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El ritmo en que aumentan los precios de bienes y servicios básicos se acelera día con día; los porcentajes de incremento en los precios registrados en un mes son rebasados siempre por los del mes siguiente; esto sucede con los bienes y servicios en general, pero el fenómeno se agudiza en los alimentos de consumo indispensable para la inmensa mayoría de la población.
Las investigaciones efectuadas por especialistas muestran cómo los porcentajes de incremento en los precios registrados a finales de 2021 fueron rebasados en el presente año; a mediados del presente mes, las instituciones que dan constante seguimiento a los precios de los productos, especialmente aquellos que integran la Canasta Básica urbana y rural, informaron que los precios de estos artículos básicos no han dejado de elevarse, que los pronósticos oficiales, bastante optimistas para la inflación de 2022 no se cumplieron, quedaron muy rebasados por una inflación general de más del ocho por ciento e incluso el aumento en los precios de algunos alimentos ha llegado hasta un 15 por ciento.
El anuncio de un plan antiinflacionario, del Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC) y un acuerdo con representantes de poderosas empresas, comprometidas a no elevar los precios de algunos de sus principales productos no ha tenido buenos resultados; los precios siguen su carrera al alza y algún empresario de ésos ya anuncia que tendrá que elevar sus precios. Si esto se cumple, el plan antiinflacionario y su elemento medular, el PACIC, habrán fracasado rotundamente y se habrán convertido en promesas o buenas intenciones, pero con malas bases. En fin, el plan y el paquete habrán servido como buena propaganda electoral, pero no como freno a la inflación ni como un alivio para los estratos de más bajos ingresos, para la clase trabajadora del país.
Las investigaciones e informes de organismos especializados recogidos en el Reporte Especial de buzos permiten concluir que el plan antinflacionario de la 4T, los anuncios optimistas de acuerdos con grupos empresariales y los “paquetes contra la inflación y la carestía” se convirtieron en discurso, en propaganda y en promesas; y prometer lo que no es posible cumplir es demagogia.
Aunque la inflación haya bajado, los precios siguen sin disminuir; por el contrario, están 4.27 por ciento más alto que en el mismo periodo de 2022.
Se trata nuevamente de una inflación récord, que en mayo ya había alcanzado cifras sin precedentes al situarse en 8.1%, pasando muy por encima del registro de abril (7.4%).
El aumento corresponde al incremento en los precios internacionales, ya que, a nivel internacional, la demanda ha crecido.
En el lanzamiento oficial de su plan “antiinflacionario”, López Obrador incluyó un anuncio y una crítica contra un funcionario federal que servirán como “pretexto” para obstaculizar su compromiso de reducir el precio de los alimentos.
Los ingresos recibidos por sus familias se destinan al consumo básico, específicamente a la compra de alimentos.
La hiperinflación denuncia una situación económica en la que el nivel de los precios es muy elevado e incontrolable para las autoridades monetarias. Sus razones puedes ser varias.
Los concesionarios del transporte público de pasajeros volvieron protestaron esta mañana, como lo hicieron en mayo y septiembre del año pasado.
En el último lustro se ha intensificado, en un gobierno que se dice "primero los pobres", la tendencia al empobrecimiento de las mayorías, sobre todo en las entidades menos desarrolladas y más pobres, donde hay mayor informalidad y pobreza laboral.
La inflación en México registró un incremento, alcanzando una tasa anual de 4.69 por ciento en la primera quincena de octubre, según información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Las medicinas dermatológicas y cardiovasculares también presentaron alzas significativas.
La inflación afecta, sobre todo, a los más pobres. Mientras los trabajadores perciben un salario fijo, a los empresarios la inflación no les afecta porque se compensan elevando los precios y trasladando el aumento a los consumidores.
Las investigaciones e informes de organismos especializados recogidos en el Reporte Especial permiten concluir que el plan antinflacionario de la 4T se convirtió en discurso, propaganda y promesas.
El jitomate, el chile serrano y la naranja son algunos de los productos que han experimentado un mayor incremento en sus precios.
El costo del jitomate supera los 80 pesos el kilo y la cebolla oscila entre los 40 y 50 pesos.
El SAT anunció un aumento de impuestos y multas para el próximo año, debido al ajuste anual de la Unidad de Medida y Actualización (UMA).
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Escrito por Redacción