Casi al final del sexenio que acaba de terminar, el Parque Nacional Cabo Pulmo, una joya ambiental en el Golfo de California, enfrentó serias amenazas después de que la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) autorizara la realización del proyecto turístico La Abundancia, a cargo de la empresa Gre El Rincón S. de R.L. de C.V.

Gracias a la movilización de organizaciones civiles y sociales, la Semarnat revocó la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) que daba luz verde al citado megaproyecto turístico y que fue otorgada por funcionarios de la administración anterior, pese a la oposición de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), que alertó sobre los riesgos que implicaría para la biodiversidad del parque.

Cabo Pulmo es un área marina protegida desde 1995 y está reconocida como Patrimonio Natural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), debido a que sus aguas albergan múltiples especies migratorias como la mantarraya gigante, el tiburón ballena y la ballena jorobada; cuenta además con uno de los arrecifes coralinos mejor conservados del océano Pacífico. Su valor ambiental y su conservación es uno de los motores de la economía local a través del ecoturismo.

Desde la autorización emitida en septiembre de este año, los colectivos ambientalistas advirtieron que proyectos como La Abundancia amenazan con desestabilizar el frágil equilibrio del ecosistema. El desarrollo contemplaba un hotel, viviendas residenciales, un club de playa y áreas comerciales, que se extenderían sobre 68.6 hectáreas e invadirían 500 metros cuadrados del área costera del parque. 

A pesar de que la Conanp determinó que el plan “no resulta compatible con el Decreto de creación y el Programa de Manejo del Parque Nacional Cabo Pulmo”, el gobierno de Baja California Sur lo declaró “factible en materia ambiental”.

El uso desmedido del acuífero de Cabo Pulmo, que ya es deficitario, y la construcción de una planta desaladora para abastecer el complejo, colmaron la inconformidad de la comunidad local que expresó su preocupación por el impacto de la sobreexplotación del agua en un ecosistema que ya enfrenta retos por el cambio climático y la presión turística.

Greenpeace México y la Coalición Cabo Pulmo Vivo denunciaron que la Semarnat autorizó el proyecto turístico en el Área Natural Protegida (ANP) Parque Nacional Cabo Pulmo, a pesar de que la Conanp advirtió que no era compatible por las posibles afectaciones al parque marino. 

Corrupción e intereses privados

Las denuncias de corrupción e irregularidades en la aprobación del proyecto La Abundancia generaron un amplio debate entre organizaciones ambientalistas y la sociedad civil en torno al rol de las autoridades en la protección de áreas naturales. Greenpeace México y la Coalición Cabo Pulmo Vivo expresaron su preocupación ante lo que consideran un proceso viciado y favorecedor de intereses privados, en detrimento de la integridad del Parque Nacional Cabo Pulmo, una de las reservas de la biodiversidad más importantes de México y reconocida mundialmente.

La Conanp advirtió desde el inicio que el desarrollo de un complejo turístico en un terreno de casi 70 hectáreas no era compatible con las características del área protegida. Según esta entidad, el proyecto pondría en riesgo los hábitats naturales al facilitar un aumento del tránsito humano, además de introducir desechos y otras formas de contaminación que podrían deteriorar el ecosistema. No obstante, a pesar de esta postura de advertencia, casi al cierre del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, la Semarnat otorgó su autorización, lo que ha levantado sospechas de posibles influencias de grupos empresariales que buscan beneficios económicos rápidos sin evaluar las consecuencias ecológicas a largo plazo.

La autorización de construcción fue emitida en septiembre, pero no se hizo pública hasta octubre, un hecho que Greenpeace y la Coalición Cabo Pulmo Vivo señalaron como una maniobra intencional para minimizar el escrutinio y las posibles oposiciones ciudadanas y de grupos de protección ambiental.

Esta demora también generó preguntas sobre la transparencia del proceso y alimentó las sospechas de que el proyecto avanzó sobre procedimientos opacos y sin el debido proceso de consulta y revisión pública. Este tipo de prácticas en la emisión de permisos y cambios de uso de suelo han sido una constante en otros proyectos similares en los que el sector empresarial ha presionado para acelerar su aprobación en áreas de alto valor ambiental, según denuncian de las ONG.

