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Sobre el taburete de Don Rogelio, intendente del bachillerato de una colonia rural de Veracruz, siempre podía encontrarse una pila de revistas que cada semana coronaba la edición más reciente de la revista buzos de la noticia. Estas líneas van dedicadas a aquel digno representante del pueblo trabajador y fiel lector de buzos, que desde hace más de tres años, y sólo por motivos fuera de su alcance, no sumó más ejemplares a su colección de revistas.
Cuatro de cada 10 personas evitan las noticias, así lo asegura el informe del Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo publicado en 2024. El desinterés por la información y la realidad –dicho de otro modo– ha alcanzado un nuevo techo histórico, al menos así lo revelan las casi 100 mil entrevistas realizadas en 47 países del ala occidental del mundo.
La indiferencia gana terreno en tiempos en los que aparentemente estamos más conectados que nunca. Los medios de comunicación enfrentan una compleja crisis mundial con tantas raíces como cabezas tenía la Hidra, uno de los factores más importantes son los hábitos de consumo en Internet, muchos de ellos desarrollados en el Digital News Report 2024 de Reuters.
Retomo de ahí algunos datos: “Casi un tercio de la muestra global (31 por ciento) recurre a YouTube para informarse cada semana; y alrededor de una quinta parte lo hace en WhatsApp (21 por ciento), mientras que por primera vez TikTok (13 por ciento) ha superado a Twitter (la red ahora denominada X, tiene 10 por ciento)”.
Hoy “el video se convierte en una fuente más importante para las noticias online, especialmente en los grupos jóvenes. Dos tercios (66 por ciento) acceden a videos informativos breves cada semana”. Llama la atención que en las redes sociales donde predomina el video, es decir Instagram, YouTube y TikTok, figuras como los periodistas o medios tradicionales han sido desplazados por influencers y personalidades online, o hasta en cierto grado, por gente común.
El informe de Reuters arroja la siguiente conjetura sobre la creciente desconfianza hacia los medios de comunicación: “Los jóvenes, la gente de bajos ingresos y aquellos con niveles más bajos de educación formal tienden a confiar menos en las noticias, en términos generales. A menudo, estos grupos reciben menos atención de los medios y suelen pensar que la cobertura sobre personas como ellas no es justa”. Aseveración respaldada por sus propios datos.
En un modelo económico global caracterizado por la desigualdad, es justa la reacción del público a la repulsión a noticias que no los representan; sin embargo, el consumo de formatos informativos más rápidos y superficiales en el tratamiento de la información, como los videos de formato corto en su mayoría, en lugar de promover información, facilitan la manipulación y sesgos cognitivos promovidos por los grupos propietarios de las redes sociales.
Sólo así se entiende el incendiario discurso de figuras políticas que en su intento por perpetuarse en el poder han dinamitado la confianza en los medios de comunicación, acusando a todos de promover fake news u “otros datos”, sin la intención de mejorar el ejercicio periodístico, sólo desacreditar todas las voces que no coincidan con sus ideas; fue el caso de Donald Trump en EE. UU., Bolsonaro en Brasil o López Obrador en México. No eran tan “benditas” las redes sociales.
Y aun así, la revista buzos continúa. En México son escasos, excepcionales, los medios de comunicación verdaderamente independientes que a pesar del mar picado continúan con la valiente hazaña de sostener un formato escrito e impreso cada semana.
Según datos del Módulo de Lectura (Molec) 2024, del Inegi, en México una de cada tres personas no tiene el hábito de leer libros, periódicos, revistas, páginas web o historietas. Los periódicos y las revistas son los materiales que más lectores perdieron desde 2015 –año del primer Molec–. La lectura de diarios impresos pasó de 49.4 por ciento a 17.8 por ciento en personas mayores de 18 años. Por su parte, las revistas aún conservan un 21.7 por ciento, perdiendo en 10 años, 25.5 puntos porcentuales.
Si bien uno de los principales argumentos que podría contribuir a la pérdida de lectores en el formato impreso es el costo de un ejemplar, en el caso de buzos, el incremento de una sola revista ha sido apenas de cinco pesos en más de una década. Esto, desde luego, siempre pensando en que la revista sea accesible al público en general, pero sobre todo al pueblo pobre mexicano.
