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Es la consigna que enarbolan organizaciones y movimientos sociales de Tabasco junto con los damnificados por las inundaciones, problema que los gobiernos estatal y Federal han sido incapaces de resolver. Durante los dos sexenios anteriores y lo que va del actual, los afectados fueron objeto de promesas elocuentes y hasta conmovedoras, pero que nunca llegaron a cumplirse.
El problema de las inundaciones en Tabasco tiene siglos; y también hace mucho tiempo que existen estudios sobre sus causas y las posibles soluciones radicales, permanentes, definitivas para evitarlas; pero las cuantiosas erogaciones que tendrían que realizarse seguramente hicieron retroceder a los gobiernos, para quienes el problema nunca fue prioritario.
Plantear la construcción de obras de infraestructura y planeación urbana que solucionen el problema recurrente del desbordamiento de los ríos en la entidad es válido, sobre todo en la etapa más reciente, la de los grandes avances tecnológicos, la de las obras que requieren inversiones fabulosas, por ejemplo, los trenes interoceánicos. En los dos sexenios anteriores, el gobierno mexicano incluyó en sus planes la solución de este viejo y grave problema que han padecido los habitantes de todo el territorio tabasqueño, principalmente en sus zonas más bajas. El gobierno de Felipe Calderón Hinojosa propuso el Plan Hídrico Integral del Estado de Tabasco (PHIET); y el de Enrique Peña Nieto lo convirtió en Proyecto Hidrológico (Prohtab). El monto de las obras programadas fue de miles de millones de pesos, pero ninguna llegó a su terminación, sufriendo rezago por varios años, recortes y modificaciones presupuestales, problemas técnicos, improvisación, empleo de materiales inadecuados o de mala calidad y sospechas de corrupción cuyas investigaciones no llegan nunca a su fin; el costo de todo ello ha caído sobre las espaldas de los tabasqueños más pobres y sus familias, que habitan las zonas inundables de la entidad.
Ante el fracaso o incumplimiento de los planes y proyectos anteriores, tanto el PHIET de Felipe Calderón como el Prohtab de Peña Nieto, los damnificados, la sociedad tabasqueña y sus organizaciones representativas han comenzado una lucha para exigir al Gobierno Federal la formulación de un nuevo y verdadero plan hidrológico. Desde las comunidades más apartadas de Tabasco se eleva hoy el clamor popular exigiendo que se ataque de raíz el problema, tomando en cuenta los estudios más serios y las experiencias de proyectos anteriores para formular este nuevo plan.
La experiencia acumulada a lo largo de la historia nos enseña que es posible solucionar definitiva y permanentemente el problema de las inundaciones en Tabasco; y voces autorizadas sostienen que probablemente esto sea menos oneroso que el financiamiento de los megaproyectos del gobierno actual, que han resultado intocables en el Presupuesto de Egresos frente a cualquier imperiosa necesidad, peligro o sufrimiento de la población nacional, como en el caso de la crisis sanitaria; o ante la tragedia que viven los pobladores de la tierra natal del Presidente, que han perdido sus escasos bienes a causa de las inundaciones y del incumplimiento de planes y proyectos en los últimos 13 años.
La dependencia señaló que esos factores junto con la nubosidad provocaron un ligero a moderado estancamiento de ozono.
El llamado sirvió de poco, hasta el mediodía del martes las principales calles de la ciudad se han visto llenas de bolsas basura.
La última vez que CDMX se encontró en color naranja, bajo el semáforo pasado, fue en el mes de mayo.
El Fonden “desde su creación, ha podido ayudar a 21 millones de personas con alimento, vivienda, salud, ayuda social y reconstrucción de sus comunidades”.
Durante los primeros 10 meses del año se reportaron mil 165 casos de dengue; pero, en un mes y medio se presentaron casi la mitad de nuevos pacientes.
La 4T no ha tomado ninguna medida suficiente para instruir y abastecer al personal de salud de los materiales requeridos.
Secretario de salud federal, Jorge Alcocer, descarta que la precaria situación en Acapulco amerite una declaratoria de emergencia sanitaria.
“Y es preocupante que el partido Morena y sus líderes avalen esa postura que a nadie beneficia, como ocurrirá ahora con los afectados por el huracán".
En algunos casos, como son obras que “no relucen” políticamente, no se destinan recursos.
El Gobierno de Jalisco calcula que los daños podrían alcanzar los 500 millones de pesos. Solamente Puerto Vallarta, registró afectaciones que se elevan a 350 millones de pesos.
Durante el Simulacro Nacional se plantea un escenario de un sismo de magnitud 7.2 con epicentro a 35 kilómetros al sur de Acatlán de Osorio, Puebla.
La catástrofe en Acapulco vista desde los ojos de nuestra colaboradora Yuneri. Una opinión más personal y emotiva mientras narra la devastación y el sufrimiento de las familias que se quedaron sin nada tras el paso del huracán Otis.
De acuerdo con ACNUR, la cifra de desplazados durante el 2020 alcanzó los 82.4 millones de personas, marcando un nuevo récord.
Sismo generó pánico entre los habitantes que salieron corriendo a las calles.
Las fuertes tormentas que azotaron al oeste de Alemania dejaron, además, más de 135 mil hogares sin electricidad.
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Escrito por Redacción