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Sin arroz, frijol y maíz ¿no hay país?... (I de II)
Lejos de eliminar los productos “exóticos”, el Presidente debería impulsar y asegurar el acceso a ellos para todos los mexicanos.
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El pasado 19 de junio, se dispersó rápidamente por los medios de comunicación uno más de la gran colección de pronunciamientos lamentables del actual Presidente de México. En su conferencia mañanera, con el pretexto de dar a conocer las novedades sobre el control de la pandemia por Covid-19, manifestó que, para combatir ésta y futuras pandemias, había que comer sano. “Para vivir sanos necesitamos tener buenos hábitos alimenticios; y no se trata de comer cosas exóticas, extravagantes y caras”, sino, enfatizaba, en recuperar “en mucho” el consumo de lo tradicional: arroz, frijol y maíz, “sin maíz no hay país”, sentenció.

Sin profundizar en el por qué de la inconexa, ilógica y contradictoria exclamación, adivinamos que el Presidente quiso decir: para prevenir enfermedades debemos “regresar” a consumir solamente productos de origen mexicano (como en la época prehispánica) y nada extranjero (exótico) por caro; tampoco lo industrializado (con algún valor agregado industrial) y menos consumir comida chatarra. Lo tradicional lo dejaremos a un lado, ya que muchos alimentos de origen extranjero y comida chatarra ya son tradición en nuestro país.

Lo que es mexicano es el maíz y el frijol, que en buena medida se industrializan para ser consumidos. El maíz es un grano que contiene por cada 100g, 4.80g de proteína y 237 kcal; cada tortilla contiene 1.7g de proteína. El frijol negro, por su lado, contiene 8g de proteína y 320 kcal. Si tomamos en cuenta que el consumo promedio recomendado en proteína (necesaria para la reproducción celular) para una persona es de 90g diarios y de energía de dos mil 200 a tres mil 200 kcal (para el funcionamiento del organismo), nos damos cuenta de que el maíz y el frijol, aunque forman parte importante de la dieta mexicana, no son, ni de lejos, suficientes para una correcta nutrición. Incluso si alguien lograra comer dos kilos de tortilla al día o un kilo de frijol para conseguir 90g de proteína, serían insuficientes, ya que esta proteína es de origen vegetal y carece de los aminoácidos necesarios para la completa formación de nuevas proteínas en el organismo.

Por su parte, el arroz, que es tradicional en los festejos y platillos mexicanos, pero “exótico”, porque ser de origen asiático, contiene por cada 100g, 6.51g de proteína y 148kcal; desgraciadamente, tampoco basta para cubrir los requerimientos de proteína y energía del cuerpo. Solamente los productos de origen animal: carne, huevo y leche, todos ellos también “exóticos”, tienen las proteínas capaces de construir por sí solos nuevas células y brindar desarrollo óptimo al cuerpo.

Por tanto, lejos de eliminar los productos “exóticos”, el Presidente debería impulsar y asegurar el acceso a ellos para todos los mexicanos.

Es cierto que el maíz y el frijol han sido y siguen siendo importantes en la dieta de los pueblos de Centroamérica, así como el arroz lo fue en Asia durante milenios; sin embargo, en este caso ya no es así, pues han cedido terreno a las carnes, leche, huevo y pescado, lo que ha traído enormes progresos en diversas áreas en la vida de los asiáticos, chinos en primer lugar. 


Escrito por Tlacaélel De la Cruz

Columnista


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