cruzar la frontera?

El gobernador Américo Villareal informó que fueron rescatados sanos y salvos los 31 migrantes secuestrados.

El problema de la producción de drogas sintéticas es de México, pero el de su consumo es de EE. UU., recordó la mandataria mexicana.

A cuatro años de las promesas de López Obrador, los habitantes de varios municipios mineros no han recibido ni un peso de ese fondo que entregaría de manera directa.

La orden favorecerá la deportación de quienes no cumplan con estrictos estándares de asilo cuando se superen las dos mil 500 detenciones diarias en la frontera.

En Michoacán, la migración es otro de los recursos de sobrevivencia de la gente pobre y ha moldeado la vida de miles de familias.

Las denominadas “Escuelas al cien” ya están sentenciadas a la desaparición