Cargando, por favor espere...
La decisión de AMLO de lanzarse a retener el poder en 2024 a cualquier costo puede traer graves consecuencias al país no sólo en el ámbito político, sino también en el económico y social, insisten actores políticos y analistas especializados.
Desde que asumió la Presidencia de la República en diciembre de 2018, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha ejercido facciosamente el Poder Ejecutivo en favor de su partido, Morena.
Esa actitud se está acentuado ahora que se acercan las elecciones federales y estatales del dos de junio de 2024, con el claro propósito de mantener el país en manos de los morenistas, advierten partidos políticos, investigadores y organizaciones civiles especializadas en análisis político.
En sus hostigamientos y bravatas de las conferencias de prensa “mañaneras”, con las que viola la Constitución y varias legislaciones reglamentarias, entre ellas la electoral, presume que no hay ninguna manera en que sus opositores puedan frenar la “Cuarta Transformación (4T).
El analista político Emilio Rabasa Gamboa, del Instituto deInvestigaciones Jurídicas (IIJ) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), publicó, el pasado 20 de julio, en el diario Siglo de Torreón (días más tarde en El Universal), un artículo con este significativo encabezado: ¿Estadista, demócrata o jefe de facción autocrático?
En su texto, el jurista analiza genéricamente el desempeño de los gobernantes más conocidos de Occidente desde el Siglo XIV hasta nuestros días, en el que incluye a AMLO, y de quien opina que ahora se halla en la disyuntiva de “actuar como un jefe de Estado que garantice el equitativo y transparente juego democrático para 2024, y conquistar el consentimiento del pueblo por la buena, u obstruirlo como jefe faccioso de campaña de su partido para ganar a cualquier precio la Presidencia, por la mala”.
“La centralización total del esquema de las corcholatas y la injerencia en el proceso interno de la oposición, con su constante y feroz ataque a Xóchitl Gálvez, puntera de la coalición opositora, lo inclinan por la segunda opción”, denuncia Rabasa.
La parcialidad de AMLO se evidencia en la ruta hacia los comicios generales del año próximo, considerados los más grandes de la historia porque habrá 20 mil 200 puestos de elección popular en disputa, entre ellos la Presidencia de la República, las legislaturas de las cámaras de Diputados y Senadores, y seis gubernaturas estatales.
Estos cargos públicos –además de numerosas presidencias municipales y diputaciones locales– se definirán por el voto de 98 millones de ciudadanos, cuyo padrón es mayor en ocho millones al que existía al corte del 28 de septiembre de 2018, cuando estuvo integrado por 90.7 millones.