Cargando, por favor espere...

El negrero, de Lino Novás Calvo (I de II)
En Recife hubo un “criadero de negros” en el que incluso se vendían mulatos con ojos azules porque eran hijos de su propietario: un inglés de apellido Reeves a quien los lugareños conocían también con el apodo de El Patriarca.
Cargando...

Es su biografía novelada, Pedro Blanco Fernández de Trava fue uno de los traficantes de esclavos africanos que más personas trasladó y vendió en América Latina en el Siglo XIX, específicamente a hacendados de Guatemala, Venezuela, Guyana, Brasil y las islas del Caribe; Cuba, Puerto Rico, Santo Domingo, Haití, Jamaica y Barbados. En su fisonomía moral se hallan los rasgos psico-patológicos, culturales y político-económicos más comunes de estos “capitanes de empresa”, la mayoría nativos de España, Portugal, Inglaterra, Holanda, Francia, Dinamarca, Noruega, Suecia y Estados Unidos.

Fernández de Trava fue oriundo de Málaga, provincia andaluza de España. Él y Rosa, su única hermana, fueron hijos de un marinero y una joven de “alcurnia” cuya familia los desconoció debido al “bajo” origen social de éste. Pedro y Rosa crecieron con este desprecio, pero él tuvo buena educación e hizo estudios en la Escuela Náutica. Sin embargo, después de la muerte prematura del padre, incurrieron en incesto y él se vio obligado a huir de Málaga.

Pedro se inició en Cádiz como grumete y marinero de barcos de pesquería y comerciales en 1814, para más tarde convertirse en piloto y capitán de naves piratas y esclavistas. En este oficio resaltó al lado de Cha Cha, mulato de Cabo Verde de quien fue contador, yerno, socio y heredero. Cha Cha tenía un fortín negrero en puerto Gallinas, su país natal, donde llegó a acumular hasta cinco mil esclavos en 1829, ya que el rey de Dahomey (excolonia francesa hoy llamada Benín) lo proveía hasta con mil esclavos.

Este traficante se asentó en Ajuda, Brasil, donde disponía de un palacete, un harén, barracones donde guardaba esclavos y un corralón que usaba para subastarlos. En este recinto, ubicado en Recife, los africanos eran exhibidos desnudos, rapados, untados de aceite y obligados a caminar, bailotear, correr y detenerse a ritmo de golpes de látigo, tambor y címbalos para que los clientes los tocaran y probaran su sudor a fin de conocer si se hallaban sanos. Las mujeres embarazadas costaban más que los hombres y los infantes.

Una vez comprados, los esclavos eran marcados a fuego con sellos de hierro. Cha Cha encabezaba ceremonias rituales en las que se cortaba la cabeza a cientos de esclavos. Éstos eran capturados y vendidos por los reyes tribales de Congo, Dahomey, Lagos, Calabar, Angola, Guinea, Sierra Leona, Cabo Verde y Liberia. Esta “mina de oro negro” proveía de laboríos gratuitos a los hacendados que cultivaban caña de azúcar, a funcionarios públicos, curas y frailes católicos.

En Recife hubo un “criadero de negros” en el que incluso se vendían mulatos con ojos azules porque eran hijos de su propietario: un inglés de apellido Reeves a quien los lugareños conocían también con el apodo de El Patriarca.


Escrito por Ángel Trejo Raygadas

Periodista cultural


Noticia anterior
Shigueharu Nakano

Notas relacionadas

La ciencia como actividad fundamental de los seres humanos ha buscado profundizar en el conocimiento de la realidad que rodea al hombre.

La historia cuenta el viaje espiritual de un músico hacia el conocimiento de sí mismo mediante el uso de la magia como expresión de las relaciones del hombre con la naturaleza; renuncia a la razón y a las máquinas modernas.

Los relatos del autor denuncian los actos abusivos de los principales protagonistas y la burocracia oficial de la oligarquía que encabezó el dictador Porfirio Díaz Mori entre 1877 y 1910.

Representan el primer florecimiento de la poesía pentasilábica en la tradición china. Se trata de la producción anónima de diversos literatos pertenecientes a la clase terrateniente media y baja.

En Recife hubo un “criadero de negros” en el que incluso se vendían mulatos con ojos azules porque eran hijos de su propietario: un inglés de apellido Reeves a quien los lugareños conocían también con el apodo de El Patriarca.

“Nadie, en la lucha por crear nuestro país, ha combatido con armas limpias y nobles como las de Zarco. Durante 20 años escribió de la necesidad de la educación para el pueblo... la libertad de conciencia, la independencia del gobierno frente a todos los poderes...".

Este ensayo del historiador e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) reseña los pormenores de la guerra que durante casi un siglo sostuvieron los mexicas y sus aliados de Texcoco y Tlacopan contra el reino tepaneca de Azcapotzalco.

Tuqan ha sido descrita como una de las tres grandes poetisas árabes de la poesía moderna junto a la iraquí Nazik Al-Malaika y la jordano-palestina Salma Jayyusi.

Es una de las voces femeninas más importantes en la lírica ecuatoriana de la segunda mitad del Siglo XX.

Esta colección de ensayos políticos fue escrita para recoger, describir y evaluar lo que el propio autor llamó las “actas de los ideales colectivos” que el pueblo mexicano generó para sacudirse el colonialismo español.

En nuestros días se piensa a la filosofía como cosa de místicos, como si hablara de cosas que no tienen que ver con lo real. ¿De dónde salió dicha concepción? Herzen, un importante populista ruso, cree que esto se debe...

La biografía del poeta puertorriqueño Francisco Matos Paoli (Lares, 1915– San Juan, 2000) es uno de esos caros ejemplos de la poesía al servicio de los ideales más elevados.

Para entender nuestra realidad actual, y saber hacia dónde caminar en la reconfiguración del mundo, con Rusia y China con el mundo multipolar en contra del mundo unipolar del imperialismo, es altamente importante leer esta obra.

En numerosas páginas de "El Poder de la paradoja", el expresidente demócrata-cristiano de Chile confía su impresión más íntima y sincera sobre la personalidad política de su homólogo Salvador Allende.

Gourmont contrapone el instinto y la divinidad de Antifilos a la civilidad racional del hombre moderno para concederle la razón al primero.

Edición impresa

Editorial

El verdadero culpable del atentado contra Trump


La venta de armamento es un fructífero negocio; las más perfectas y mortíferas armas dejan fabulosas ganancias a los capitalistas.

Sociedad anónima

Sociedad anónima 1143