Cargando, por favor espere...
Hace unos días se difundió el paquete fiscal integrado con los proyectos de Presupuesto de Ingresos y Egresos de 2020, cuyo monto asciende a más de seis billones de pesos, de los que habrá mucho dinero destinado a los programas “prioritarios” del Presidente, ya que el año próximo será víspera para la elección intermedia de 2021, y él y su partido Morena necesitan ganarse el apoyo de los sectores votantes para perpetuarse en el poder.
Pero este objetivo no les será nada sencillo, pues el pobre desempeño económico del nuevo Gobierno Federal y el aumento de la violencia delictiva serán dos factores que jugarán en su contra.
Pero el Gobierno de la República tiene además otro gran desafío: ¿De dónde va a sacar tanto dinero para comprar la conciencia de los grupos más vulnerables? La mayor fuente de ingresos de cualquier gobierno son los impuestos.
Es cierto, los ciudadanos tenemos la obligación de ir al corriente con nuestros impuestos y el gobierno la de emplear el dinero público en obras y servicios; y la presente administración prometió que, a diferencia de las administraciones neoliberales y conservadoras, daría prioridad a los pobres. Si esto fuera cierto, se traduciría en cambios sustanciales en la recaudación fiscal y, sobre todo, en su efectiva aplicación en el rescate de la pobreza y la precariedad de millones de mexicanos mediante la creación de empleos y la construcción de obras y servicios públicos básicos como la educación, la salud, la vivienda, etcétera. Pero esto no es lo que realmente sucede.
México es el país con la menor recaudación fiscal entre los Estados miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), y aun entre las naciones hermanas de América Latina, y pese a que es la decimoquinta economía del mundo, su nivel porcentual de recaudación impositiva es similar a la de El Salvador, uno de los países más pobres del continente.
La mayor parte de esta carga tributaria recae sobre los trabajadores. El Universal reveló en un reportaje que en México se cobran más de 30 impuestos y que más de 50 por ciento del gasto familiar se destina al pago de contribuciones. Con el gobierno de la 4T, esto no ha cambiado, ni parece que vaya a cambiar. Al contrario, se sigue con la misma tendencia y aun cuando se dice que no se “cobran nuevos impuestos a los pobres”, se anuncian otras medidas fiscales que se “cebarán” sobre ellos. Esto significa que los que generan la riqueza a través de su trabajo seguirán siendo los que menos ingresos reciben pero sostienen la mayor parte de la carga tributaria, que en manos del gobierno se usa con fines electoreros y no para hacerles la vida más llevadera.
La perversidad fiscal consiste en quitar a los que menos tienen para fortalecer a quienes los mantienen en la pobreza. La acaudalada clase oligárquica del país comparte los mismos beneficios que las empresas trasnacionales, puede evadir y exentar impuestos mientras el gobierno los beneficia construyendo la infraestructura urbana requerida por sus negocios y sus confortables mansiones. Cuando el gobierno impone algunos impuestos a estas grandes empresas, inmediatamente trasladan ese costo a los consumidores, que al final son los trabajadores, pues ninguna de las grandes empresas está dispuesta a disminuir, aunque sea un poco, sus márgenes de ganancia; por el contrario, tienen el suficiente poder económico y político para hacer que la recaudación fiscal obre a su favor; no así el ciudadano de a pie, el profesionista o los pequeños empresarios quienes, para acceder a los apoyos gubernamentales o a financiamientos, deben formalizarse ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y comenzar el tortuoso calvario de pagar impuestos de una actividad económica que no es rentable ni sostenible. Y si a algunos de éstos les cae encima la maquinaria del Estado, son “exprimidos” sin que puedan sobrevivir, porque están aislados y totalmente desorganizados para enfrentar con mejor suerte la ley del embudo, donde a la hora de pagar les toca la parte más ancha, y a la hora de recibir la parte más angosta.
Hasta ahora, los trabajadores han soportado estas vejaciones y han escuchado, generación tras generación incontables promesas de cambio provenientes de la clase política. Pero el tiempo pasa inexorablemente y las condiciones de vida empeoran. A la pregunta ¿qué de bueno está ofreciendo hoy a la clase trabajadora el ocurrente gobierno actual? solo se puede responder: nada, al contrario, ha significado un retroceso para los trabajadores. Ha llegado la hora de juntarnos uno a uno hasta que el último trabajador entienda que la única forma de mejorar su vida se encuentra en sus manos y en las de nadie más.
“Los apoyos serán personalizados, va a haber una tarjeta, ya nada de intermediarios, no se va aceptar eso de que soy de la organización independiente Plan de Ayala y dame a mí y yo lo voy a entregar, que soy de la Antorcha mundial y yo lo voy a entregar.
Con la renuncia de Jiménez Espriú, son cinco funcionarios los que han dejado de formar parte del equipo del presidente.
A tres años del sismo del 19 de septiembre del 2017, miles de damnificados aún viven con familiares, vecinos, en campamentos callejeros o rentan viviendas porque las suyas siguen en proceso de reconstrucción debido al burocratismo.
En el primer semestre del actual gobierno de Veracruz, la prensa ha sufrido 18 ataques directos contra el derecho a la información y la libertad de prensa, la mayoría provenientes de funcionarios públicos.
No estamos lejos de que este gobierno, inconsecuente con su mentiroso lema “por el bien de todos, primero los pobres”, podría centrar sus ayudas en la zona hotelera, en los grandes comercios, abandonando a la gente más humilde.
"Estoy pidiendo que ofrezcan disculpas los Gobiernos extranjeros que invadieron México y que cometieron actos vandálicos".
l presidente Andrés Manuel López Obrador no posee bienes inmuebles ni patrimoniales, según su declaración
El 14 de mayo alcanzó 107 muertes violentas, la segunda cifra más alta en lo que va de 2021. El 16 y 23 de mayo registraron 101 asesinatos, respectivamente.
A pesar de que las inundaciones llevan ya varios días, hasta el momento, los damnificados no han sido atendidos.
ONU indicó que se retrocedió en lugar de avanzar en cuestión de pobreza extrema y el cambio climático.
Éste es el historial de los escándalos de corrupción que dejan al descubierto la esencia de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y su partido.
Los 55 millones de pobres que en 2016 fueron oficialmente registrados en dos mil 458 municipios de la República –la mayoría concentrados en la región sur– son los damnificados de los drásticos recortes presupuestales ordenados por el presidente.
Aceptar un presupuesto “ridículo” para el campo es no tener vergüenza sobre todo en momentos en los que el pequeño y mediano agricultor obtienen un miserable pago por sus cosechas.
El PRI comenzó el proceso electoral para renovar su CEN inmerso en una inestabilidad interna
Los estudiantes, maestros y personal académico trabajan con un mobiliario en el que la mayoría de las butacas datan de la fundación de la escuela –en el año 2000–.
¿Qué pasó? UNAM sale del Top 100 en ranking de Reino Unido
Dos muertos y decenas de desaparecidos, tras el paso del huracán Erick
Rusia y China condenan ataques de Israel a Irán
Pobladores mantienen bloqueo en la carretera Coatzacoalcos-Villahermosa
Por delitos de alto impacto, 22 de cada 100 ingresos a penales
Pemex compromete estabilidad fiscal
Escrito por Capitán Nemo
COLUMNISTA