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El reconocimiento de la grafología como técnica judicial (I de II)
Su autora es perita judicial, Elsa Josefina Zapata Castillo, quien sostiene que la escritura es la “proyección exterior del funcionamiento psicológico del cerebro”, en ella quedan registradas las “vivencias y las formas de ser de un individuo”.
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Este libro está dedicado al estudio de una de las ciencias auxiliares del derecho, cuya aplicación en México es incipiente (2003). Su autora es la pedagoga, sexóloga y perita judicial, Elsa Josefina Zapata Castillo. Su contenido incluye la historia sucinta de escritura, caligrafía, grafología y grafoscopía; esta última técnica se aplica para determinar la autenticidad de las firmas. En estas ciencias se utilizan conocimientos de psicología, sociología, medicina, química, incluso matemáticas, pues sus dictámenes tienen como objetivo genérico definir la personalidad y las actividades que los individuos ejecutan dentro del, y en el, contexto que se pergeñó el escrito bajo estudio, ya que en aquéllas quedan grabadas sus “constantes gráficas”, es decir, los trazos, dibujos, líneas y rasgos  únicos o individuales. 

La maestra Zapata Castillo, con base en lo dicho por uno de sus referentes, sostiene que la escritura es la “proyección exterior del funcionamiento psicológico del cerebro” y por lo mismo en ella quedan registradas las “vivencias y las formas de ser de un individuo”. Cada persona tiene su propia forma de escribir letras, números, palabras, puntos, acentos, espacios, frases, etc., en cuyos trazos siempre hay una dirección lineal (ascendente, descendente), una dimensión (grande o pequeña), cierta forma (oblonga o aguda), presión (fuerza), velocidad, ritmo y automatismo. A estos trazos se les denomina “constantes gráficos” y a sus variables, “gestos gráficos”; ya que en la escritura se reflejan el nerviosismo, la depresión y el cansancio físico o emocional de su autor. En cada trazo o conjunto de trazos queda impresa la fuerza del instinto, del sentimiento, la voluntad  y la salud del individuo. 

“El que escribe confecciona su propio retrato, ya que la escritura refleja su vida consciente e inconsciente”, afirma Max Pulver (Suiza 1889-1952), uno de los expertos citados por la autora, quien expone que, en el mundo, no hay dos grafismos iguales, a menos que provengan de la misma persona. De acuerdo con las investigaciones psicológicas del mismo autor, todo trazo de arriba hacia abajo se relaciona con la voluntad; el de abajo hacia arriba con el sentimiento y el horizontal con la inteligencia. Según Pulver, las personas se mueven, asimismo, hacia cinco zonas simbólicas ancestrales con los siguientes significados o tendencias: hacia arriba, idealismo, espiritualidad, creatividad, elaboración mental, fantasía; hacia la izquierda el pasado, la madre, la nostalgia; hacia el centro el presente, el ensimismamiento, el egoísmo, el narcisismo; hacia la derecha la iniciativa, el avance, la aventura, la fe en el futuro; y hacia abajo, el apego a las cosas materiales, al dinero y a la satisfacción de la necesidades físicas o sensuales.

La maestra Zapata Castillo afirma que la escritura de las personas es más acuciosa entre los 22 y 36 años; más persistente entre los 37 y 60 años; oscilante entre los 61 y 70 años; y decadente después de los 70 años de edad.


Escrito por Ángel Trejo Raygadas

Periodista cultural


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