Cargando, por favor espere...
Los negativos resultados obtenidos por alumnos mexicanos en la prueba PISA evidencian que el sistema educativo nacional está fallando, especialmente en materias cuyo tiempo de enseñanza se redujo, reveló Alma Maldonado Maldonado, Doctora en Educación Superior e integrante del Departamento de Investigaciones Educativas (DIE) del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav).
Estos exámenes, que desde 2000 aplica anualmente el Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos, de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), miden la asimilación de conocimientos y habilidades sobre lectura, matemáticas y ciencias de estudiantes con edades de hasta 15 años.
Inicialmente, sólo se aplicaban en los 38 países que integran la OCDE, pero luego, la prueba se extendió a 81 naciones. En la del año pasado, correspondiente al trienio 2019-2022, participaron seis mil 292 estudiantes mexicanos, 86 por ciento de escuelas públicas y 14 por ciento de escuelas privadas.
A decir del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), estos resultados son una primera evaluación estandarizada del rendimiento escolar en lo que va de este sexenio y de los efectos de la pandemia de Covid-19 (2019-2021) en los alumnos del sistema educativo básico.
Y en las tres áreas evaluadas, los resultados colocaron a México entre las naciones con las peores marcas; ya que obtuvo 71 puntos por debajo del promedio general de la OCDE. En matemáticas sumó 395, 14 menos que en 2018, cuando consiguió 409 puntos, y cercanos a los niveles de 2003 y 2006.
En el área de lectura obtuvo 415 puntos, cinco menos que en la prueba de 2018; y en ciencias lograron únicamente 410 puntos, nueve menos. Además, sólo siete de cada mil estudiantes obtuvieron niveles destacados en matemáticas, cuatro en lectura y uno en ciencias; y uno de cada tres se posicionó entre los más bajos.
Entrevistada por buzos, la investigadora Alma Maldonado, informó: “México siempre ha salido mal, por debajo del promedio de los países de la OCDE. La mayoría de nuestros estudiantes no alcanza los niveles más altos”.
La experta en educación atribuye esta caída drástica a la mala gestión de la pandemia y, en particular, al prolongado cierre de las escuelas durante el confinamiento sanitario que afectó a los estudiantes de todo el mundo; pero en México, el daño fue mayor, “ya estábamos mal y ahora estamos peor”.
Maldonado comentó que durante ese periodo crítico, los países que no estaban mal también bajaron su rendimiento educativo; pero aclaró que este hecho no debería ser ningún consuelo para México porque el referente de aquéllos “no es tan malo como el nuestro”.
En esto coincide el investigador de México Evalúa, Marco Fernández, quien advirtió que la pandemia no es responsable o culpable de los pésimos resultados en las pruebas PISA, porque en varios países de América Latina, entre ellos Chile, las caídas fueron pequeñas.
Fernández explicó que hubo un pequeño grupo de naciones con mejoras en sus niveles educativos, como fue el caso de China, Corea del Sur y Japón, para cuyos gobiernos, el Covid-19 permitió advertir omisiones en ellos, en contraste con el de México, que en 23 años de someter a sus alumnos a las pruebas PISA no han concretado nada efectivo “para mejorar la calidad de los aprendizajes”.
En este punto, la especialista Maldonado precisó que en México no se ha hecho una reforma educativa consistente: “Si te pones a pensar, cada sexenio cambian las reformas, nunca sostenemos algo que haya funcionado bien. Si vas sumando esa serie de cosas, todo se junta para darnos cuenta de que, en realidad, son muy lamentables en el caso de México…
“Y ahora peor: porque la respuesta que estamos dando es la Nueva Escuela Mexicana con todas las deficiencias que ya han sido señaladas: pésimos libros de texto, menos matemáticas, la ciencia pasa a ocupar el mismo lugar que los “saberes populares”, culturales, y el tema de la mala esquematización para enseñar lectoescritura”.
Pobreza y malos resultados
A decir de Romeo Pérez Ortiz, Doctor en Física y Matemáticas por la Universidad Estatal Lomonosov de Moscú, Rusia, y catedrático del Instituto Tecnológico de Tecomatlán, Puebla, “la pobreza influye ‘bastante’ en los resultados académicos de los jóvenes: un estudiante que no tiene una vivienda digna, que vive en un pequeño cuarto con sus dos hermanos, que en ese mismo cuarto está su cama y cocina, sin un espacio para hacer sus tareas, leer, o mínimo para estudiar… además, llega a la escuela con hambre, así que no pone atención, porque no desayunó o apenas comió tortillas con sal y salsa; no va a pensar igual que si hubiera desayunado, y muchos en México llegan así a las escuelas, con hambre. Un niño con hambre es un niño que no va a pensar; por eso la situación económica influye bastantes. Un niño pobre no habla inglés, en cambio, un niño rico ya está cursando inglés, alemán, hasta escribe y lee mejor, pero un niño pobre ni lee bien porque muchos de ellos hablan alguna lengua originaria, no escriben bien, asisten a una escuela rural donde no hay maestros de tiempo completo. Entonces, todas estas dificultades son la causa de fondo de los malos resultados académicos de los alumnos”.
