Cargando, por favor espere...

Negligencia y abandono acaban con los bosques de México
Los incendios forestales, el abandono de la flora mayor por cuenta de los tres niveles de gobierno y la desaparición del Fondo para la Atención de Emergencias (Fonden) están acabando con los bosques y selvas de México.
Cargando...

Los incendios forestales, el abandono de la flora mayor por cuenta de los tres niveles de gobierno y la desaparición del Fondo para la Atención de Emergencias (Fonden) están acabando con los bosques y selvas de México, afirman los expertos en silvicultura.

En 2005, un grupo de familias de Zapopan fundó el Comité en Defensa del Bosque Nixticuil (CDBN) con el objetivo de conservarlo. Andrea Herrera, integrante del comité, denunció que a pesar de que El Nixticuil es área natural protegida (ANP), las empresas inmobiliarias lo han convertido en el centro de su voracidad comercial.

“Tenemos la sospecha de que los incendios han sido provocados, porque tienen tiempo queriendo construir dentro del bosque”, agregó en extremo preocupada, después de que, en febrero de este año, la comunidad presenció uno de los más grandes incendios del Bosque El Nixticuil –San Esteban–, El Diente, cuyo fuego afectó 10 hectáreas de árboles.

En la misma situación se hallan las áreas naturales protegidas que hay en el país, pues fueron dejadas a su suerte cuando el Gobierno Federal decidió desaparecer el Fonden y las autoridades de nivel regional y local no asumen su responsabilidad para cuidarlas y evitar su deterioro.

El especialista Enrique Jardel Peláez, de la Universidad de Guadalajara (UdG), sostuvo que las quemas controladas y programadas evitarían los incendios dañinos para el ecosistema, como es el caso de los que han afectado recientemente el área boscosa que conforman la Zona Metropolitana de Guadalajara, entre ellas el Bosque La Primavera.

“La puesta en marcha de estrategias de manejo de fuego evitarían la propagación de incendios intensos, como los ocurridos a inicios de abril en el Bosque La Primavera, y ayudarían en la conservación de esta área natural protegida”, enfatizó el investigador del Departamento de Ecología y Recursos Naturales del Centro Universitario de la Costa Sur (CUCSur), de la UdeG.

Por naturaleza, en periodos de sequía, los bosques necesitan los incendios para mantener el equilibrio ecológico, ya que con éstos eliminan los combustibles que ya no son útiles para el entorno, como los trozos de árboles caídos y la hojarasca.

Jardel Peláez reveló que en las últimas dos décadas, La Primavera registró, en promedio, 89 incendios; pero que, en los últimos cinco años, en la periferia hubo 120 incendios promedio debidos a quemas agrícolas e incendios accidentales.

En 2020, los siniestros disminuyeron en Jalisco gracias a las restricciones provocadas por la pandemia de Covid-19, pero este año se han incrementado. Al 1° de abril del año pasado hubo 88 incendios, de acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), afectando 620.11 hectáreas de bosques. Este año, pese al confinamiento, iban 351 quemas y 12 mil 038.41 hectáreas afectadas.

Esta cifra, cuatro veces mayor a la de 2020, es también más alta que la de 2019, cuando se contabilizaron 173, según datos de la misma Semadet, con tres mil 662.62 hectáreas siniestradas. En 2021 se han combatido 180 eventos en zonas agrícolas y pastizales que amenazaban con expandirse a los bosques.

Los municipios con mayor afectación forestal en lo que va del año son Mezquitic, Talpa de Allende, Bolaños, Tala y Zapopan; mientras que las poblaciones con mayor número de siniestros son Zapopan, Tapalpa, Tlajomulco de Zúñiga, Tala y Mezquitic.

Otro año lleno de fuego

En los primeros dos meses de este año, la Semadet informó sobre 70 incendios forestales en 24 municipios de Jalisco, los cuales ocasionaron afectaciones a 911 hectáreas: “Nuestras brigadas han reportado 70 incendios forestales, pero hemos atendido otros 52 no forestales, que llevan tiempo y dedicación de nuestras brigadas, sumando un total de 122 acontecimientos”, manifestó la dependencia en su reporte semanal del 11 de febrero.

Los municipios con más incendios forestales han sido Zapopan, con 17 eventos; y Tlajomulco, Tapalpa, Tomatlán y Tala, con cuatro. Entre los principales factores de origen se hallan las actividades agrícolas, con el 45 por ciento; le siguen los desconocidos, con el 23 por ciento; y los ilícitos o intencionales, con el 19 por ciento.

