Cargando, por favor espere...

Descansar en paz
Descansar en paz, tal vez sin haber sido realizada con ese propósito, es un retrato de la familia burguesa actual.
Cargando...

Descansar en paz (2024), del realizador Sebastián Borensztein, es una cinta argentina recién estrenada: puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que Descansar en paz, tal vez sin haber sido realizada con ese propósito, es un retrato de la familia burguesa actual. Un retrato crudo, descarnado de esa institución que ahora, al igual que todo el orden social capitalista, está en crisis. Descansar en paz nos narra la historia del empresario Sergio Dayán (Joaquín Furriel), quien por diversas razones va contrayendo deudas ante diferentes personas o instituciones; deudas que, llegado un punto, se convierten en impagables. La principal deuda de Sergio, por su monto y por las condiciones en que la contrajo, es con el usurero Hugo Brenner (Gabriel Goyti), quien de forma implacable, cuando Sergio intenta convencerlo de que le dé un plazo más largo para pagar, le da una semana y lo amenaza con tomar represalias con su familia. Sergio está casado con Estela (Griselda Siciliani) –quien es odontóloga– y tiene dos hijos: la mayor es Florencia, quien al momento de iniciar la historia festeja su cumpleaños número 13. El hijo menor es Matías, de escasos siete años.

En la fiesta de cumpleaños de su hija, Sergio sufre un desvanecimiento. El médico le dice a Sergio y a Estela que no es nada grave; el desvanecimiento ha sido producto del estrés o agotamiento. Pero Sergio le tiene que confesar a su esposa que tiene tantas deudas y tan grandes que le resulta casi imposible solventarlas; Estela sugiere vender una casa de campo que poseen. Sin embargo, la situación se va complicando, dado que en la escuela de Florencia, la directora le hace saber a Estela que ha acumulado una deuda muy grande por no pagar las colegiaturas. Y por si algo faltara: en la empresa de Sergio los trabajadores van al paro laboral ante el hecho grave de no recibir su pago y de que Sergio no les ofrece ninguna opción.

Mientras Sergio camina por las calles de Buenos Aires estalla una bomba (hecho real, ocurrido el 18 de julio de 1994) que destruye la sede de la Asociación Mutua Israelí Argentina (AIMA). Sergio sufre golpes contusos; salva la vida, pero aprovecha la oportunidad para fingir su muerte y así evitar que Hugo Brenner atente contra su familia.

Hugo Brenner no sólo es un despiadado agiotista que vive de los altos intereses por sus préstamos, sino un inescrupuloso gángster; le perdona la deuda a Estela, la corteja y se casa con ella; Sergio se ha ido a Paraguay mientras su familia y amigos creen que ha muerto y que nunca se recuperará el cuerpo.

En Paraguay, Sergio trabaja para un rico comerciante que en Navidad fallece de un infarto; Sergio se vuelve el administrador del negocio de la viuda del comerciante. Como no es afecto a las redes sociales, durante varios años no sabe nada de su familia, hasta que, al entrar a Facebook, ve a su familia. Lo que más le impacta es que su hija dice en un video que extraña a su papá y que desea verlo en donde esté. Decide regresar y se presenta a la fiesta de la boda de su hija. Quiere vengarse de Hugo. Pero Hugo termina matándolo.

Es claro que Estela nunca supo de las amenazas de muerte de Hugo. Y ahí está la verdadera tragedia, pues terminó casándose con él. Dados los “valores” de los integrantes de la burguesía –no sólo argentina–, no sólo Sergio sería el gran perdedor de esta historia, sino la familia Dayán entera la que sufre a manos de un agiotista mafioso, uno de esos reptiles que pululan en la sociedad. La crisis económica también se traduce en crisis social. Hasta cuándo la crisis terminal hará que se derrumbe este orden social con todas sus viejas y herrumbradas instituciones. 


Escrito por Cousteau

COLUMNISTA


Notas relacionadas

El récord del año más cálido pasó de 0.17 grados centígrados en 2016 a 14.98 grados centígrados en 2023.

Claro, es mucho más fácil proponer ocurrencias que esforzarse en usar la lógica crítica y científica para proponer estrategias.

Ante esta situación, ningún político puede darse el lujo de ignorar la crisis climática y menos de destruir lo único que puede salvarnos. Bolsonaro no debe, bajo ningún motivo, permitir quemas ni deforestaciones masivas.

De acuerdo con De Hoyos, se trató de un informe desapercibido, ya que careció de propuestas para enfrentar las crisis económica y sanitaria derivadas de la pandemia de Covid-19.

A la terrible noticia se sumó el hecho de que el presunto responsable, Ricardo N, alias La Loca, ya había sido detenido en dos ocasiones anteriores

La ciencia descubre las esencias ocultas de las cosas, cuya expresión superficial son los fenómenos.

La erosión por la tala de los bosques, el aire que acarrea tierra y lo azolva, la contaminación por lirio acuático y aguas negras de los municipios y comunidades de la cuenca, entre otras, deterioran cada vez más el lago.

“Los tres jinetes apocalípticos del capitalismo contemporáneo -estancamiento, deuda, desigualdad- siguen devastando el panorama económico y político”.

En 2021, las personas que se inyectaron drogas en el mundo fueron 13.2 millones, 18% más que lo registrado antes; mientras 296 millones consumieron drogas, un aumento de 23% con respecto a la década anterior.

Los países más pobres serán los más afectados, situación de empleo informal, vulnerabilidad laboral, agricultura de subsistencia y falta de protección social.

Estudiantes y sindicalistas denunciaron que el sistema chileno es “un nuevo crimen que genera desigualdad, pobreza” y los acaba criminalizando.

Desde Campeche se dirige a la zona del siniestro un helicóptero de la Secretaría de Marina especializada para combatir el fuego.

14 mil científicos advierten que las condiciones vitales de la Tierra están empeorando a un ritmo preocupante.

La crisis ambiental ya va cumplir una semana, no ha podido ser resuelta y se ha anunciado que posiblemente dure más días

Para contrarrestar la creciente crisis de escasez en agua potable, México debe destinar por lo menos el 1.56 por ciento del PIB en infraestructura hídrica, durante el 2024.