Según el Coneval, en 2020 uno de cada 10 niños y adolescentes en México (10.6 por ciento) vivía en situación de pobreza extrema. Además, de 2018 a 2020 la pobreza extrema en el sector de 0 a 17 años aumentó en 1.9 puntos (de 8.7 a 10.6 por ciento) a nivel nacional, es decir, a 3.9 millones 537 mil más que durante 2018. Chiapas, Guerrero y Oaxaca son las entidades que concentraban, cada una de ellas, a más de un niño o adolescente en condición de pobreza extrema.
Un pronóstico pesimista
En su número 1093, buzos abundó en la preocupación que algunos especialistas en educación tienen con respecto a la llamada Nueva Escuela Mexicana y algunos libros de texto gratuitos, cuyo contenido fue modificado por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para que, según él, tengan una orientación humanista diferente:
“Ahora queremos una educación orientada al humanismo, que nada humano nos sea extraño, que en todos los libros, aunque se trate de ciencias naturales, haya un tronco común dedicado al humanismo, a las ciencias sociales, que primero nos formemos como buenos seres humanos, ciudadanos y luego, como buenos científicos”, declaró en una de sus conferencias de prensa mañaneras.
Sin embargo, los resultados más recientes de las pruebas PISA confirman que los nuevos libros de texto no servirán para aumentar la calidad educativa de los alumnos mexicanos y que los conocimientos ofrecidos son cada vez menores en buena parte de las materias de aprendizaje.
Para los expertos en educación, los cambios incorporados no auguran nada bueno, como lo advirtió la docente de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, perteneciente a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Irma Villalpando cuando cuestionó:
“¿Qué tienen que ver las disputas ideológico-políticas con las matemáticas, cuya enseñanza casi desapareció junto con la literatura, que también fue hecha a un lado? ¿Por qué tantos errores en conceptualización? ¿Qué tienen que ver con el conservadurismo las matemáticas, cuando en todo el mundo se sabe que el aprendizaje del pensamiento lógico-matemático es fundamental para aprender a pensar? ¿Por qué nos quitaron de los libros de texto a los grandes autores de la literatura clásica?”.
Maldonado puntualizó que si ya estábamos muy mal en matemáticas, ahora con la Nueva Escuela Mexicana y sus nuevos libros de texto “se ve todavía más complicado que podamos mejorar en una disciplina que siempre ha sido muy compleja para los mexicanos”.
La pobre marca de México lograda en la prueba PISA permite advertir un futuro pesimista para la educación porque “en todos estos años que llevamos de participar en PISA, hay pocas mejoras, uno que otro punto, de vez en cuando y unas cuantas cosas están subiendo, pero nada de eso ha funcionado…
“Y ahora, lo que se espera con la Nueva Escuela Mexicana no nos queda más que ser pesimistas; porque, insisto, todo lo que recomendaría PISA que tendríamos que mejorar en la enseñanza de las matemáticas, ahora queda totalmente desarticulado, mal enseñada. No se toma en cuenta los avances de la didáctica de las matemáticas; y eso sin duda se puede ver reflejado y será muy lamentable”.
PISA “neoliberal”, según AMLO
“No los tomamos en cuenta (los resultados PISA) porque, pues, porque todos esos parámetros se crearon en la época del neoliberalismo, del predominio del periodo neoliberal, en donde lo que querían era impulsar supuestamente la calidad de la enseñanza, la excelencia, y desaparecer la educación pública, degradándola. Nunca, en la historia de México se había ofendido tanto a los maestros como en el periodo neoliberal, y esas pruebas son parte de lo mismo”, dijo el Presidente un día después de conocer los resultados de la prueba internacional que posicionó a México en el lugar 51 de 81 países.
Pero en su conferencia de prensa del tres de mayo de 2021, AMLO había calificado positivamente este programa de evaluación, del que aseguró que era un tipo de exámenes que ayudan a los gobiernos a mejorar la calidad de la enseñanza y que México seguiría participando en ellos:
“Sí, no tiene por qué no continuar todo lo que sea bueno para México. Si me dicen ¿va a continuar México tolerando la producción de las empresas extranjeras?, digo no. Pero si me dicen, ¿va a continuar México permitiendo que se hagan pruebas para que mejore la calidad de la enseñanza? digo sí… todo lo que signifique mejorar la educación es apoyado y respaldado, todas las pruebas y estamos nosotros participando para mejorar la educación”.
Pero casi tres años después, las descalificó y tachó como neoliberal a la OCDE. El analista especializado en políticas educativas Daniel Salinas le respondió negando que la prueba PISA pueda ser etiquetada así: “¿Que es neoliberal? Me atrevería a decir que no... realmente no entiendo muy bien a qué se refiere con decir que es una prueba neoliberal, lo que puedo decir es que PISA es un estudio que está organizado por la OCDE, que agrupa a 38 países, que tienen la oportunidad de participar”.
Pero no sólo AMLO sigue esta línea, la candidata morenista a la Presidencia de la República, Claudia Sheinbaum, secundó al Presidente con el argumento de que la prueba PISA es “cuestionable” porque evalúa la educación en cualquier país del mundo sin considerar las características de cada uno, entre ellas las culturales.