Juan José Llamas, titular de la Dirección Ejecutiva de Recursos Naturales (DERN), informó que en 2020 se documentó un incremento del 50 por ciento en el número de incendios y que las superficies afectadas fueron del 90 por ciento en cada uno de ellos.

El experto advirtió que esto puede ser consecuencia del fenómeno meteorológico La Niña, que altera las temperaturas y los patrones de precipitación de la lluvia debido a una baja de temperatura en las aguas del océano Pacífico, que a su vez genera altas temperaturas y poca humedad en las zonas forestales.

El cuidado de los bosques de Jalisco está a cargo de la Semadet, que este año diseñó la Estrategia Estatal de Manejo del Fuego (EEMF), que incluye acciones de protección contra incendios, entre las que figuran la construcción de brechas cortafuego o líneas negras, así como el manejo del fuego para la conservación, restauración y producción del bosque.

En palabras de Juan Llamas, se han generado 60 hectáreas de brecha cortafuego y rehabilitado más de 400 mil 89 kilómetros de líneas negras y con el programa A toda Máquina se han restablecido 420 kilómetros de caminos para el viaje de las brigadas.

Para la actual temporada de estiaje la Semadet dispone de una inversión de más de 97 millones de pesos (mdp) para labores de prevención y cuenta con mil 585 brigadistas, distribuidos en 146 cuerpos de emergencia en todo el estado.

Juan Llamas destacó el esfuerzo que organizaciones civiles como Selva Negra A.C. realizan para prevenir y combatir incendios. Este grupo, mencionó, “año con año pone una brigada en el Bosque La Primavera”. La misma tarea solidaria cumplen las asociaciones de silvicultores de la Sierra Occidental, Sierra del Tigre y Tapalpa.

Las ANP son blanco de las llamas

Las Áreas Naturales Protegidas (ANP) son descritas como “un espacio geográfico claramente definido, reconocido, dedicado y administrado, a través de medios legales u otros similarmente efectivos, para lograr la conservación de la naturaleza con sus servicios ecosistémicos asociados y valores culturales” (Comisión Mundial de Áreas Protegidas-CMAP).

En México hay ANP de nivel federal, estatal, municipal, comunitario, ejidal y privado; entre las más conocidas destacan el Parque Nacional Desierto de los Leones y la Reserva de la Biósfera de la Mariposa Monarca. Hay también ANP marinas y submarinas.

La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) administra 182 de nivel federal, con 90 millones 838 mil 11 hectáreas, y apoya 356 Áreas Destinadas Voluntariamente a la Conservación, con una superficie de 554 mil 973.01 hectáreas. De la superficie total de ANP, 21 millones 379 mil 398 de hectáreas corresponden a superficie terrestre, equivalente al 10.88 por ciento del territorio nacional. De la superficie marina se protegen 69 millones 458 mil 613 de hectáreas, el 22.05 por ciento de la superficie marina del territorio nacional.

De acuerdo con la información del Instituto de Información Geográfica y Estadística (Inegi), Jalisco cuenta con 30 ANP, entre ellas el Bosque La Primavera, el Volcán Nevado de Colima y la Playa de Mismaloya, ubicadas en el 12 por ciento de la superficie del estado, las cuales se hallan en peligro permanente. El año pasado hubo 156 incendios en el 25 por ciento de las áreas forestales de la entidad y, en lo que va de 2021, la más afectada ha sido la Sierra Condiro, ubicada en Canales y el Cerro San Miguel Chiquihuitillo, que abarcan los municipios de Ixtlahuacán de los Membrillos, Chapala, Poncitlán, Ocotlán, La Barca y Atotonilco el Alto. Tres incendios afectaron 120 hectáreas de bosque.

Los recortes del 75 por ciento en el presupuesto de la Conanp han limitado en la misma proporción su capacidad para vigilar y proteger los bosques y selvas, y casi la mitad de las ANP se hallan en riesgo de desequilibrio ecológico, pérdida de biodiversidad y extinción de especies de flora y fauna.