El equipo que semanalmente hace la revista buzosde la noticia realiza un esfuerzo titánico en la recopilación de los temas de interés de cada uno de los estados para visibilizar muchos de los grandes problemas sociales de México, que no son difundidos por ninguno de los medios convencionales del país. Además de eso, la revista de análisis trata de abordar los temas globales más relevantes desde una perspectiva siempre crítica. La poesía, filosofía, ciencia y arte, como temas vitales para el mexicano, han encontrado en buzos un modesto pero fiel navío con que llegar a todos los rincones del país.
Porque la revista buzos tiene una distribución semanal en las 32 entidades de la República, contrario a lo que ocurre con otros medios de “circulación nacional”, que centran la mayoría de su tiraje exclusivamente en las ciudades más importantes del país. Todo a cargo de un esforzado equipo de reparto que no escatima en llegar hasta el más inaccesible de los lugares y dejar en las palmas del mexicano trabajador, el más reciente número de buzos.
La revista buzos en su formato impreso, es una de las vías más fieles de información para los menesterosos que no tienen acceso a luz eléctrica, cobertura de red telefónica y de Internet, un dispositivo móvil o cualquier medio electrónico para informarse.
La revista impresa se salva de uno de los grandes vicios impuestos por el formato multimedia de los teléfonos móviles. Un pequeño, aparentemente imperceptible detalle, pero a su vez, vital en el cultivo de la concentración, ese recurso que los gigantes de las grandes tecnologías nos han ido arrebatando paulatinamente, pero que es tan vital para analizar, criticar y formular ideas propias para aspirar a un cambio.
Y a pesar de lo romántica que pueda sonar esta afirmación, yo siempre preferiré el formato impreso de nuestro medio para la lectura antes que una consulta digital; hay ahí una sustancia revolucionaria en sí, que mediante dos pequeñas grapas de aluminio sujetan tanto trabajo, dedicación y esfuerzo, como nobleza y consistencia crítica.
Lo que en su momento dijo el gigante del pensamiento Umberto Eco relativo a que el libro impreso jamás debería desaparecer, hoy lo retomo para desear larga vida no sólo al formato, sino a este noble medio que se dio a la tarea de preservar el sentido analítico de un pueblo que aspira a una vida más justa.
Continuemos la tarea:
(...) Ser buzo es un oficio, ¿difícil? ¡No! Infinito.
-Pablo Neruda.
Mientras platicaba con un grupo de policías, el periodista Jesús Gutiérrez Vergara fue acribillado por unos criminales. Los hechos ocurrieron en la colonia Aviación, en San Luis Río Colorado, Sonora.
La revista mexicana exhorta a la UNESCO a modificar su informe sobre Crímenes Contra Periodistas y tomar en cuenta la represión sistemática contra comunicadores rusos.
Por años, el establishment (sistema) occidental ha intentado silenciar a RT porque no podía dejar que sus audiencias decidieran por sí mismas qué creer sobre los acontecimientos en Rusia y el mundo, afirmó en exclusiva, la actual editora en Jefe de RT, Anna Belkina.
buzos de la noticia nació hace 25 años como un medio independiente del interés oficial con la meta de analizar objetivamente los acontecimientos políticos del país y del mundo.
buzos hace un periodismo joven, pero maduro y fuerte, de denuncia política y nacional.
Ante un juez civil en Jalisco, el dueño de Banco Azteca argumentó que las críticas de los demandados le hicieron perder “millones de dólares”.
Lafargue llega al objetivo central de su alegato en El derecho a la pereza: la reducción de los horarios de trabajo que en esa época prevalecían en Europa y el mundo.
buzos representa un ejemplo de lucha y perseverancia en la defensa de los intereses del proletariado mexicano.
Tanto el CPJ como Amnistía Internacional coinciden en que los periodistas en México enfrentan constantes amenazas, hostigamiento, abuso físico y psicológico por parte de funcionarios públicos y del crimen organizado.
Desde el año 2000, 162 periodistas han sido asesinados; 42 de ellos en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El éxito de lo Hecho en China debe verse como una prueba de que “es posible para todos la construcción de un mundo mejor”.
El atentado contra el periodista Ciro Gómez Leyva fue ignorado por el presidente López Obrador y la fiscal Ernestina Godoy no ha podido esclarecer el móvil.
El control de la información mina directamente derechos por los que los pueblos han luchado y que les han costado sangre.
Sin renunciar a un compromiso profundo y bien definido con las clases subyugadas, hacen un esfuerzo serio por encontrar y presentar la verdad.
Grandoreiro es un troyano bancario activo desde 2016, creado para robar credenciales de acceso a cuentas bancarias.
Escrito por Óscar Manuel Pérez
Licenciado en Comunicación por la UNAM.