La Coalición Cabo Pulmo Vivo exigió una investigación exhaustiva para determinar si existieron actos de corrupción en la Semarnat o en otros organismos involucrados en la aprobación del proyecto. Esta investigación, aseguran, debería abarcar no sólo el caso de La Abundancia, sino también otros permisos concedidos en áreas naturales protegidas que podrían haber sido otorgados bajo circunstancias irregulares. La organización también cuestiona el papel de las administraciones estatal y federal, argumentando que las decisiones que afectan los recursos naturales deben alinearse con los compromisos de conservación y desarrollo sustentable que México ha adquirido a nivel internacional.

Ecosistemas únicos en peligro

El proyecto La Abundancia, impulsado por la empresa Gre El Rincón S. de R.L. de C.V., incluía la construcción de varios complejos hoteleros y residenciales alrededor del parque de Cabo Pulmo y prometía desarrollo turístico y económico en la región; sin embargo, fue cancelada tras una serie de evaluaciones ambientales que subrayaron su posible impacto devastador en la flora y fauna del área, alterando los patrones naturales de especies marinas y contaminado el ecosistema con desechos y residuos propios de la urbanización masiva.

La decisión de revocar responde a una creciente presión por parte de grupos ambientalistas y la comunidad local, quienes han señalado la urgencia de proteger Cabo Pulmo ante el avance de proyectos que priorizan intereses económicos sobre la conservación ambiental.

Aleira Lara, directora de campañas en Greenpeace México, explicó que es necesario que la Semarnat aplique criterios estrictos y transparentes en la revisión de todos los proyectos propuestos en esta zona protegida.

Según Lara, algunos de estos proyectos avanzan con permisos ambiguos o sin la rigurosa evaluación exigida por la ley, lo cual pone en peligro un sitio reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad debido a su biodiversidad. 

Este parque es hogar de especies migratorias como el tiburón ballena, la ballena jorobada y un vasto conjunto de peces y corales únicos cuya preservación resulta fundamental para mantener el equilibrio ecológico en el Golfo de California.

Otra de las amenazas en curso es el proyecto Baja Bay Club, que planea la construcción de 422 villas, un campo de golf y un hotel a sólo 1.5 kilómetros del parque. Lara denunció que este proyecto pretende aprovechar un cambio de uso de suelo aprobado anteriormente para el polémico y ahora cancelado desarrollo Cabo Cortés, que también fue desechado después de una intensa oposición pública debido a su potencial impacto ecológico. 

La activista hizo hincapié en la falta de transparencia en el manejo de información en la plataforma de Semarnat, subrayando que muchas de las modificaciones y autorizaciones para estos proyectos no están disponibles al público o están presentadas de forma poco clara, dificultando la labor de monitoreo y oposición por parte de organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos preocupados.

Irregularidades y opacidad

En el Congreso del Estado de Baja California Sur, la diputada María Guadalupe Saldaña Cisneros presentó un punto de acuerdo que fue aprobado por unanimidad, en el que solicita a la Semarnat la revocación del permiso ambiental otorgado a la empresa Gre El Rincón S. de R.L. de C.V., promotora del proyecto. En su intervención, Saldaña afirmó que la autorización del complejo turístico no sólo vulneró normas nacionales como la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, que protege especies en riesgo, sino también compromisos internacionales que México ha suscrito, entre los que destacó la Convención Ramsar, diseñada para la conservación de humedales de importancia global.

La diputada argumentó que el Parque Nacional Cabo Pulmo es un “sitio Ramsar” y Patrimonio de la Humanidad, tiene un estatus especial de protección que debe ser respetado y defendido por las autoridades; por lo que proyectos como La Abundancia contravienen el mandato de conservación de estas zonas. 

Saldaña Cisneros señaló que la aprobación de permisos que atentan contra estas regulaciones constituye una falta grave de responsabilidad gubernamental y de compromiso con el desarrollo sostenible; y subrayó la importancia de que el Congreso del estado se mantenga vigilante ante cualquier intento de privatización o desarrollo que ponga en peligro los recursos naturales de la entidad.

La discusión sobre La Abundancia también atrajo el apoyo de otros legisladores. La diputada Karina Olivas Parra se sumó al debate haciendo un llamado a la transparencia y a la implementación de procesos claros en la autorización de proyectos que involucren áreas protegidas. Insistió en la necesidad de abrir el proceso de evaluación de proyectos a la sociedad civil, a académicos y a especialistas en biodiversidad, quienes pueden ofrecer un análisis objetivo y técnico sobre los posibles impactos ambientales. 

La diputada Teresita de Jesús Valentín Vázquez respaldó esta solicitud y planteó la necesidad de realizar una investigación profunda sobre las irregularidades denunciadas por Greenpeace México y la Coalición Cabo Pulmo Vivo; y agregó que cualquier funcionario o entidad que haya facilitado indebidamente la aprobación del proyecto, debe enfrentar sanciones.

