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"Noticia de un secuestro", la historia de lo que hoy es “el pan de cada día”
La novela no solo narra un suceso; es una llamada a la reflexión, a ver hacia dónde estamos llevando el mundo, hacia dónde estamos orillando a los miles de desocupados que encuentran dinero fácil en el negocio de las drogas.
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Noticia de un secuestro fue el regreso del magistral escritor colombiano Gabriel García Márquez al ámbito periodístico. Este reportaje fue la consagración tanto de su obra periodística como de su estilo literario.

Colombia fue, por mucho tiempo, considerado uno de los principales países productores de cocaína, de la ejecución del mayor número de asesinatos relacionados con ésta; en su territorio reinaban la inseguridad y los secuestros a periodistas y demás figuras públicas. Pero los narcos no pedían dinero a cambio; las más de las veces, su exigencia era que no los extraditaran a Estados Unidos (EE. UU.) y devolvían a los secuestrados cuando el gobierno prometía juzgarlos y cumplir sus condenas en Colombia.

En la historia moderna de Latinoamérica el problema del narcotráfico se ha abordado con bastante frecuencia y hoy cada vez es más frecuente. Sin embargo, todavía son pocos quienes lo enfocan desde la perspectiva de las víctimas, es decir de quienes viven un secuestro en manos del narcotráfico, que luchan por supervivir a esta aterradora situación y a la persistente angustia de sus familiares.

En la descripción de estos episodios dramáticos se muestra el genio de García Márquez. El escritor narra un suceso importante en la vida política colombiana: el gran capo de la droga Pablo Escobar Gaviria ha secuestrado a cinco figuras públicas para presionar al gobierno y lograr que no lo extraditen a EE. UU., donde puede enfrentar la pena de muerte. El reportaje describe sensacionalmente cada momento que viven las víctimas, los victimarios y los familiares de esta odisea moderna.

Los protagonistas de su novela nonfiction son: Maruja Pachón, publicista y funcionaria cultural; su cuñada Beatriz Villamizar; Diana Turbay, periodista e hija de un expresidente; Pacho Santos, el hijo del propietario del periódico El Tiempo y Marina Montoya, integrante de una familia muy conocida en la política y las finanzas.

¿Por qué los han secuestrado? Pablo Escobar necesita gente que persuada al gobierno y mueva los hilos de la política, que tenga injerencia en el Estado; es decir la carne necesaria para hacer bailar al perro; y está dispuesto a llevarlos a la muerte para conseguir su objetivo. Los sobrevivientes, víctimas de los deseos de un hombre que pugna por sus derechos humanos –mismos que él ha violado una y otra vez cuando se trata de otros seres humanos– esperan no morir y están dispuestos a todo con tal de escapar.

García Márquez narra con todo detalle los acontecimientos gracias a su intensa labor investigadora, en que fueron definitivos para la reconstrucción de los hechos con base en la relatoría de uno de los sobrevivientes y los familiares que vivieron el infierno de no saber qué sería de su gente. Fue así como pudo penetrar en la mente de los secuestradores y reflejar los sentimientos de los protagonistas. Por ejemplo, el miedo y la tranquilidad que siente Marina Montoya cuando se la llevan y trata de mentalizarse con la idea de que va hacia su libertad, aunque sepa bien que morirá.

Esta novela no es únicamente la narración de un suceso; es, ante todo, una llamada a la reflexión, a ver hacia dónde estamos llevando el mundo, hacia dónde estamos orillando a los miles de desocupados que encuentran dinero fácil en el negocio de las drogas. ¿Cuál es el móvil de los narcos para matar, secuestrar y vender droga? El dinero, porque en las sociedades se ha fomentado la creencia de que el dinero es la felicidad, da poder y el dinero es todo.

Con esta idea, los narcos han generado en los niños, adolescentes y adultos, la creencia de que vivir poco o vivir encerrado, pero con mucho dinero y poder, vale la pena. Es así como el narcotráfico ha ganado terreno ofreciendo a los pobres la oportunidad de tener lo que jamás obtendrían honradamente; ya que los narcos, los matones y los secuestradores son gente jodida que vende su fuerza de trabajo por miles de pesos y con la mínima seguridad.

El mundo está llenándose de narcos y adictos a las drogas, porque existen las condiciones socioeconómicas necesarias para que surjan y prevalezcan. Cambiemos al mundo y cambiarán, necesariamente, las condiciones de vida y el modo de existencia de la gente.


Escrito por Libia Carvajal

Colaboradora


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