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La historia nos ha enseñado que en los tiempos de guerra, pandemia o crisis económica, la humanidad ha recurrido a la ciencia para su sobrevivencia. Por ejemplo, en la Segunda Guerra Mundial, el primer ministro británico, Winston Churchill y el secretario general del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética, Iósif Stalin, ambos recurrieron, respectivamente, a la ayuda de los científicos Alan Mathison Turing, Ígor Kurchátov y Andréi Kolmogórov, entre otros científicos británicos y soviéticos reconocidos, para salvar a su patria. Para que la humanidad pudiera curarse de la tuberculosis, el sarampión, el cólera, etc., tuvo que invertir dinero, tiempo y esfuerzo en la investigación que permitió la creación de antibióticos y vacunas. En los periodos de crisis económicas, la ciencia es necesaria para reorientar la economía de un país. Por tanto, en los momentos más críticos, es cuando el gobierno en turno debe invertir más dinero a la ciencia, la innovación y la tecnología.
En estos momentos de pandemia y ante la inminente crisis económica, la misma fórmula debería aplicarse en nuestro país; es decir, con la ayuda de un paquete económico aprobado por el Congreso de la Unión, los científicos mexicanos deberían dedicar más tiempo a la investigación destinada a crear vacunas y medicamentos y a analizar con más atención la realidad mexicana para diseñar un plan económico que aminore los problemas que se avecinan.
Por ello es preocupante que, a estas alturas de la pandemia, no se haya creado en México un proyecto de investigación que, apoyado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO), esté destinado exclusivamente a combatir el Covid-19 de forma seria. Estamos esperanzados en los países más avanzados, donde ya están creándose vacunas contra el coronavirus actual. La razón es que en México no hay un interés genuino por parte del Presidente para apoyarse en la ciencia. Al contrario, él mismo desdeña la ciencia, argumentando que ésta no es necesaria para gobernar, para hacer política y cuestiones parecidas. En lugar de creer en los milagros de la ciencia, AMLO cree abiertamente en los milagros de la fe, de los amuletos y de los remedios caseros.
Queda claro que AMLO tiene un desconocimiento abismal acerca de la relación entre la ciencia y la política; no sabe que la ciencia es tan indispensable para la política como ésta para aquella. Que la ciencia es el cerebro de la política y ésta, a su vez, el corazón de aquélla. Que las dos dependen una de la otra y son inseparables. Que si la ciencia muere, la política también, y viceversa. Solamente entendiendo esta relación dialéctica entre la ciencia y la política, comprenderemos que sin la participación activa de los científicos en la construcción de un proyecto nuevo y superior al que propone el partido gobernante, no habrá bienestar para todos los mexicanos.
El señor Obrador no comprende, o no quiere creer, que el método científico creado por Galileo Galilei y René Descartes es “el ingrediente” indispensable para combatir la pandemia, la pobreza y la desigualdad. Él mismo se niega a aceptar que en la ciencia descansa la salvación de la humanidad; que gracias a la ciencia, el hombre puede conocer la realidad física para transformarla en pro de todos los mexicanos. No ha comprendido todavía que la ciencia ha servido al hombre para encontrar su felicidad y bienestar.
Pues bien, esta finalidad de la ciencia es la que debemos defender los científicos mexicanos y ninguna otra, si queremos que México avance por el camino del progreso. Para lograr este objetivo es necesario que adoptemos una actitud crítica y científica ante los problemas que van surgiendo, y tomemos una postura que beneficie a la humanidad en su conjunto; que los científicos pensemos y lleguemos a la misma conclusión de que para salvar a la humanidad de la pobreza y la desigualdad es urgente y necesaria la creación de un nuevo proyecto de nación en el que se incluya un reparto más equitativo y equilibrado de la renta nacional.
La influencia que han ejercido las ideas de Platón (Atenas, 429-347 a. C.) en la mente de los matemáticos perdura hasta nuestros días. Matemáticos contemporáneos como G. H. Hardy y Kurt Gödel son declarados platonistas.
Si las personas se pierden el eclipse solar que ocurrirá este 8 de abril, tendrán que esperar por lo menos 30 años para que este fenómeno vuelva a suceder con las mismas características.
Fenómeno que no se repetirá hasta el año 2040.
El famoso Axioma de elección juega un poco con la intuición humana, ya que demuestra que todo conjunto puede ser bien ordenado, aunque no se muestra cuál es ese orden.
El agua es esencial en la generación de imágenes por IA debido al funcionamiento de los centros de datos.
En lo que va de 2019 México ha registrado 74 mil 277 casos de dengue, cifra que lo ubica en el cuarto lugar de América Latina, solo después de Brasil (un millón 958 mil 31), Nicaragua (94 mil 513) y Colombia (84 mil 644).
Las bacterias son capaces de introducir a su repertorio genético otros genes que se encuentren flotando en el entorno.
La importancia de su trabajo científico radicó en que se adelantaron a predecir lo que pasaría antes de la completa destrucción de la capa de ozono (O3).
La Tierra vivió el día más corto de su historia el pasado 29 de junio, cuando el planeta giró de forma completa en 1.59 milisegundos menos de lo normal.
Aunque la pérdida de cola en los humanos ha sido objeto de diferentes teorías evolutivas, hasta hace unos días era un misterio sin resolver.
La cerveza se utilizaba como ofrenda a los dioses en casi todas las culturas de Europa, el Medio Oriente y Asia. En los países nórdicos (Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia) se ofrecía cerveza a Odín.
Para mejorar el rendimiento de los atletas, debemos contemplar en nuestro trabajo deportivo el desarrollo de los conceptos y habilidades que explico en este artículo.
Desde el punto de vista filosófico, D’Álembert era partidario de la unidad del saber, proponía el progreso de la humanidad a través del desarrollo de la ciencia, unificadas por una filosofía desprendida de los mitos y creencias transcendentales.
La embriogénesis somática, una técnica biotecnológica, permite reducir los tiempos en que las plantas crecen o la susceptibilidad a contraer enfermedades, permitiendo una mayor producción en el campo.
La novela La Medición del Mundo, del filósofo y escritor alemán Daniel Kehlmann, se trata de una obra muy documentada, apasionante y amena, cuyo estilo está claramente influido por el realismo mágico.
Escrito por Romeo Pérez
Doctor en Física y Matemáticas por la Facultad de Mecánica y Matemáticas de la Universidad Estatal de Lomonosov, de Moscú, Rusia.