El profesor-investigador Gerardo Alberto González Cuevas, apunta: “La Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) debe hacer cumplir la ley; y si no lo hace, eso es otro asunto: lo debe hacer en cumplimiento de sus atribuciones, pero ha estado en la ley por años; aquí en esta parte de uso de suelo, hay quien regule, hay quien sancione, simplemente deben hacerlo; si no se hace, es por muchos motivos. Por ejemplo, Profepa y Semarnat históricamente hablan de que no tienen personal suficiente; ahora bajo la perspectiva de este Gobierno Federal, yo creo que menos personal van a tener.

“Aquí hay una cuestión en la parte ambiental, eso se hace desde hace años; no parece que con este Gobierno Federal vayamos a salir de este rezago que tiene la parte forestal, ambiental; pero bueno, ésa es la realidad. Las condiciones de este Gobierno Federal van a impactar en el medio ambiente, no solo del Bosque la Primavera, lo decimos, porque es nuestro bosque; este fenómeno que yo pongo de relieve, puede suceder en La Primavera y en cualquier parte del país.

“Otro ejemplo que a lo mejor no tenemos nosotros tan cercano, pero también es un caso alarmante, es el de las áreas de los manglares, de las zonas costeras, invadidas por los desarrollos turísticos. ¿Cómo el gobierno ha permitido el cambio de uso de suelo? En estas áreas no solo ha sido omiso, sino el mismo gobierno, la parte gobernante, ha llevado ahí sus participaciones. Por eso digo que no es privativo de La Primavera, ojalá solo sucediera en La Primavera; pero es un fenómeno a nivel México”, agregó el investigador.

Pero González Cuevas fue más enfático cuando recomendó “hacer un llamado a la población en general a hacer conciencia. Estos daños que le hacemos al ambiente, creo que ya los empezamos a sentir con eso de romper récords en la temperatura. Pero, además, a largo plazo, en cuando más devastemos nuestros recursos forestales en general, se va a ver en todas las áreas forestales importantes de Jalisco y México; y cuanto más los impactemos, más vamos a tener un costo a largo plazo con la reducción de recarga de mantos freáticos y otras cosas que causan verdaderos problemas”.

El investigador explicó que solo el incendio de principios de mayo, que fue bautizado con el nombre de Las Canoas, se llevó más de cuatro mil hectáreas de bosque; sin considerar las del incendio en Los Venados, ambos provocados por la sequía que agobia a gran parte del país.

“Tenemos una sequía más extrema; ya no hubo lluvias de invierno, las lluvias que regularmente se nos presentan en invierno, que a veces acontecen y llamamos cabañuelas, y que se presentan en diciembre enero o principios de febrero, aunque no son cuantiosas, nos dan un respiro; lo que sí sucedió el año pasado.

“Con las lluvias que se registraron el año pasado tuvimos un respiro de más o menos dos meses más; y eso nos dio humedad en las zonas donde está la hojarasca, el piso del bosque y el riesgo del incendio se nos va por allá a principios de abril y ya le ganamos bastante.

“Mecanismos de protección no existen, porque en el caso del Bosque La Primavera, la tenemos rodeada de la ciudad, los cañaverales de Tala, la colindancia con la zona industrial de Zapopan, que ahora se considera zona urbana.

“Realmente, si le hacemos el recorrido a todo el bosque, nos damos cuenta que todo ese recorrido es un riesgo para el bosque.

“Para el caso de los agricultores hay una norma, la NOM-05, que regula el uso del fuego para fines agropecuarios y lo que dicta es que los productores que quieran hacer uso del fuego deben dar aviso a la autoridad municipal, para que sea ella la que coordine esta actividad.

“Sin embargo, pienso que si los municipios participaran más, le ganaríamos más a la prevención de incendios. Aunque el bosque debería tener más vigilancia; que aunque la tiene a través del organismo público descentralizado, Bosque La Primavera tiene personal, tiene vigilantes que verifican y patrullan.

“Aun así sigue siendo un área bastante vasta para que pensemos que pueda haber un vigilante por cada espacio de superficie para evitar que le prendan fuego.

“El problema ha sido de tiempo atrás; nos hemos ido acercando más a ella y no se ha podido contener ese desarrollo”, detalló González Cuevas.

Hay que evitar los fraccionamientos

El profesor-investigador explicó que la decisión de negar la construcción de fraccionamientos en zonas devastadas por el fuego data desde que la promulgación de la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, ya que esos terrenos no pueden cambiar su uso de suelo por lo menos en 20 años.

