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La inflación anual promedio en la eurozona registró en junio nuevos máximos históricos, impulsados, principalmente, por el aumento de los costos de la energía y los alimentos. Según datos recientes de la agencia de estadísticas Eurostat, los precios al consumidor el mes pasado aumentaron un 8.6% respecto a junio de 2021, rebasando las estimaciones de los economistas, que calculaban que sería del 8.5%.
Se trata nuevamente de una inflación récord, que en mayo ya había alcanzado cifras sin precedentes al situarse en 8.1%, superando las expectativas inflacionarias del 7.8% y pasando muy por encima del registro de abril (7.4%).
Estonia continúa presentando los índices más altos del bloque (22%), seguida por Lituania (20.5%), Letonia (19%), Eslovaquia (12.5%) y Grecia (12%). En Francia, Italia y España la inflación marcó el 6.5%, 8.5% y 10%, respectivamente, mientras que Alemania y Países Bajos fueron las únicas naciones que experimentaron una desaceleración en el índice mensual.
Aunque los gobiernos europeos han invertido miles de millones para afrontar esta situación, no han podido recuperarse de la pandemia del covid-19. Frente a este panorama, y en medio del turbulento funcionamiento de los mercados crediticios, cada vez es más probable que el Banco Central Europeo (BCE) recurra al aumento de las tasas de interés para tratar de paliar los impactos negativos de la inflación. De acuerdo con Bloomberg, su plan es aumentar en un cuarto de punto su tasa de depósito este mes, previendo que los precios seguirán apuntando al alza.
Los países del Báltico, donde el crecimiento de los precios superó el 20%, instaron esta semana a la entidad a optar por un aumento más drástico para combatir el problema. Vale recordar que el BCE ya ha enfrentado críticas por el manejo del fenómeno al permitir que se disparara más allá del 2%. Algunos analistas consideran que haber mantenido los tipos de interés cerca de cero, incluso cuando la inflación se disparó, pudo haber contribuido a crear la antesala de la actual agitación.
Aunque la inflación haya bajado, los precios siguen sin disminuir; por el contrario, están 4.27 por ciento más alto que en el mismo periodo de 2022.
En México, la inflación crece vertiginosamente, prueba de ello es que la jefa o jefe de familia al comprar la despensa semanal, nota que los precios han subido, y, aunado a su bajo salario, es cada vez más difícil satisfacer las necesidades de su hogar.
Los mexicanos estamos pagando las consecuencias de un mal gobierno, uno que despilfarra millones de pesos en una consulta de "revocación" que no expresa la voluntad mayoritaria y sigue en campaña en lugar de ponerse a gobernar.
La inflación en México registró un incremento, alcanzando una tasa anual de 4.69 por ciento en la primera quincena de octubre, según información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
El alza en servicios, vivienda y alimentos preparados mantiene presión sobre los precios.
Entre sus consecuencias económicas, significa un riesgo para la profundización de la pobreza y la desigualdad en el país.
Productos agropecuarios como el jitomate y servicios turísticos como el transporte aéreo lideraron las disminuciones de precios.
Los campesinos describen su situación como “sumamente grave”. Pese a que las autoridades ofrecieron contrarrestar la inflación en ese rubro, este fenómeno económico aumenta; y hasta el momento no les han ofrecido ningún apoyo.
Aunque la inflación se moderó, el costo de carne de res, vivienda propia y transporte aéreo siguió al alza.
En el lanzamiento oficial de su plan “antiinflacionario”, López Obrador incluyó un anuncio y una crítica contra un funcionario federal que servirán como “pretexto” para obstaculizar su compromiso de reducir el precio de los alimentos.
El presidente del Anpec señaló que a pesar de que han disminuido los precios de algunos electrodomésticos y artículos del hogar, es menos común obsequiar estos productos a las madres en comparación con años anteriores.
El banco central dejó sin cambios su tasa de referencia, pero alertó sobre el posible aumento de la inflación y el desempleo.
En el último lustro se ha intensificado, en un gobierno que se dice "primero los pobres", la tendencia al empobrecimiento de las mayorías, sobre todo en las entidades menos desarrolladas y más pobres, donde hay mayor informalidad y pobreza laboral.
La primera quincena de septiembre, la inflación general anual en México se situó en 4.44 por ciento.
En febrero el aumento general de precios fue de 7.2%, pero la canasta básica sube el doble respecto a 2021. Sobre la causa, EE.UU. acusa a Rusia y la "guerra" en Ucrania. Pero éste es un manejo falaz; la inflación mundial viene de antes.
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Escrito por Redacción