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Prácticamente, el filme discurre en escenas mayoritariamente eróticas. Subliminalmente, la historia de Halina Reijin nos indica que la decisión de Romy significa una “liberación”; es el deseo intenso de expresar una sexualidad ilimitada. Pude intercambiar algún punto de vista con un compañero que también vio este filme y coincidí con él en que la idea de la realizadora es presentarnos esta historia como algo necesario –como si se “masculinizara” la posición de la protagonista–; como sostiene el feminismo radical, si los hombres pueden engañar a las mujeres y ejercen su sexualidad sin ninguna taxativa, entonces las mujeres pueden hacerlo también sin impedimento de ninguna especie. Romy confiesa a Jacob su infidelidad en alguna ocasión; y Jacob encuentra a su esposa en compañía de Samuel.
La violencia se desata; pero –de forma “civilizada”–, después de un pleito, “las aguas vuelven a su nivel”. El final de Babygirl entra en esa idea moderna y civilizada de que los conflictos en la pareja se solucionan con gran facilidad y felicidad para quien ha traicionado o quien ha sido traicionado. Pero las dudas saltan inmediatamente en mentes perspicaces; ¿así se resuelven la mayoría de los conflictos conyugales producidos por adulterio? ¿Qué ocurre cuando estos conflictos derivan en divorcio? ¿Acaso, en las parejas, la traición queda, en la mayoría de los casos como peccata minuta, que se resuelve con mucha facilidad?
Halina Reijin es una realizadora que pretende presentarnos una versión edulcorada del conflicto marital, derivado del adulterio. Para Reijin, ésta es una posición de la llamada tendencia “progresista” (“progre”, ahora se denomina).
Pero ese progresismo de “izquierda” es la manoseada tendencia de los partidos que renunciaron hace mucho a lucha por el socialismo, y se adaptaron a la lucha que es posible dentro de los marcos del orden social capitalista; ser “progre” actualmente es aceptar todas las patrañas sobre las ideologías que dividen a la sociedad artificialmente, el “feminismo” radical, que pretende enfrentar a las mujeres contra los hombres.
No se trata, por tanto, de crear enfrentamientos artificiales (y artificiosos) entre los géneros masculino y femenino, o de crear la lucha entre los veganos y los consumidores de carne, la lucha entre los que defienden las corridas de toros y quienes las rechazan y piden su prohibición, la lucha entre los que rechazan el maltrato a los animales y quienes lo toleran, y así hasta el infinito; pues como han afirmado importantes lideres partidarios del mundo multipolar: esas divisiones son parte de la estrategia del imperialismo para crear artificialmente división interna en la sociedad.
Hace décadas que la llamada “izquierda” de los países de Occidente abandonó la lucha de clases, que es el verdadero “motor de la historia”. Ya para esa “izquierda progre”, no es la lucha de las grandes masas explotadas y oprimidas contra el régimen extractor de plusvalía, fuente del descomunal enriquecimiento de unos cuantos y el empobrecimiento de las mayorías. Ahora la división de la sociedad es otra para esa “izquierda”. Pero, como es parte de las leyes ineluctables que rigen a la sociedad, la historia dará, tarde o temprano, su veredicto.
Los autores hacen un excelente diagnóstico del legado social y económicamente destructor del neoliberalismo mexicano.
Estos señores son unos verdaderos pillos, carecen de genuinos sentimientos religiosos y su único afán es enriquecerse de forma fácil y rápida.
El Brutalista nos muestra cómo para el orden social que se basa en el poder del capital, los artistas o personas que destacan en la ciencia, la cultura o cualquier actividad, son sometidos, muchas veces humillados y hasta abusados de diversas formas.
Los personajes sacros fueron satirizados al sustituirse con figuras representantes de la comunidad LGTB.
Personalmente, creo que Buñuel va más lejos, que en esa alegoría retrata a las clases explotadoras del orden social actual, que en condiciones extremas dan rienda suelta a los peores instintos.
La mente humana cuenta con más de 200 aptitudes con una función o aplicación específica en siete áreas de expresión diferenciada.
Si se observa estadísticamente, se identificará con facilidad el fenómeno de que las manifestaciones de las llamadas bellas artes son frecuentadas, generalmente, por sectores de ingresos medios y altos.
Este libro cuenta la historia de amor nostálgico de Antonio José Bolívar Proaño por Dolores Encarnación del Santísimo Sacramento Estupiñán Otavalo, su esposa, fallecida varias décadas antes.
Fue uno de los mayores exponentes de la Harlem Renaissance de los años veinte.
El domingo 10 de noviembre tuvo lugar en Pachuca, Hidalgo, en el magnífico teatro Gota de Plata, la decimocuarta edición del Concurso Nacional de Voces y Coros Universitarios.
Pablo Neruda, Rabindranath Tagore, Gabriela Mistral y Rubén Darío fueron interpretados por menores de 8 años
Con 13 nominaciones para la obtención de los premios Oscar, Emilia Pérez es el filme extranjero y de habla no inglesa que ha tenido más nominaciones en la historia de los premios que otorga cada año la Academia de Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos.
La categoría “deporte extremo” se refiere a la clasificación de ciertas disciplinas deportivas con un alto nivel de riesgo inherente.
Los hongos no son plantas ni animales; constituyen un reino aparte.
El éxito de una cinta, al igual que en otras manifestaciones del arte tiene que ver con su grado de universalidad.
Escrito por Cousteau
COLUMNISTA