El polígono protegido abarca una superficie de 30 mil 500 hectáreas, pero no incluye todo lo que hay a su alrededor: El Palomar, Buganvilias, Rancho Contento, Pinar de la Venta. Esta urbanización se hizo en los años 70, cuando aún existía la citada legislación y el polígono está más adentro del bosque. Es aquí donde no deben permitirse más desarrollos inmobiliarios.

Como si se tratara de predecir el futuro, un grupo de investigadores del CUCSur, con sede en Autlán de Navarro, realiza un estudio para conocer la manera en que se comportarán ciertas especies de árboles en escenarios de sequía generada por el cambio climático.

Esta investigación utilizará una metodología única en México, que consiste en realizar experimentos en campo donde se manipulará la cantidad de agua que reciben las plantas –como si se tratara de lluvia– para saber la manera en que reaccionan durante su crecimiento normal, explicó la doctora Susana Zuloaga Aguilar, adscrita al Departamento de Ecología y Recursos Naturales del CUCSur.

“Incluiremos bosque tropical y subtropical del Occidente de México; el objetivo es evaluar la tolerancia al estrés hídrico en estos dos tipos de bosques. Implica no solo hacer experimentos controlados en el laboratorio, donde someteremos a las especies de árboles a sequías controladas; sino que también hay una fase en la que montaremos un sitio de exclusión para evitar que llegue la lluvia a cierta cantidad de especies en el bosque”, explicó Zuloaga Aguilar.

Este sistema es novedoso por la forma en que se realizará la experimentación. Sería la primera vez que se efectúe en este tipo de sitios que ya son una realidad en Europa, Estados Unidos y el Amazonas. Con esta información, los investigadores generarán modelos predictivos sobre el efecto de la variación extrema en las lluvias sobre el campo, la respuesta de los árboles y la comunidad ecológica de los bosques característicos de la región Costa Sur.


Escrito por Sergio Villa Pérez

Corresponsal Jalisco


Notas relacionadas

Para corregir la crisis de agua que enfrentan diversas regiones del país, se requiere que la inversión en el sector hídrico pase de 0.8 por ciento a 1.5 o 2 por ciento del PIB.

Nos hemos olvidado, por ejemplo, de la galopante inseguridad en que nos hallamos inmersos desde hace rato y de la ausencia de una estrategia eficaz para combatirla.

Claro, es mucho más fácil proponer ocurrencias que esforzarse en usar la lógica crítica y científica para proponer estrategias.

Muchas personas han dejado de trabajar debido a los apoyos del gobierno, mientras que el crimen organizado ha comenzado a reclutar a jóvenes en diversas regiones del país.

El diputado federal con licencia, Salomón Chertorivski, presentó un punto de acuerdo para que se emita una declaratoria de desastre en la CDMX ante la crisis el agua.

Un investigador de la UNAM afirmó que la mayor cantidad de agua con que se alimenta la CDMX proviene de debajo de la tierra; y si no se actúa, en menos de cuatro décadas este recurso ya no estará disponible.

Cerca de 100 mil campesinos guerrerenses no podrán cosechar alimentos “ni para el autoconsumo” si el Gobierno Federal continúa escamoteándoles los fertilizantes requeridos para el ciclo agrícola 2020.

La inminencia de un desastre que ocasionaría miles de muertes no es una advertencia alarmista e irresponsable; se basa en los registros estadísticos de muchos años, que muestran cómo el desabasto de agua se ha hecho cada vez más grave.

El 82% de territorio michoacano se halla en algún grado de sequía, 28% más que el año pasado y similar al de 2011, cuando los incendios forestales causaron enormes daños, dijo el director de la Cofom, Rosendo Caro Gómez.

De los casos catalogados como portadores, únicamente el 2 por ciento fueron reportados como graves.

El objetivo es analizar conjuntamente prioritario tema de la soberanía y autosuficiencia alimentaria.

La jefa de Gobierno de la CDMX Claudia Sheimbaum justificó que la contingencia ambiental que padece la capital se debe a fenómenos globales

Durante la noche de ayer se reportó un nuevo apagón en la zona Poniente de Mérida, en Yucatán. Ésta es la tercera vez que falta la energía eléctrica en la región.

La realidad se ha encargado de juzgar las necesidades del presidente en su campaña no han podido ser ejecutadas; y las que lo han sido, demuestran la incapacidad para resolver los problemas que se plantearon.

El pasado tres de abril, miles de personas de las principales ciudades del país y regiones agrarias salieron a las calles y carreteras a protestar con cubetas vacías para simbolizar la falta de agua en sus hogares.