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Para entender la participación de los hutíes (yemeníes) en la guerra contra Israel, es necesario tener en cuenta que en Yemen se ha desarrollado un conflicto bélico al interior de esa nación en la que los rebeldes hutíes han buscado que Yemen sea independiente del control de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, que han tratado de someter a Yemen a su control económico, político e ideológico. Para ver la tragedia de los yemenitas hay que recordar que, en 2015, una coalición de naciones dirigida por EE. UU. e integrada por Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Kuwait, Baréin, Jordania, Marruecos y Sudán llevaron un ataque aéreo para castigar a los yemenitas rebeldes, y lo más grave que ha provocado esa guerra –siempre silenciada por la prensa corporativa occidental– es que han sido desplazados más de 4.5 millones de personas, más del 70 por ciento de los yemeníes vive por debajo del umbral de la pobreza y cerca de 18 millones requieren apoyo humanitario para sobrevivir (según datos de la ONU). Para tratar de entender por qué ahora los hutíes están bloqueando la entrada al Mar Rojo a los buques petroleros y comerciales que transportan productos para Israel y EE. UU., hay que ver algunos documentales o reportajes periodísticos, como uno transmitido por la televisora alemana Deutsche Welle titulado La guerra sucia en Yemen, realizado por los periodistas franceses Guillaume Desquié y Nicolas Jaillard. Este reportaje nos muestra de forma elocuente cómo en Yemen ha existido una agresión sistemática del imperialismo yanqui y algunos gobiernos que han sido títeres de EE. UU. en la región. En el reportaje se establece el intento del abogado francés Joseph Bréham de acopiar información para denunciar la agresión de la coalición encabezada por los yanquis y se recoge la opinión de habitantes de Saná, la capital del noroeste de Yemen. En esas declaraciones se evidencia que en el bombardeo de 2015 la aviación agresora también dejó caer bombas sobre monumentos históricos considerados patrimonio cultural de la humanidad, según lo establecido por la ONU. También queda claro que la coalición utilizó las bombas “de racimo” (en Yemen han muerto en esa guerra cerca de 400 mil personas).
Ahora, en estos momentos, flota en el ambiente de la geopolítica mundial una pregunta: ¿por qué ahora EE. UU. y sus aliados de la OTAN no se han lanzado con todo su poder militar en contra de Yemen, ahora que el 85 por ciento del comercio naval que pasaba por el canal de Suez tiene que bordear África aumentando los costos de las mercancías gringas, europeas e israelíes para llevar a Asia esos productos? El Imperialismo se está quedando aislado. El mundo multipolar, en su avance, está llevando a naciones que antes se sometían rápida y obsecuentemente a EE. UU. y aliados a buscar un camino distinto al impuesto por el imperialismo; ahora ya no forman “coaliciones” criminales al primer tronido de dedos.
Este tratado es un asunto viejo, pero la reavivación del conflicto es más reciente.
El portavoz militar israelí, Daniel Hagari, no descartó la posibilidad de emprender una operación terrestre en Líbano.
El pacto será ratificado por 33 integrantes del gobierno encabezado por el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu.
Parece difícil tener esperanza de que en algún momento las élites que gobiernan los EE. UU. comprendan que no pueden hacer cualquier cosa en aras de lograr sus objetivos, incluso hacer uso del terrorismo.
El riesgo de una escalada nuclear entre India y Pakistán persiste, especialmente cuando actores externos podrían benefciarse geopolíticamente de un aumento de las tensiones, en un patrón que evoca las tácticas divisorias del colonialismo británico.
Los ataques produjeron varias explosiones en la capital de Irán y en la ciudad de Karaj.
EE. UU., superpotencia militar mundial ha tejido conflagraciones en todo el planeta para lograr sus intereses.
Tras la reunión con Marco Rubio, Lavror ofreció una conferencia de prensa para informar de los acuerdos entre ambas naciones.
En esencia, la victoria de Hamás es también la dulce venganza de Irán.
Hoy se confirma que Siria fue el campo donde las potencias extrarregionales instigaron a las élites locales, socavaron el poder estatal y tramaron con fuerzas antigubernamentales para imponer un Estado confesional.
Solo fueron daños menores: vocero de las Fuerzas de Defensa de Israel
La embajada de Alemania también le entró a la pulla contra Rusia.
También aseguró que Crimea es un territorio que permanecerá con Rusia
Las operaciones israelíes en Cisjordania se intensifican luego de la explosión de tres autobuses la noche de ayer.
Este 9 de mayo se conmemora la victoria final de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi
Escrito por Cousteau
COLUMNISTA