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Fue una poeta azteca, hija de Tlacaélel (consejero de los reyes aztecas), en sus Obra Histórica, Fernando de Alva Ixtlixóchitl dice que “era tan sabía que competía con el rey y con los más sabios de su reino, y era en la poesía muy aventajada”. Desde pequeña recibió la mejor educación; también escuchó de boca de su madre los antiguos consejos de los mexicas. Dominaba los artes del bordado y del telar. Su poema El Canto de Macuilxochitzin narra una conquista mexica del año 1476. Era la intención de la poetisa dar gracias al “Dador de la Vida” y preservar la victoria de su pueblo. El original está incluido en el Manuscrito de los cantares que se conserva en la Biblioteca Nacional de México.
Fuente: León-Portilla, Miguel, Trece poetas del mundo azteca, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas, 1978.
Canto de Macuilxochitzin
Elevo mis cantos,
Yo, Macuilxóchitl,
con ellos alegro al Dador de la Vida,
¡comience la danza!
¿Adonde de algún modo se existe,
a la casa de Él
se llevan los cantos?
¿O sólo aquí
están vuestras flores?,
¡comience la danza!
El matlatzinca
es tu merecimiento de gentes, señor Itzcóatl:
¡Axayacatzin, tú conquistaste
la ciudad de Tlacotépec!
Allá fueron a hacer giros tus flores,
tus mariposas.
Con esto has causado alegría.
El matlatzinca
está en Toluca, en Tlacotépec.
Lentamente hace ofrenda
de flores y plumas
al Dador de la Vida.
Pone los escudos de las águilas
en los brazos de los hombres,
allá donde arde la guerra,
en el interior de la llanura.
Como nuestros cantos,
como nuestras flores,
así, tú, el guerrero de cabeza rapada,
das alegría al Dador de la Vida.
Las flores del águila
quedan en tus manos,
señor Axayácatl.
Con flores divinas,
con flores de guerra
queda cubierto,
con ellas se embriaga
el que está a nuestro lado.
Sobre nosotros se abren
las flores de guerra,
en Ehcatépec, en México,
con ellas se embriaga
el que está a nuestro lado.
Se han mostrado atrevidos
los príncipes,
los de Acolhuacan,
vosotros los Tecpanecas.
Por todas partes Axayácatl
hizo conquistas,
en Matlatzinco, en Malinalco,
en Ocuillan, en Tequaloya, en Xohcotitlan.
Por aquí vino a salir.
Allá en Xiquipilco a Axayácatl
lo hirió en la pierna un otomí,
su nombre era Tlilatl.
Se fue éste a buscar a sus mujeres,
les dijo:
“Preparadle un braguero, una capa,
se los daréis, vosotras que sois valientes”.
Axayácatl exclamó:
-“¡Que venga el otomí
que me ha herido en la pierna!”
El otomí tuvo miedo,
dijo:
-“¡En verdad me matarán!”
Trajo entonces un grueso madero
y la piel de un venado,
con esto hizo reverencia a Axayácatl.
Estaba lleno de miedo el otomí.
Pero entonces sus mujeres
por él hicieron súplica a Axayácatl.
Traducción del náhuatl al español:
Miguel León-Portilla, 2003
Macuilxochitzin Icuic
A nonpehua noncuica,
ni, Macuilxochitl,
zan noconahuiltia in ipalnemoa,
¡In ma connetotilo!
¿Quenonamican,
can o ye ichan
im a itquihua in cuicatl?
¿Ic zanio nican
y izca anmoxochiuh?
¡In ma onnetotilo!
Temomacehual matlatzincatl,
Itzcohuatzin:
¡In Axayacatzin ticmomoyahuaco
in altepetl in Tlacotepec!
O ylacatziuh ya ommoxochiuh,
mopapaloouh.
Ic toconahuiltia.
In matlatzincatl,
in Toloca, in Tlacotepec.
Ayaxca ocontemaca
in Xochitl ihuitl
ypalnemoa.
In quauhichimalli in temac,
ye quimana,
yan tlachinolli itic,
yxtlahuatl itic.
In neneuhqui in tocuic,
neneuhqui in toxochiuh,
can tiaquaoxpan,
in toconahuiltia ypalnemoa.
In quauhxochitl
in momac ommani,
taxayacatzin.
In teoaxochitl,
in tlachinolxochitl ic,
yzhuayotimani,
yca yhuintihua
in tonahuac onoc.
Topan cueponi
yaoxochitl,
in Ehecatepec, in Mexico
ye yehuilo ya yca yhuintihua
in tonahuac onoc.
Za ye netlapalolo
in tepilhuan,
in acolihuaque,
an antepaneca.
In otepeuh Axayaca
nohuian,
Matlatzinco, Malinalco,
Ocuillan, Tequaloya, Xohcotitlan.
Nican ohualquizaco.
Xiquipilco oncan
oquimetzhuitec ce otomitl,
ytoca Tlilatl.
Auh yn o ahcico,
quimilhui ycihuahuan:
– “Xitlacencahuacan in maxtlatl, in timatli,
anquimacazque amoquichui”.
Oquinenotzallan:
– “¡Ma huallauh yn otomitl,
yn onechmetzhuitec!”
Momauhtihtica yn otomitl,
quittoa:
– “¡Anca ye nechmictizque!”
Quihualhuica in huepantli,
in tlaxipehualli in mazatl,
ic quitlapaloco in Axaya.
Momauhtitihuitz.
Auh zan oquitlauhtique
yn icihuahuan Axayaca.
Con este poeta lírico, el romanticismo mexicano alcanza su expresión más alta. Pasionarias es el título del único libro que el autor vio publicado y que prologó Altamirano; su tema capital de Flores es el erótico
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Escrito por Redacción