El Congreso de Baja California Sur mantuvo una postura de unidad y defensa del medio ambiente, impulsando una serie de acciones para frenar la construcción de La Abundancia y enfatizando la necesidad de revisar todos los permisos en la región. Los legisladores reafirmaron que las áreas naturales del estado deben conservarse y que el desarrollo económico debe basarse en criterios de sustentabilidad y respeto a la biodiversidad.

Es urgente revisar proyectos similares

Bajo la presión de organizaciones, ciudadanos y actores políticos, la Semarnat anunció que revisará exhaustivamente la MIA del proyecto La Abundancia y revocó la autorización.

Alicia Bárcena, titular de la Semarnat, anunció la revocación, aclaró que esta decisión refleja un paso importante en la protección de Cabo Pulmo y señaló que otros proyectos, como Baja Bay Club, representan un riesgo considerable para la preservación del parque nacional.

Aleira Lara subrayó la urgencia de extender la revisión a todos los proyectos pendientes en la región y de garantizar que los intereses comerciales no se sobrepongan al valor ambiental de Cabo Pulmo, porque es “un área de alta sensibilidad ecológica” y, por tal motivo, “no pueden aprobarse desarrollos sin una revisión exhaustiva que mida sus posibles impactos”.

Por su parte, la Coalición Cabo Pulmo Vivo informó que al menos siete proyectos adicionales están siendo evaluados para instalarse en la zona de Cabo del Este, muy cerca del parque; y sostuvo que éstos podrían perjudicar el hábitat de especies en peligro y alterar el ecosistema de manera irreversible, por lo que es indispensable aplicar criterios de sustentabilidad y transparencia en su autorización.

Para estas organizaciones, la situación en Cabo Pulmo demuestra una problemática recurrente en la toma de decisiones que involucra áreas protegidas, donde, afirman, los permisos de construcción a menudo son otorgados sin el análisis necesario. Tanto Greenpeace como la Coalición enfatizaron que la conservación de Cabo Pulmo es fundamental no sólo para preservar su biodiversidad, sino también para asegurar la sostenibilidad económica basada en el ecoturismo, el cual ha demostrado ser exitoso en la región, sin causar daños significativos al medio ambiente.

De acuerdo con las fuentes, la Coalición Cabo Pulmo Vivo sostiene que estos desarrollos en evaluación deben incluir en su proceso la participación de especialistas en biología marina y representantes de las comunidades locales, quienes han tenido un rol clave en la preservación del parque. La organización afirmó que cualquier proyecto autorizado en la región debe tener en cuenta los derechos de las comunidades y estar alineado con el objetivo de conservar el equilibrio ecológico de Cabo Pulmo.

Proyectos depredadores

Mario Sánchez, de la coalición Cabo Pulmo Vivo, informó que existen entre 14 y 17 proyectos adicionales en proceso de autorización en la zona, Estos proyectos, que buscan desarrollar terrenos cercanos a la costa, podrían resultar en una pérdida significativa de hasta 14 kilómetros de litoral, por lo que la comunidad y los ambientalistas se hallan en estado de alerta, ya que de realizarse alterarían irreversiblemente el ecosistema marino y costero de la región.

Sánchez sostiene que el enfoque de desarrollo en esta área ha sido predominantemente turístico, por lo que no se ha considerado la planificación integral necesaria para proteger los ecosistemas locales.

“No podemos permitir que el afán de desarrollo turístico se anteponga a la salud de nuestros ecosistemas. Se requieren revisiones exhaustivas y una evaluación clara de los impactos ambientales que estos proyectos podrían generar”, dijo.

Y agregó que la falta de una regulación adecuada y la aprobación apresurada de estos proyectos fueron motivo de gran preocupación, ya que los desarrolladores, en su afán de aprovechar las oportunidades turísticas, ignoran la necesidad de un enfoque sostenible que contemple las capacidades de carga del entorno.

Por ello aseguró que “las autoridades deben actuar con urgencia para detener estos proyectos hasta que se realicen las evaluaciones de impacto ambiental correspondientes y se garantice que no afecten la biodiversidad y el bienestar de la comunidad local”.

La presión ciudadana ya se intensificó; los habitantes de La Ribera y otras áreas circundantes temen que la continuación de estos desarrollos afecte su calidad de vida y el equilibrio ecológico de Cabo Pulmo.