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Ningún mexicano necesita una bola de cristal para estar medianamente informado sobre los hechos que ocurren diariamente en el país y darse cuenta de que el recién iniciado gobierno sexenal, en vez de enfrentar con seriedad los graves problemas que heredó, realiza lo mismo que la administración obradorista: atacarlos con “mejoralitos sociales”, demoliendo las instituciones republicanas y decidiendo el destino de México con tómbolas.
La destrucción de las instituciones de un país no es buena idea, y menos cuando se proclama a los cuatro vientos que Morena está construyendo el segundo piso de la “Cuarta Transformación” (4T) sólo porque, durante las 24 horas del día, por todos los medios se emiten mensajes de alabanza al nuevo gobierno.
Para el expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y su sucesora, las administraciones anteriores gobernadas por el panismo y el priismo no funcionaron ni respondieron al pueblo; y fue por eso que, hoy, los mexicanos padecen muchos males. En 2018, AMLO y Morena declararon: “hay que acabar con todo lo pasado” y, en los seis años siguientes, “edificaron” todo a imagen y semejanza de lo planteado inicialmente en sus mañaneras.
Hoy, a la vista de los primeros seis años de gobierno morenista, resulta insoportable escuchar la prédica de quienes prometieron “tirar todo lo viejo” y hacer una “política nueva” sobre las ruinas de las instituciones destruidas. Una ideología de la que, sin embargo, no hay nada claro sobre los cambios y ajustes que realizarán para beneficiar a la clase trabajadora, la creadora de la riqueza social.
Durante los seis años pasados, Morena y AMLO se dedicaron a destruir las instituciones y organismos de Estado garantes de la democracia y el desarrollo nacional; entre ellas, las instituciones que, aun como membrete, controlaban al Poder Ejecutivo. Hoy, las pocas sobrevivientes están sometidas. Por ello, ningún mexicano debe creer los cuentos morenistas de que “no somos lo mismo que los corruptos del pasado”; que “hoy, las cosas son diferentes” y que “muchas cosas han cambiado con Morena en el poder”.
No debemos creerles porque los mexicanos somos testigos de que la política morenista resultó fallida y que sus resultados son peores que los de antes. En seis años, el Gobierno Federal no trajo justicia al país; al contrario, impuso políticas que debilitaron la actuación de las instituciones y, en el mejor de los casos, determinaron su extinción, como ocurrió con la mayoría de los organismos autónomos que fueron aniquilados.
Tampoco debemos otorgar ni un ápice de credibilidad al cuento de que Morena busca modernizar el sistema político. La población debe tener claro que, desde que AMLO llegó al poder en 2018, siempre buscó centralizar en uno solo los tres poderes republicanos y que sus reformas a la Carta Magna buscaron someter a los poderes Judicial y Legislativo para establecer la dictadura de un grupo político: el de Morena, en cuyo inconsciente autoritario está fijo el propósito de replicar la “dictadura perfecta” del PRI.
A la eliminación de las instituciones que limitaban al Poder Ejecutivo se ha sumado hoy otra de las múltiples ocurrencias de AMLO: la reforma al Poder Judicial mediante un mecanismo de designación que en ningún otro país del orbe, se había utilizado: la preselección de aspirantes a jueces, ministros y magistrados con una tómbola para, finalmente, elegirlos el año próximo por voto popular.
Los mexicanos debemos organizarnos para enfrentar y responder cuando llegue el momento; votemos y elijamos a verdaderos representantes populares; evitemos que Morena avance en la consolidación de su proyecto autoritario y con ello se amplíe y agudice la situación de miseria, hambre, ignorancia y represión que el pueblo mexicano arrastra desde hace siglos. Por el momento, querido lector, es todo.
La pobreza vive y con ella la angustia y el sufrimiento.
La sal de la Tierra pertenece a los escasos filmes que enfrentaron a los capitalistas mineros; ahora mueve a la reflexión por las múltiples enseñanzas que contiene para organizar y movilizar a los trabajadores.
La senadora por Zacatecas del Partido del Trabajo Geovanna Bañuelos exhibió en tribuna al gobernador David Monreal por la falta de estrategias y medidas para atender la violencia.
Integrantes del Movimiento Antorchista protestan en la Secretaría de Gobernación (SEGOB), para solicitar a la dependencia que encabeza Olga Sánchez Cordero resuelva diversas demandas comprometidas desde diciembre pasado.
Desde hace algunos años, EE. UU. enfrenta sin éxito a China, su gran competidor económico que pronto se convertirá en la primera economía mundial. Además, la clase dominante norteamericana está peligrosamente dividida.
Más sintonizado con sus objetivos político-electorales de 2018, entre ellos que México alcance una “soberanía energética” hasta ahora incumplida, AMLO ha lanzado cuatro millonarios proyectos con tecnologías que van de salida en el mundo.
Los impuestos son una herramienta coercitiva e injusta porque los únicos obligados a pagarlos son quienes menos márgenes para negociar tienen.
En 1928, la URSS organizó las Espartaquiadas, juegos en los que el proletariado demostró su alto nivel de preparación y capacidad de lucha en la construcción del socialismo.
Si a Morena y a AMLO no les fue tan mal en los comicios intermedios, a pesar de sus malos resultados en casi todos los rubros se debe, en gran medida, a la compra de votos que la 4T realiza a través de sus programas sociales.
Hace algunas décadas, nadie sospechaba las consecuencias de la invención y el uso de las redes sociales.
Cartón 1097
En lo que va del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, los homicidios dolosos se han incrementado de manera constante hasta llegar a más de 138 mil asesinatos a nivel nacional.
Estamos peor que antes en Texcoco; vivimos peor que antes, eso se siente y se vive en el día a día y las cifras oficiales demuestran este empeoramiento.
La violencia va en aumento y la policía, lejos de combatir, agrede a la sociedad, como lo sucedido recientemente en Isla o los abusos policiales contra dos jóvenes.
Para aumentar sus ganancias, EE. UU. ha optado por acelerar la producción de maíz transgénico, sin importarle los efectos sanitarios que causará a las naciones poco desarrolladas que, con mayor urgencia, requieren apoyo económico.
Escrito por Miguel Ángel Casique
Columnista político y analista de medios de comunicación con Diplomado en Comunicación Social y Relaciones Públicas por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).