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La alharaca político-electoral es más abrumadora conforme se acerca el día de las elecciones y porque repite prácticamente lo mismo de cada seis años e intenta sembrar la idea en la mente de un pueblo oprimido y desesperado de que ahora sí va a hallarse en un país distinto. Es cierto que hay oportunidad de detener la debacle causada por los morenistas, pero en el grupo opositor no se vislumbra una oferta de cambio seria; lo único que ofrece es más de lo mismo. La falta de conciencia política en la clase trabajadora la lleva a buscar la solución de sus problemas en falsos mesías que, con dádivas asistencialistas, aumentos de salario mínimo y disminución de las jornadas de trabajo la hacen creer que son los grandes “benefactores del pueblo. Nada más alejado de lo que ocurre hoy en la realidad mexicana, donde la penosa precarización del trabajo no ha “bajado la guardia” desde hace mucho tiempo; y ahora se cree en la bondad de los grandes empresarios, cuyos objetivos humanitarios los han unido con los grupos legislativos y el Presidente de la República para traer el paraíso a los trabajadores. El error de creer en lobos vegetarianos se paga en carne propia. Es la lucha, y nada más que la lucha de clases, la que permite acceder a mejores condiciones de vida y, para efectuarla, se requiere la participación activa y organizada de los trabajadores.
La razón es muy sencilla: este mundo está hecho sobre la base de un diseño económico y social definido por el sistema capitalista. Todo se mueve para que los capitalistas se apropien de los medios de producción, de la fuerza de trabajo y de las ganancias generadas con la venta de mercancías y servicios. Las leyes dictadas por los gobiernos a su servicio son para proteger a la libre empresa y al capitalista. El actual gobierno de México se dice “diferente” a los anteriores porque promueve la participación ciudadana; pero miente, porque lo hace al modo y a la conveniencia de los grandes empresarios y éstos atropellan a los trabajadores, los valida y nada declara en su contra. ¿A usted alguna vez le preguntaron si podía pagar sus impuestos? ¿Verdad que no? Efectivamente, el Estado se atribuye la decisión de quiénes y cuánto deben pagar, aun cuando el impuesto sea tan ridículo como el que se cubre para cambiar placas de automóvil cada cinco años o la verificación vehicular. De lo que se trata, queda claro, es que los ciudadanos paguen más y más impuestos; y el gobierno aplica “la ley del embudo”, con la que la clase trabajadora aporta la mayor cantidad de impuestos y los ricos pagan muy poco. ¡Ah!, pero a la hora de devolver los impuestos en servicios e infraestructura, la mayor parte va hacia las clases ricas o los bolsillos de los funcionarios públicos del gobierno morenista.
Cuando usted no puede pagar sus impuestos, sobre todo cuando ha tratado de levantar algún negocito, el Sistema de Administración Tributaria (SAT) lo persigue por mar y tierra; y si usted trabaja en una empresa formal o una del gobierno, el descuento por impuestos y servicios de salud es bastante oneroso, sin que importe que en la calle donde vive haya o no servicios básicos; el servicio de salud es malísimo y está lejos de su hogar, pero también tendrá que pagarlo. Y si no paga impuestos y las cuotas de servicio sanitario, lo corren o lo espera una celda fría, porque las leyes y reglamentos están hechos para quitar el mínimo asomo de dignidad al ciudadano. Por ello las personas lucen tan agobiadas, ya que no comprenden por qué el patrón de la empresa le paga muy poco y por qué cuando las corren de un trabajo para encontrar uno nuevo, todo depende de su buena suerte.
Muchos mexicanos viven al día, no disponen de los ingresos suficientes para satisfacer las necesidades básicas de sus familias; carecen del derecho al entretenimiento, ni cómo mencionar el derecho a la salud. Y cuando no pueden solventar estos gastos, la pesadilla de la que quisieran despertar se torna peor con el pago de los impuestos. Y mientras muchos luchan por su supervivencia, los de siempre están listos para el juego de la democracia, de la que el trabajador únicamente espera más leyes injustas, porque sus enemigos de clase aprietan cada vez más las cadenas.
No hay duda, por último, de que cuando AMLO habla de moral, lo hace invocando la moral burguesa, la del poder político, la que controla la economía y las leyes, y no la moral humanitaria de las clases trabajadoras del pueblo mexicano.
En las últimas décadas, en medio del colapso repetido de las “teorías del colapso de China”, China ha pasado de ser un país pobre y atrasado a convertirse en la segunda economía más grande del mundo.
Colocar la moral de una persona como norma obligatoria de todos los mexicanos, por encima, incluso, de la ley, ¿no es el huevo de la serpiente de la dictadura?
México está entregado a las decisiones de EE. UU., por lo que sus decisiones como país están ligadas a las de los poderosos de Norteamérica. Así, eso de que el neoliberalismo está acabado por decreto es mentira. Y explico por qué.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), a través de la Recomendación 116, emitida desde 1962, ha promovido la reducción de la jornada laboral a un máximo de 40 horas semanales.
El truco del salario, que consiste en aumentar tu sueldo, pero sin mejorar tu estilo de vida.
Es necesario poner en sus justos términos los beneficios que pueden generar los procesos de nearshoring. El Estado mexicano debe implementar las políticas pertinentes para que esa inversión extranjera sea útil a la economía nacional y a los sciudadanos.
Irán saliendo fritos y refritos, intentonas que seguirán haciendo todo lo posible para manchar el pensamiento y obra del hueso duro de roer, pues la consigna es muy clara: impedir el retorno de Lenin.
El 14 de marzo del 2000 nació en las entrañas de" la alternancia" en el poder un periodismo militante, que "por esta postura franca y abierta de toda la vida, la de estar del lado de los desprotegidos, nuestros detractores nos han criticado fuertemente".
El nazismo ucraniano está derrotado, aunque sus aliados se empeñen afanosamente en aparentar lo contrario recurriendo a la abierta mentira en la prensa mundial. Los signos del agotamiento son inocultables.
Las campañas electorales son más de lo mismo, Lamentablemente, este proceso electoral no ha mostrado que algún candidato provenga del pueblo; y ninguno ha sentido “en carne propia” lo que los mexicanos sufren todos los días.
Del dos al nueve de marzo se celebrará la Feria de Tecomatlán 2025, una muestra cuyo propósito fundamental consiste en unificar a los pueblos para reivindicar su identidad y tradiciones propias.
La valentía de Julian Assange y David McBride nos permite comprender el verdadero significado de la resistencia. Necesitamos resistir si queremos impedir que dobleguen nuestra conciencia. En esto todos podemos ser Espartaco, el líder rebelde de los esclavos de la Roma entre los años 71 al 73 a.C.
En Tecomatlán, Puebla, miles destacan el legado del joven fotógrafo y destacado productor audiovisual.
El Presidente carga ya sobre sus espaldas con 179 mil 185 homicidios, cifra que equivale a un asesinato cada 15 minutos y 95 diarios. En ninguno de los últimos cinco sexenios hubo tantos decesos. Esto no es paz, esto no es un juego.
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Temen despidos trabajadores del Poder Judicial
El 64.3% de mexicanos sin ingresos suficientes para adquirir la canasta básica
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Defensores migrantes documentan 163 agresiones en sexenio de AMLO
Escrito por Capitán Nemo
COLUMNISTA